- 4 - Sentidos

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Me desperté abriendo los ojos rápidamente, me senté tocando mi cuerpo, hasta que lancé un grito al sentir la cola a mi lado y mis orejas aún en mi cabeza.

Me cubrí la cara sintiendo las lágrimas fluir.

Pensé que lo había soñado, no quería ser un gato! O una gata... O lo que fuese.

La puerta se abrió lentamente, me cubrí con una manta la cabeza, era Conde Phantomhive.

El cual parecía sorprendido.

-_____? Qué haces ahí? - sin embargo, el conde me tenía un cierto aprecio por el simple hecho de que lo ayudaba cuando me lo pedía, y yo lo ayudaba por que... Conocí a su padre cuando aún era humana -

-Podrías irte Ciel? - entró apresuradamente quitando la manta, tocó mis orejas -

-Eres un gato - se alejó un poco, algo sorprendido - Sebastian te hizo esto? - largué un lloriqueo - por qué tiemblas? Sebastian! - a los segundos, el mayordomo apareció algo plasmado, me miró y se acercó un poco para luego mirar al Conde-

-Se-Señor, ya iré con usted, solo...

-Sebastian, qué has hecho - agaché mi cabeza -

-Es que... Está asustada, un gato suele reaccionar de esta manera, sólo hay que hacerla entrar en confianza -

-No es un gato, es una... Shinigami, no? - me miró - no? - frunció el ceño, salió de la habitación cerrando la puerta de un portazo -

Sebastian me miró.

-Tranquila - me dijo al acariciar mi cabeza - le gusta? - asentí incondicionalmente - Es hermosa - se sentó a mi lado quitando la manta, acarició mi cola, la quité, ya podía moverla por mi misma, como si fuese una extremidad más, como un brazo o una pierna y es algo que me asustaba - Qué haré ahora? - acarició mi mejilla - mi amo no me dejará conservarla -

-N-no soy un gato - contesté como un susurro -

-Ronronea, es algo tan hermoso, su piel se volvió muy suave y hay que cortar sus uñas - sonrió - Le gustará la leche? - negué - Oh, claro que sí, le gustará - se acercó un poco más y más hasta tomarme de la cintura y sentarme en sus piernas, por un impulso puse mis manos en sus hombros, acarició mi espalda - Está temblando, es común, pero no tanto, no sabría explicar si está asustada o es por otra cosa - acarició mi cabeza - por qué sus orejas están caídas? - se acercó a besar mi cuello de forma suave - Es hermosa, es una cosa perfecta, ronronee para mi -

-Esto está mal, soy una Shinigami y lo sabes - traté de apartarlo pero me apretó contra sí -

-Ya no lo es, por lo tanto, haré lo que sea para que se quede conmigo- dió un beso en mi mejilla y bajó lentamente por mi cuello una vez más - por qué tiembla? No lo entiendo - me deja sentada en la cama y busca en un cajón de su escritorio el cual se encontraba enfrente a un metro y medio de mi, algo... No sé y no quiero...

-N-no... No - niego viendo la cuerda que sostenía un collar -

-Ya, tranquila, vamos Gatita escurridiza - sonrió acercándose, me   tomó por el pie y me arrastró, sin embargo, rasguñé las cobijas, Sebastian abrió los ojos - Señorita!-

-Y-yo... Lo siento - agaché la cabeza sin querer hacerlo, no tenía mucho control sobre mi cuerpo, y eso asustaba - lo siento -

-Bien, cada vez que haga algo mal, soplaré el silbato, así la podré comportar - dijo y fue a buscarlo de nuevo hacia aquel cajón, me cubrí con las mantas, ahí, en ese oscuro lugar, me di cuenta que el mayordomo había cambiado mi ropa, llevaba un vestido diferente, que tenía un pantalón corto debajo, que tenía una apertura donde mi cola pasaba, la cual, la moví cuando Sebastian quitó la manta, me hizo sentarme pero no dejé que me pusiese ese collar - Señorita, por favor, no querrá que lo sople - me mostró aquel silbato, colgando de su cuello por una cuerda - no quiere, o si? - negué - Bien, déjeme ponerle este collar -

-Por qué? - comenzó a ponérmelo, no me agradaba -

-Porque, tiene ese tipo de... Sensor, por así decirlo, que tienen los gatos-

-Eso no tiene sentido - sonrió -

-Claro que sí - acarició mis orejas nuevamente, cerré los ojos, lo sentía sonreír -

-Debo... Irme... No puedo... Yo... -

-Shhhh, bien, vamos a ver qué dice el Conde -

Gata por equivocación Kde žijí příběhy. Začni objevovat