Gata por equivocación

- 2 - Sebastian Michaelis

Me cubrí totalmente. La cola y las orejas con una larga túnica negra.

Entré a la propiedad de los Phantomhive. Fui y toqué dos veces la puerta y se abrió en tan solo unos segundos.

El mayordomo me miró y trató de cerrar la puerta pero no lo dejé.

-Por favor. Ayúdame en algo y me voy. Grell no está conmigo, por favor-  Me dejó pasar. Caminé un poco para luego mirarlo -

-Diga lo que necesita rápido. No tengo mucho tiempo. Bueno en realidad a esta hora sí, pero para una shinigami como usted no- y por unos segundos me miró extrañado. Se acercó un poco - no tiene olor a...

-Ya lo sé! Ya... Ya no soy considerada Shinigami - bajé mi cabeza -

-Que ocurrió?-

-Yo... Necesito que me mates, de una forma no tan dolorosa por favor- lo miré -

-Por qué le consedería tal cosa?- se cruzó de brazos -

-Yo... Es que... Grell... Él... Bueno ella... O lo que sea me obligó a hacer nose qué cosa y todo se cayó sobre mi y... - se acercó lo suficiente y me quitó la túnica. Se me quedó mirando un rato.  Me jaló de la cola - Au! Qué te ocurre. Do-dolió- retrocedí un paso. A saber qué me haría ahora el demonio -

-Podría... ¿Tocarla?- negué. Él se acercó un poco. Iba a irme y regresar en otro momento pero me tomó de la cola y me obligó a que me ponga prácticamente frente a frente- Qué espécimen tan hermoso... Que belleza- decía con los ojos abiertos -

-Solitarias mi cola? En serio duele - negó sonriente y acarició mi cabeza-

-Que linda... Tan suave -

-Podrías matarme y terminar con ésto?- pregunté ya algo nerviosa-

-Por qué habría de hacer eso con algo tan tierno como usted. La llamaré...

-Mi nombre es_____, solo así, y ni se te ocurra...

-Le pondré un collar- Sonrió -  el joven bocchan no me dirá nada. Si la tengo encerrada no- abrí los ojos.

Me volteé para ver por donde salir y cuando encontré la salida iba a correr pero volvió a estirar de mi cola. Que, aunque sea... Pues, solo un cola, dolía-  A dónde va? -

-Creo que conozco a otro Demonio que me ayudará. Podrías soltarme?-  tocó mis orejas - Sueltame! Molesto -

-Venga. Le mostraré la habitación en donde se quedará-

-¡Yo no me quedaré en ningún lugar!- protesté señalando la cola - suéltala Demonio, no me iré a ningun lugar contigo-

-Claro que lo hará -  tomó una de mis muñecas y la acarició con el pulgar ya que aún forcejeaba-

-si ésto es una broma demonio, no es divertido. Para ya - sentí que me puso algo en el cuello. Lo toqué- No soy una mascota! Quítame ésto!-

-Divaine Signorina - sonrió jocoso -

-No mezcles idiomas! Sueltame! Cómo me has puesto esto! - no podía quitármelo. De repente lo vi con una especie de silbato en la mano- Qué es... -  lo sopló y caí de rodillas. Ese sonido era horrible. Me cubrí los oídos lo más que pude. Ese sonido solo paró unos segundos luego de que él dejara de soplar. Sin embargo, sentía algo irritante en mi oído-

-Que divertido - Sonrió - y ya que es un gato, esto le enseñará a comportarse-

-Sebastian no es divertido. Me dolió. Aún retumba en mis oídos - me paré-

-Lo lamento. Pero a su dueño no debería responderle- me tomó de la barbilla. Acarició mis orejas de gato y luego comenzó a jugar con mi cola. Lo aparté. Traté de quitarme el collar pero no podía - No no - ese ruido una vez más. Me cubrí los oídos. Lo miré cuando se detuvo- No trate de sacarselo -

-Sácamelo tú, demonio-

-No lo creo. Además usted está indefensa ahora que se ha convertido en una adorable gatita-

-Te lo suplico- junté mis manos - Mátame y quítame el alma del gato. Los Shinigamis no quieren ayudarme ya que todos están en contra de Grell. Solo ayúdame-

-Por qué lo haría?-

-Por-porque... Yo... No lo sé-  cubrí mi cara con las manos queriendo que todo desaparezca -

-Ese es el problema. Además, le diré una cosa. Ya que no es considerada Shinigami,  ya no la dejaran quedar en su casa y tampoco entrar a la biblioteca. Así que el Legendario Shinigami tampoco la ayudará -Sonrió -  Por qué no pensé en ello antes? Sabe? Me gusta ser la dominación. Qué le parece ser mi sumisa? Una gata como usted...

-No soy una gata -

-Una gatita?-

-Calla mayordomo-

-eso solo me lo dice mi bocchan,  gracias -

-Como sea.  No soy un gato. Ni gata. Ni gatita, ni lo que se te ocurra- me crucé de brazos -

-Entonces explique esto - jala mi cola. Largo un gritillo pequeño lo que lo hace sonreír - se sonroja cada vez que lo hago. Adorable-

-Se llama sentir dolor -

-Si la tiro del piso de arriba, caerá bien? -