18.

1.6K 81 0
                                    

— Señorita Laura, no puede leer en mi clase, estamos en Cívica, una materia totalmente distinta al título de su libro

Si, el maestro me había regañado por leer algo que no tenía nada que ver con su clase, él continuó:

— ¿Puede salir?

Yo sólo lo miré mientras él se acercaba a mi lentamente y todos los chicos del salón tenían sus ojos centrados en sus cuadernos

— Repito señorita Laura, ¿puede tomar sus cosas y salir del salón de clases?

Negué con la cabeza

— Entonces yo mismo la sacaré. Señorita Laura, o sale o no vuelve a mi clase hasta el próximo año

No me quedaba otra opción, tomé mis cosas y salí del salón de clases, el maestro iba tras de mí. Cuando estaba en la puerta, él me detuvo y se acercó a mí, puso su cabeza en mi cuello y trató de asegurarse de que nadie lo viera, ni el propio salón de clases. Sentía su respiración entrecortada sobre mi cuello

— Vainilla, flores..., ¿usas dos perfumes al mismo tiempo? — preguntó, pero yo no respondí, él volvió la mirada hacia a mí. — Si dices algo, te repruebo, ¿está claro?

Asentí difícilmente

— Ahora largo, fuera de mi vista, diviertéte leyendo literatura tonta — y él volvió al salón de clases. Yo caminé rápidamente, lejos de ahí.

Temía, de él, de todos.

Tú eres mío.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora