Me puse frente al espejo y me cepillé el cabello hasta dejarlo desheredado por completo. Busqué un lazo blanco y me hice una cola alta, de ésas que me hacía para ir a la escuela de niña. El maquillaje me hartaba, pero supuse que la abuela me iba a regañar si iba muy "natural".

Rímel, brillo tenue —asquerosamente pegajoso—. Ya estaba lista.

Me quité la bata que había estado usando para secarme el cuerpo después de la ducha y me puse la ropa interior. Era de Winnie The Pooh y me encantaba.

Me puse el vestido y luego el cinturón. Para cuando fui a verme al espejo, no lo pude creer.

Un maldito símbolo proxy.
A un costado del maldito cinturón.
Iba a matar a ese trío de imbéciles.

— Mierda — susurré. Fui al baño y traté de quitarlo con agua, pero era imposible; seguramente era marcador permanente y eso no salía ni con ácido.

O tal vez sí.
Pero no era momento para experimentar.

Me devolví a la habitación y me convencí de que se veía bien. Estaba bien hecho, el círculo estaba bien y la cruz estaba derecha y simétrica. No habían manchas adicionales, así que no era tan terrible.

Aún así creía que eran unos tontos.

Me puse los zapatos blancos que apenas tenían un poco de tacón. Eso me hacía feliz. Papá no quería que pareciera una ramera.

Pero el vestido que tenía me hacía ver cómo Ángel. O algo así. Era de tela delicada. Se hacía más delgado y suelto hacía las rodillas, por lo que sólo parecía un velo después de la mitad de los muslos.

— ¡Lo encontré! — gritó Lean.

— ¡Menos mal! — grité de vuelta.

— ¡Ahora ven aquí! Por tu culpa se hará tarde.

— Pff.

Abrí la puerta y caminé hacia Lean. Estaba poniéndose la maldita expansión en la oreja.

— Te ves adorable — dije, mirando su terno blanco.

— ¿De verdad?

— Obvio — entorné los ojos —. Ahora vamos, por favor.

~ • ~

El lugar donde se iba a celebrar el acontecimiento me había sorprendido desde el principio; tenía paredes blancas como la crema con finas cortinas negras que parecían el velo de una mujer que va a un funeral. Y había un banquete enorme. Me pregunté si Mike había usado sus poderes raros para obtenerlo todo.

Y ahí estaban los novios, detrás de mi y con gente mirándolos.

Me habían dicho que querían que yo entrara primero porque:

Mike: Nosotros somos los protagonistas y tenemos que deslumbrar. Sorprender. Arrasar.
Lean: Eres nuestra mejor amiga y eres muy importante en nuestra vida.

Ya sabía quién era mejor persona. Tan lindos amigos que me tuve que conseguir.

La música de bodas no era lo que resonaba en todo el lugar, sino una lenta melodía junto con una dulce voz masculina que la acompañaba. Apenas pudiera, le consultaría a los chicos cuál era esa canción.

No Les Tengo Miedo - Fan Fic creepypasta Where stories live. Discover now