5.

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Al día siguiente se presentaron más maestros, maestros de las materias que faltaban. Era la primera hora también cuando llegó un profesor, era no muy alto, y tampoco muy delgado, tenía una gran espalda y eso era lo que no lo hacía ver tan delgado. Podría decir que era de la misma edad que el profesor con el que intercambie miradas ayer, pero éste sin embargo tenía algunas diferencias.

Era maestro de Cívica, y no era nada simpático, intentaba serlo, pero no le salía muy bien, cono nosotros, en cambio, él no se pidió que nos presentarámos, había sido muy directo en la forma en que daría su materia y parecía ser también muy estricto. Durante toda la clase aquel profesor me miraba mucho, yo trataba de mirar hacia otros lados, pero sin embargo su mirada me incomodaba mucho.

Cuando la clase terminó decidí salir del salón sola, Valeria se había quedado dentro chateando con su novio Alejandro por facebook y yo quería dejarla a solas un rato.

El maestro tomó sus cosas y fue en dirección hacia la puerta, yo fui detrás de él, ambos salimos, cuando yo iba en dirección a otro lugar, el nuevo maestro me detuvo

— ¡Hey tú! — yo volteé pensando que me hablaba a mí y estaba en lo correcto, el llamado era para mí, me volví hacia él y se acercó a mí. — ¿Cómo te llamas?

— Laura — respondí muy seria

El me miró de abajo hacia arriba y luego de mordió el labio inferior, no pude evitar sentirme incómoda, así que di un paso hacia atrás y después el nuevo maestro de Cívica se fue, yo también me fui a una dirección contraria a la de él.

Tú eres mío.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora