pecados con mi primo(adaptación)suga y tu

Parte 41

  Me agacho a quitar mis tacones y los sostengo en mis manos.

— Permítemelos. —Miro a J-hope extrañada y se los entrego.

Toma mi mano y metemos los pies a la arena, e empezamos nuestro recorrido. La noche envuelve la playa y la luna resplandece reflejada en ésta. El sonido de las olas arrastrándose en la arena relaja la tensión del ambiente.

— Oye... —Habla J-hope.
— Dime.
— ¿Puedo hacerte una pregunta personal? —Carcajeo.
— ¿Es en serio? Estamos caminando en la playa con fin de coger y vas a preguntarme si puedes hacerme una pregunta personal, ¿Estás bromeando?
— Está bien, tu primo éste... Suga, ¿No? —Lo miro rápidamente.
— ¿Qué pasa con él?
— ¿Tan buena folladora eres que actúa contigo cómo si fueses de su propiedad? —Alzo las cejas en sorpresa.

Me detengo sin dejar de mirarle y él hace lo mismo. Estamos cara a cara.

— ¿Qué te hace creer que tengo algún tipo de relación sexual con mi primo? —Ahora él es el ofendido.
— ¿Bromeas?
— No.
— Yo no actuaría con mi prima de esa manera cuándo la pretendan a menos que me la esté cogiendo y sea de puta madre, ¿No crees? Pero vamos, dime una mentira sobre ello, quiero ver que tan buena eres con eso. —Da unos pasos hacia atrás, y ladea su cabeza esperando mi respuesta.
— Sí... cogemos, follamos, tiramos, a cada que podemos, y no es de nosotros hablarlo con nadie que no sea... nosotros. Por eso por todo un año esto ha sido algo atractivo y nada aburrido para ninguno...

Dentro de lo que cabe claro... Sólo V sabe, él no cuenta como una amenaza para nosotros.

— Pero... —Continuo y él me mira atento— sin embargo todos nos aburrimos tarde o temprano y eso es inevitable en cualquier tiempo, mientras... disfrutamos de lo prohibido, del placer... de un bendecido orgasmo cada que follamos, que, es lo que mantiene nuestra clandestina relación inmune a cualquier inercia. Lo cual, me lleva a intuir que es por eso que es tan emmm... posesivo conmigo, ¿Eso responde tu pregunta?

Asomo mi lengua lentamente y remojo mi labio superior... J-hope me arquea una ceja y antes de que pueda devolver mi lengua a donde antes estaba, éste ya estaba dominando los míos, conociéndolos, saboreándolos, familiarizándose. Coloca ambas manos en mi cabello y lo enreda entre sus largos dedos, empujándome más hacia él, y se separa bruscamente jadeando cómo acabado de correr.

— _______... —Gime.
— ¿Sí? —Mi voz es apenas audible.
— Yo espero... que no te ofenda ser mal tratada por mí ésta noche.
— ¡Oh no hay problema! —Lo interrumpo, y urjo a sus labios.

Llevo el beso a mi propio ritmo de manera salvaje, basta de modales, nadie nos ve, y si lo hacen que disfruten del espectáculo. Me monto en sus caderas y él me sostiene firme de mi trasero, acaricia mis piernas y las lleva su espalda, cruzándolas.

— Bendita tu piel tan suave. —Muerde mi labio inferior, lográndome estremecer.
— Créeme, no es lo único suave en mí.

Alza las cejas en sorpresa y algo cambia en su mirada, no sabría decir qué era, pero esa mirada la he visto antes. Sin más nada qué pensar, él vuelve a mis labios pero ésta vez es él quien lleva el ritmo. Su respiración en densa y sus caricias desesperadas. Me tumba a la arena sin hacerme daño y sin dejar de intercambiarme su saliva. Abre mis piernas y acaricia debajo del vestido, encendiendo hasta mi alma con dueño. Se aleja de mis labios, coloca las manos en mis caderas y en un movimiento rápido me da la vuelta, me apoyo de mis codos, inclinándole una bella vista de todo mi culo. Corre sus dedos a mi feminidad, y casi sentí morir al sentir sus dedos pasar la fina tela de las bragas. Sus dedos resbalan ahí de arriba hacia abajo, cierro mis ojos, y casi puedo sentir su sonrisa aún sin verle a la cara. Ya lo siguiente que sé, es que no tengo braguitas puestas, y estoy sintiendo algo duro en busca de mi intimidad, penetrando de manera brusca.

— ¡j-hope! —Gimo en respuesta.

Y lo siguiente que nuevamente siento es una deliciosa embestida...