Parte 27

3.9K 300 38
                                    

  Él sonríe irónicamente...
– Sí... nunca debió serlo para empezar...
Da la vuelta y se marcha cerrando la puerta tras de él. Estoy muy mal, y él está empeorando todo lo que siento. Prosigo por terminar de vestirme.
No me pondré una camisa floreada, no. Escojo unos jeans cortos, esto será bueno para quitarme la cara de muerta tomando el sol. Una camiseta blanca de tiros finos y unas sandalias de playa. Tomo unos lentes de sol que estaban en la mesita del lado de mi cama y salgo. Ya todos estaban listos y la tal Rosita aún no llegaba... ¡Euh! La invoqué está entrando por la puerta. Está vestida diferente, pero de misma manera que yo, una camiseta igual a la mía, solo que a ella sí que le luce mejor, obviamente por sus mejor y definidas curvas y su pecho más grande y notable que el mío, ah y sus muy bien moldeadas piernas morenas y largas... rápido capta la atención de Suga. Rápido capta mi odio.
– ¿listos para el recorrido? –Habló ella y Suga se levantó de la cómoda rápidamente.
Perra.
– Síganme...
– Toda la vida... –Interrumpió Suga acercándosele y ésta rió sonrosándoseles las mejillas, los padres de Suga rieron igual y los mío no tanto.
Ignórala, ignórala, en alguna cascada se puede caer accidentalmente, ignórala...
* * *
Recorriendo todos los malditos alrededores del lugar, para mí ya nada es entretenido y emocionante, no puedo disfrutar de nada teniendo que soportar a señorita-piernas-de-vara-que-le-coquetea-a-Suga. Nuestras familias  tomando fotos por todos lados y le piden insistentemente a Rosita que se tome fotos con Suga en cualquier esquina que viesen. Estoy harta aburrida y me quiero ir, el sol me molesta y parezco un vampiro, es como si me quemase. Me quito los lentes para que no se me vayan a hacer marcas y me detengo un momento en un lugar donde hay sombra. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo... miro al frente y el enorme y azul mar lleno de vida me hace sentir triste... hasta el agua tiene más vida que yo. Parece que ni mis padres ni mis tios ni nadie notan que ya me alejé. Por doquier hay familias que al igual que yo se les nota que son extranjeros. Todos y cada uno con un guía turístico. En unas están otras Rositas dos, y en otras hay unos hombres que altos, castaños, morenos, blancos, cualquier tipo de piel pero lo que más resalta, sexys, guau.
Veo a un guía que he de suponer ya se le terminó el turno y está quitando su chaqueta de flores... ya no estoy para nada aburrida... Miro de nuevo y ya mis padres y piernas largas no estaban... luz verde. Me coloco los lentes en mi cabeza recogiendo los mechones de cabello cobrizo y sin vida que por ésta se escapan. Me levanto y con algo de estilo me dirijo "distraídamente" hacia él. Sé lo que es disimular y entonces empleo todo ese maravilloso don que tengo para hacerlo. Hay dos personas hablando entretenidamente y él está pidiendo un raspadito de hielo. Miro hace el cielo sin dejar de caminar y tropiezo con esas dos personas que ni cuenta me fijé eran hombre o mujer.
– Ay disculpen lo siento... –
Puse la voz más tierna que tenía dándole la espalda al sexy guía turístico sin dejar de avanzar sin mirar al frente, para cuando volteo es con él con quién tropiezo y me hecha el hielo raspado de helado en mi pecho... soy una maestra, ¿qué puedo decir?
– Ouh puta mierda, lo siento de verdad. –Yo me quedé paralizada con las manos hacia arriba observando lo que él hacía.
Comienza a Limpiar el helado de mis senos con una servilleta pero no tiene ni idea de lo que hace... digo yo... ah no, no sabía, se detiene un momento y mira a su alrededor y luego a mí y se fija en dónde está limpiando, ¿por qué? ¿Por qué tenías que darte cuenta?
– Ehh... disculpa lo siento, soy un imbécil, lo siento. –Se apartó rápidamente y tomó unas servilletas y me las dio.
Yo las tomé amigablemente.
– No tienes por qué preocuparte... ha sido un accidente.
¿Podría sonar más tierna mi voz algún día en la vida? Yo creo que no.
– Lo siento yo no tuve cuidado al pasar ni nada, soy un idiota, lo siento de verdad lo siento... –Bésame, cállate pendejo y bésame.
– No hay cuidado. –de verdad no lo hay.
Limpio mis senos de puta lentitud y sé que él me está mirando... tiene una mirada bastante pesada debo decir. Termino de limpiar y lo miro, él rápidamente quita la mirada de mi pecho y sonríe.
– Jung Ho Seok... J-hope para ti linda. –Extiende su mano y yo la estrecho con una sonrisa algo picara.
Hace mucho que no hacía algo de éste tipo.
– ______... _______ _______...
– Y yo soy Min Yoon Gi, hola.
Hsksba llegó el jefe e.e  

pecados con mi primo(adaptación)suga y tuUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum