fin

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Algo se rompió dentro de su pecho, ver a Alec besando a Magnus fue doloroso, camino rumbo a la salida, las lágrimas le nublaban la vista, escucho la inconfundible voz de Alec  llamándolo pero no volteó.

No supo como pero Alec estaba frente a él -hey!, ¿que pasa?- el ojiazul lucia preocupado.

-pasa que te amo, te amo Alec, desde el día que te conocí te he amado- lo soltó sin mas -me duele ver que lo elegiste a él, que pese a todo el daño que te causo aun lo ames, y peor aun, me duele darme cuenta que jamás tuve una oportunidad.

-seb... Yo... Lo siento, no sabía.

-¡claro que no lo sabias! Y aunque lo hubieses sabido ¿eso haría alguna diferencia?

Ante el silencio de Alec continuo -yo se que no, pero me hubiese gustado tener una oportunidad, demostrarte que te amo, y valgo la pena, que soy mejor que él.

-perdoname seb, tu eres una gran persona, pero mi corazón siempre le pertenecerá a Magnus.

-lo se- Sebastian se alejo y Alec lo dejo ir.

****

-No sabía que Bailaras tan bien- Magnus abrazaba a Alec de la cintura.

-jamas me preguntaste.

Ese día bailaron hasta que les dolieron los pies, entre besos, caricias y palabras de amor la velada terminó.

***

La fiesta por su compromiso era en nueva york.

-te llevare a mi departamento- había dicho Alec a Magnus en cuanto bajaron del avión- aunque quizá te parezca aburrido y pequeño.

-algo me dice que es muy acogedor- había sido la respuesta del moreno.

Tomaron un taxi que los llevo directo al departamento de Alec.

-sabes, jamas he invitado a alguien, los únicos que han venido son mis dos hermanos- Alec lucia emocionado, mientras Magnus se mordía el labio, no sabia como reaccionaria Alec al darse cuenta de que había sido allanado.

Abrió la puerta y un minino los esperaba.
-hey pequeño!, ¿tu que haces aquí?

Recorrió el lugar en silencio, después miro a Magnus con una sonrisa -creó que ésta ya era tu casa, bienvenido nuevamente- camino hasta donde estaba el moreno y lo beso.

*****

DÍAS DESPUÉS

Los días pasaron velozmente, había llegado el día de la fiesta.
Muy temprano llego Asmodeus, acompañado de Raphael.

-Asmodeus, que gusto que pudiste venir- saludo Alec

-no me quedare, solo tenia que entregarte unos documentos- el hombre le tendió una carpeta.

Alec reviso los documentos con cara de incredulidad -¿que es esto?-

-exactamente eso, Magnus te ha cedido todos sus bienes

-pero yo no lo puedo aceptar-

-debes, ahora eres su esposo, cuida de él,  mi hijo es lo mas importante que tengo, no ha tenido a un buen padre, me dedique a velar por la empresa que algún día seria suya, que me perdí los momentos mas importantes, no hagas lo mismo.

-no lo haré. Y te pido que por favor te quedes, no quiero que te pierdas este momento que es tan importante para él.

Asmodeus asintió.
***

Magnus estaba frente al espejo, afuera los invitados comenzaron a llegar, recordó el día en que camille lo abandonó, a diferencia de aquella ocacion en que su traje era negro, esta vez, era blanco.

su móvil sonó, reviso, Te amo eran las únicas dos palabras que Alec le envió, pero fueron suficientes para eliminar por completo esos recuerdos.

Cuando salió los aplausos comenzaron, pero el solo fue consciente de la persona parada frente a él, Alec lo esperaba justo en la entrada -Magnus, se que hemos pasado momentos dificiles, y quiero decirte que a partir de este momento el pasado esta olvidado, no se cuanto nos reste de vida, pero quiero pasarla contigo, quiero despertar a tu lado cada día, me dedicare en cuerpo y alma a hacerte feliz porque verte sonreír es y sera la mejor recompensa- saco un anillo con una piedra azul del mismo tono que sus ojos, se lo puso a Magnus -me siento orgulloso de poderte llamar esposo- sujeto a Magnus de la cintura y lo beso, mientras Magnus le rodeaba el cuello y devolvía el beso con el mismo amor.

Las personas mas importantes de su vida estaban aquí siendo testigos de su amor, un amor que trasciende, un amor  de esos que el mundo considera imposible.

Quizá tendrían una larga vida o quizá el día de mañana darían su ultimo aliento, eran felices ahora y eso era lo importante, unos simples mortales, Ya fuera mucho o poco tiempo se amarían con cada latido...

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Gracias a los que siguieron mi historia a lo largo de estos mesesGracias por sus comentarios y gracias por sus votos.

Malec  Te protegeréWhere stories live. Discover now