El paso del tiempo

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Para Jace era sencillo enfrentar a su hijo William en una batalla de espadas, Will poseía la espada que alguna vez fue de Stephen Herondale, había aves en el mango, símbolo de la familia. Will entrenaba arduamente desde que había comenzado a caminar, lo amaba, le gustaba ser fuerte, proteger a su hermana, lo que era su móvil en todo. Jace le había dicho que sería tan fuerte como él, que lo era cada vez más después de cada entrenamiento.

Jace se movía concentrado hacia su hijo con una mano en la espalda, el reto al pequeño era hacer que su padre usara también su mano izquierda para defenderse.

- Tu defensa – Dijo Jace instruyendo a su hijo. – Mirada al frente, no pierdas de vista a tu oponente.

Will intento seguir el ritmo de su padre, lo hizo bien hasta que su cuerpo de niño de diez años no se lo permitió. El agotamiento llego a él, tropezó y cayó. La espada Herondale cayo lejos de su mano.

Will se quejó de su falla, un Cazador de Sombras nunca debe soltar su arma.

Jace tomo la espada y le dio la mano a su hijo para que dejara el suelo. – Muy bien. – Le dijo sonriendo. – Lo has hecho excelente.

Will no entendió esto. – Pero no pude ganarte, no pude.

Jace le dio la espada y se acuclillo para limpiar la ropa con polvo de su hijo. – No necesitas ganarme. – Le dijo Jace con voz suave. - Solo superarte a ti mismo en cada entrenamiento. Y siempre lo haces, siempre lo has hecho.

Eso Will lo entendió de inmediato y sonrió satisfecho. - ¿Revancha?

Jace miro con orgullo a su hijo. – Ve y descasa, es turno de tu primo.

Nathan estaba observando atentamente desde un tronco, ellos se encontraban en las profundidades del bosque, en un prado suficientemente grande para que ellos pudieran entrenar. - ¿Qué dices? – Le pregunto Jace desde el centro del terreno y ofreciéndole una espada. - ¿Quieres intentar?

Nathan se levantó y camino hacia él, Will le encontró a mitad de camino, el niño levanto su mano y Nathan la choco con él. – No se lo dejes fácil. – Le dijo. – Se terminó el jugo esta mañana ¿recuerdas?

Nathan rio, en un instante su semblante cambio a uno de extrema concentración. Se colocó frente a Jace y se preparó.

- La misma regla. – Dijo Jace poniendo su mano izquierda en su espalda. Quizás Nathan era mayor que Will, pero no tenía ningún entrenamiento a excepción del entrenamiento que había recibido durante su tiempo en casa de Los Herondale. – Respira profundo, enfócate.

Nathan lo hizo.

El enfrentamiento fue más feroz de lo que Will se hubiera imaginado, Su padre avanzaba dos pasos hacia Nathan, pero este le hacía retroceder uno, la espada ya parecía ser parte de su brazo, como si siempre hubiera estado con él.

Jace se esperaba la fuerza de Nathan, un joven de su edad con su entrenamiento, bastante predecible, lo que nunca se espero fue su velocidad, era ligero y tenaz, sus ojos verdes estaban enfocados en él y su concentración en una sola cosa, el combate fue inquieto, ambos se movían lo más que podían para deshacerse del acoso del otro, llegaron a la línea de árboles y Nathan uso uno para saltar en una vuelta por encima de la cabeza de Jace, ahora estaba a su espalda y Jace no sabía si giraría a tiempo, con toda su energía lo logro y por un momento olvido que luchaba con alguien inexperto y además, un joven de dieciséis, Jace uso toda su fuerza para bloquear el ataque de Nathan y con ambas manos respondió. Hubo un feroz choque de espada contra espada. Nathan voló por el impacto deteniéndose cuando chocó contra un árbol. Fueron solo unos segundos antes de que Jace se percatara de lo que había hecho.

Guerra FríaWhere stories live. Discover now