No Les Tengo Miedo - Fan Fic creepypasta

Baboso

 

- Muy bien, haremos esto lo más simple posible - dijo Mike al tiempo que instalaba su ordenador en la sala de estar.

- Y a qué te refieres con eso? - pregunté.

- Sabemos que era Masky quien se coló en tu cuarto y que Toby apareció cuando un tipo trataba de robarse tus cosas.

- Es correcto - afirmé.

- Dado el caso - dijo y encendió el ordenador -, voy a revisar cuál fue la falla en mí plan de borrarles la memoria.

- Querrás decir mí plan - observó Lean.

- Por eso; mí plan - dijo Mike. Evité reírme -. Como decía, todos lo datos del plan están aquí.

- Deja de hablar tanto y revisa pronto. Me pones más nerviosa de lo que ya estoy con tanta palabra.

- Ya. Cálmate - dijo y comenzó a teclear rápidamente.

- Ahora sólo falta que aparezca el cara triste - soltó Lean en plan sarcástico.

- ¡Cállate Lean! Si lo dices se hace realidad.

- No puedo creer que creas en esas cosas - bufo.

- No importa. No lo digas. Luego lo invocas con sólo decirlo - dijo Mike.

- Ya ves? No seas baboso - le dije a Lean riendo.

- Oh por favor. No es como si él o ellos estuvieran siempre observándote y si los llamas, aparecen.

- Quién sabe. Suelen ser muy raros y enfermos para sus cosas.

- Afirmas que eres su cosa?

- Eso suena muy mal, Mike.

Un pequeño sonido hizo que los tres nos calláramos completamente. Comencé a temblar. Por culpa de Lean la tensión se había creado y ahora todo me iba a asustar.
Porque Lean NO tiene razón. NO NO Y NO.

- Ya ves lo que haces? - le dije a Lean en un susurro.

- Oh claro. Y ahora resulta que toda la culpa la tiene el pobre cordero rubio - dijo molesto.

- Mejor volvamos a trabajar - dije.

- Querrás decir que yo vuelva a trabajar. Ustedes no están haciendo nada - dijo Mike y se comió una galleta.

- Sabes que yo no tendría idea de qué hacer en ése ordenador en lo que respecta a lo que estamos investigando - dijo Lean.

- Y a mí no me dejarías usarlo. Eres un tacaño.

- Silencio, me desconcetran.

(...)

Mike se quedó pasmado en su ordenador tecleando cosas a toda velocidad y sin darnos ninguna pista o idea de lo que estaba haciendo y descubriendo.

Como Lean y yo ya nos estábamos aburiendo, decidimos poner una película en la habitación de los chicos para matar el tiempo. Era de terror, eso era lo único que Mike tenía.

- Hubiera puesto una de las mías - dijo Lean -, pero las perdí todas hace poco. No sé qué habrá sido de ellas.

Aquel ligero sonido que nos había espantado un rato atrás no había sido un problema luego. No volvimos a escuchar cosas extrañas a lo largo de la película.

- ¡Lo tengo! - gritó Mike cuando la película estaba desarrollando una tensión increíble. Lean y yo saltamos, gritamos y nos reímos del susto - ¿Los asusté?

- No, claro que no - dije con ironía.

- Cómo se te ocurre una cosa así - dijo Lean en el mismo tono.