El día lo sorprendió, era la primera vez en muchos años que el sol se levantaba antes que Alec. Entre sus brazos Magnus aun dormía plácidamente. Se sentía tan bien. Su móvil sonó -querido podrías apagar eso- se quejo el moreno.
Alec cogió el móvil y respondió.
-hola papá.
-Alexander, necesito que vengas a comer con nosotros, hay un par de asuntos que me gustaría tratar contigo.
- claro papá.
***
Cuando termino la llamada, Magnus volvió a sus brazos.
Y así permanecieron un rato hasta que el hambre los venció. Se dirigían a la cocina cuando el timbre sonó. Alec fue a la puerta mientras Magnus seguía su camino.
Alec volvió con un ramo de flores
-Alexander, Son hermosas! ¿quien las envía?
Sin Esperar respuesta tomo la tarjeta
Lightwood ojos color mar; hermoso, salvaje y peligroso.
Un día de estos te veré sonreír y yo seré el motivo.
S.M.
Magnus, miró al ojiazul exigiendo una explicación.
-sebastian
- porque te envía flores a mi casa?
- no lo se Magnus, las pondré en agua- dijo restándole importancia.
- claro si quieres puedes ponerlas en la mesita de centro para que las podamos admirar!-
Alec se detuvo en seco y dio media vuelta. - ¿estas siendo sarcástico?
- bueno, supongo que debe alegrarme que un tipo que esta enamorado de mi novio le mande flores, a mi casa.
-él... El siempre me a enviado flores.
- y se supone que eso me haga sentir mejor...
Alec puso las flores sobre el comedor y se acerco al moreno. -¿estas celoso?
-nefilim estúpido...- el ojiazul no lo dejo terminar y lo beso.
-porque nefilim?- dijo terminando el beso.
- porque tienes sangre de ángel, creó que eres hermoso, de sentimientos nobles y letal.
El ojiazul sonrió de lado.- ¿crees que soy letal?
-casi me disparas esta madrugada.
-lo siento, hay alguna manera de compensarte?
-desaste de esas flores garbancito- ordeno.
Alec dio media vuelta para ir a cumplir las ordenes de su novio.
Magnus sonrió ampliamente.
***
Estaba tan concentrada en su diseño que no se dio cuenta del joven que entro a su estudio y ahora la miraba.
Isabelle era una mujer hermosa en toda la extensión de la palabra. Simón entendió porque Jordán le dijo que era inalcanzable para él. Ella era perfecta, el tipo de chica capaz de tener a cualquier hombre a sus pies.
Isabelle levanto la cara y lo miro- hola?
-buenos días señorita lightwood. Jace me envió a revisar el sistema-
-oh!, tu eres Simón?
-para servirle.
Isabelle, apenas lo miro, le indico lo que andaba mal y lo dejo hacer su trabajo.
****
La mansión lightwood era muy grande. Magnus se quedo maravillado. A diferencia de la casa de su padre donde todo era en rojo y negro y con ese estilo antiguo. Esta casa era toda moderna y estaba decorada en azul.
Magnus disfruto viendo a Alec en convivencia con su familia, no dejaban de sonreír y bromear, se dio cuenta de que era muy condescendiente con todos ellos.
Todo transcurría tranquilamente, hasta que Robert hablo a Alec
- hijo, ya estoy viejo, y quiero retirarme, quiero disfrutar los próximos años con tu madre, viajar o simplemente quedarme en casa y leer el periódico.
Todas las miradas se posaron en Alec que miraba a su padre con sorpresa.
-yo...
-hijo, creo que es el momento de que ocupes mi lugar en la empresa.
-aun no estoy listo para eso padre- dijo cabizbajo
-oh! Alexander, eres la persona mas calificada para el trabajo, contigo a la cabeza la empresa prosperara mas que con cualquier líder que ha tenido.
Todos miraban a Alec expectantes, sabían que Robert tenia razón.
-necesito pensarlo- se puso de pie y se fue a su habitación. Magnus por primera vez lo vio vulnerable.
***
Desde muy pequeño sabía que esto pasaría, pero aun no se sentía preparado para dejar su trabajo.
Magnus entró a su habitación sin tocar la puerta y bino a acostarse a su lado. Ahora los dos veían el techo.
- cuando era muy pequeño mis padres me dijeron que yo heredaría la empresa - suspiro- quería la oportunidad de trabajar en lo que me apasiona antes de eso, así que estudié y me esforce mucho para lograrlo. Esto es lo que me gusta y estoy dispuesto a dejarlo atrás..... Pero...no ahora.
Magnus lo miro- dicelos, diles que no quieres dirigir la empresa. Alexander, solo tienes una vida y tu deber es complacerte a ti mismo no andar complaciendo a los demás.
-no lo puedo hacer, la empresa ha pertenecido a mi familia por generaciones, no la venderé.
-lo se- Magnus lo sujeto de la barbilla y le dio un casto beso.
***
Los días siguientes no se toco el tema, y Maryse se dedico a ignorar a Magnus lo mejor que podía.
Dos semanas después los padres de Alec volvieron a Japón que era donde estaba la matriz de la empresa lightwood.
Alec y Magnus se volvieron mas cercanos, Magnus volvió a su papel de diva mientras Alec estaba feliz de cumplirle sus caprichos. Aveces no parecía que Magnus era el mayor.
Poco a poco el apartamento que compartían cambio, ahora tenia fotos de ambos por todas partes. Cuando tenían visitas no solo era Ragnor y Catarina, ahora se les unió Jace e Isabelle. Que misteriosamente siempre coincidían.
En algunas ocasiones llegaron y por mas que intentaron no lograron hecharlos y Alec tuvo que dormir en el sofá.
-por cortesía debes dejar tu habitación a los invitados.
-por milésima vez, Jace, yo no te invite a quedarte.
- la casa se siente muy sola sin ti- dijo Isabelle- y tu departamento esta tan pequeño para los dos.
-pero deben entender que esta no es mi casa, no pueden llegar y quedarse así nada mas, deben pedirle permiso a Magnus.
Los dos miraron a Magnus he hicieron un puchero ifantil.
- no agobien a mi garbancito- los miro con reproche- pueden quedarse.
Ese día Alec se quedo con Magnus, y despertó muy temprano cuando el moreno aun dormía, era tan hermoso y recordó la forma en que llego a su vida, y todo el cambio que realizó, ahora su prioridad no era el trabajo o el estudio y ni siquiera su familia. La prioridad de Alec era hacer feliz a Magnus, fue en ese momento en el que comprendió que "Estaba enamorado" amaba a Magnus y quería despertar a su lado cada día.
Viajarían a París la próxima semana. Y él le haría la propuesta.
