23.

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En la escuela planean organizar un pequeño convivio en honor al día del estudiante. Las chicas del salón piensan celebrar llevando botanas, bebidas y un poco de música.

Pero planean hacerlo en una clase en especial. Así es, la clase de matemáticas, ya que piensan que Sebastián es el maestro más relajado y que al ser muy joven puede convivir con los chicos de 17 años. En su clase han charlado con él sobre lo que piensan hacer. Sebastián sólo asiente y responde "sí" a todo.

No parece estar muy contento con ello, pero de igual manera acepta. Puede que ésta sea una oportunidad para estar con él y convivir mientras los demás piensan que es sólo una charla con el maestro y no una manera de coquetearle.

Esta mañana no me ha sonreído, casi no me ha mirado, supongo que algo tiene, pues no ha estado muy sonriente y ha dado la clase muy rápido con tal de terminar pronto y estar sentado en el escritorio frente a su laptop haciendo cosas que tal vez nadie sabe. Sus ojos están fijados en su laptop, no mira hacía los demás y tampoco parece interesarles lo que hagan. Yo, sentada con Andrea sólo puedo observarlo y darme cuenta de que cada día me gusta más, sus facciones y principalmente su sonrisa es lo que más anhelo de él. Suspiro una vez, Andrea no se da cuenta, y tampoco nadie voltea, ni siquiera él, lo sigo observando, él ahora voltea hacia a mi y yo volteo a Andrea, él vuelve a fijar sus ojos en su laptop.

Tampoco me ha hablado por facebook, y no ha publicado nada desde el día en que me agregó. ¿Habrá sido su último estado para mí?
¿Se habrá enterado que me agregó sin borrarlo y ahora siente pena?

Mis ganas de preguntarle que tiene son infinitas, pero sé que no podría hacerlo aquí, entonces planeo mandarle mensaje hoy por la tarde en facebook, ¿debería hacerlo? ¿o preguntarle en persona?

¿Pero y si no somos nada?

¿Qué significó su regalo?

A mi me gusta él, ¿y yo a él?

La clase termina, él toma sus cosas, sale del salón sin mirarme una última vez y sin despedirse. Sé que sucede algo con él, entonces planeo salir y alcanzarlo. ¿Debería hacer eso?

Si Valeria estuviera aquí me lo impediría, pero ella aún no sabe que Sebastián me gusta, porque, de cualquier manera ella ya lo odiaría, entonces, ¿debería perder el orgullo?

Decidida, salgo del salón y voy detrás de él, pero entonces lo veo encontrarse con la maestra de Filosofía, ambos intercambian sonrisas y charlan muy alegres

Entonces ya no quiero saber que es lo que le sucede, ya no...

Tú eres mío.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora