Capítulo 16

22 1 0
                                    


MI HISTORIA ENTRE TUS DEDOS

No puedo fingir que estoy feliz porque verlo ahí me ha roto en pedazos.

Tengo los brazos de Adrien sujetos a mi cintura. Su aliento golpea mi oído tras respiración y respiración, pero  no dejo de pensar en Ian.

¿Por qué tuviste que regresar?

Muerdo la almohada, mis cabellos, porque no quiero que Adrien despierte para darse cuenta que estoy hecha un mar de lágrimas, de desolación y tantas cosas más. Es que tengo un hoyo en el corazón porque tenerlo enfrente solo me hizo recordar el dolor que me provocó cuando no llegó, cuando no contestó mis correos, ni cartas. La vida se me fue durante varios veranos a la espera de que él tocara a la puerta, de esperarlo en medio de la nada como una loca en la carretera.

Pero nunca llegó.

Tomo mi teléfono para ver su número porque aún siento que esto fue solo un mal sueño, que mañana despertaré y tampoco estaré comprometida con Adrien.

Quisiera tantas cosas, entre ellas, que Ian no hubiera regresado, que no hubiera existido en mi vida porque solo arruinó el sentimiento más hermoso que jamás sentí por nadie.

Ian fue mi primer amor, y nunca he amado a nadie como a él.

Fue un amor que pude callar durante años pero que siempre estuvo ahí para recordarme que hubo alguien que me hizo sentir viva para después matarme. Porque sé que es tonto decir que uno puede amar siendo adolescente, pero Ian representó en mi vida la esperanza, los sueños, la oportunidad, y con su partida, vino la peor de las tristezas, las ganas de mandarlo todo a la basura.

*  *  *

Es de madrugada y he vuelto a tocar los primeros acordes de esa canción con la que terminé de comprobar que estaba enamorado de ella como un loco, esta canción que la trajo de vuelta a mi vida para después perderla. Porque Taylor está aquí, pero lejos, y con otro hombre.

No puedo competir con él porque yo debo ser un desconocido, debo ser un recuerdo desagradable en su vida, y es Adrien el hombre que conoce a la mujer en la que se ha convertido Taylor. Ya no debe ser la misma niña del pueblo; la que conocí en medio de la carretera, la huérfana y soñadora. Ahora es una mujer de ciudad, emprendedora y comprometida.

No puedo con este dolor. Estoy ardiendo por dentro.

Escucho la guitarra cayendo contra el piso.

Ni siquiera me importa. No quiero saber nada porque Taylor me tiene entre sus manos y solo deseo que un día de estos vea su número reflejado en el mío porque ya no puedo hacer más. No puedo obligarla aunque quisiera, a escucharme y conocer lo que pasó.

Abro el refrigerador para buscar una cerveza o vino. No podré dormir pero un trago me ayudará a relajarme por lo menos hasta que salga el sol.

En una de las repisas veo otro de los pays de manzana que Rayna ha estado haciendo porque sabe que mis favoritos.

Su sabor me recordará a Taylor, a quien no puedo tener, pero puedo probar un pedazo de ella, parte de su esencia.

Dos, tres, hasta cuatro rebanadas. Así pasan varios minutos en los que como sin parar porque pienso que así podré compensar este dolor que siento. Las palabras de Taylor me golpearon; Tan indiferentes, llenas de rencor. Fue injusta y seguiría siéndolo si no me da la oportunidad de explicarle, porque esta historia ya no está en mis manos, sino en la suya. Ella ha sido la razón de tantas años de tristeza.

INSEPARABLES - 1999-Where stories live. Discover now