Bianzalo. Destinos Cruzados♥ [TERMINADA]

Capítulo XCI

-¡MI AMOR!- exclamó Bianca.

-¿Y vos quién sos?- preguntó Gonzalo.

-¿Cómo quién soy? Gonza, soy yo Bianca, tu novia...

-El amor de mi vida ¿no?

Bianca lo miraba confundida.

-Es una broma mi amor cómo me voy a olvidar de vos- exclamó Gonzalo al ver el rostro desconsolado de su novia.

-¡Gonzalo! Te acabas de despertar después de semanas y tenés ganas de hacer chistes.

-Bueno perdón es que quería ver tu reacción si te olvidaba.

-Te pego para que te acuerdes de vuelta- dijo la joven- ¿Cómo estás?

-Bueno, un poco dolorido- respondió-¿dormí mucho?- bromeó.

-Dos semanas, pensé que no te despertabas más.

-Lo dudo, todos los días escuchaba una voz que me rogaba que me despierte- dijo Gonzalo- ¿Estuviste todo este tiempo acá?

-Si, colegio y clínica.

-Sos tremenda, tenías que pasar tiempo con tu familia.

-Ellos también estuvieron acá, todos lo hicieron.

-Permiso- exclamó Sergio-. La enfermera me dejó pasar ¿cómo estás?

-¿Y este quién es?- bromeó el joven.

-Gonzalo- exclamó Bianca-. Se despertó gracioso el señor.

-Eso quiere decir que está perfecto- dijo Sergio.

-¿Esta mi viejo?

-Si, estuvo todo el tiempo no se despegó un segundo de vos. Creo que tenía miedo de que te pasará algo peor y ustedes estuvieran...

-Peleados- continuó Gonzalo-. Me acuerdo que discutimos y me fui como loco.

-Eso que te pedí que no lo hicieras.

-Ya sé, pero estaba cansado de siempre la misma cantarina, igual creo que me zarpe un poco. Le dije cosas de mi vieja...

-Bueno ahora descansa y después van a poder arreglar sus cosas.

-Eso, además capaz que mañana te dan el alta.

-Justo para tus dieciocho.

-Gua que estuve unos días fuera eh

Bianca y Sergio salieron de la habitación para que pudiera entrar Roberto. El hombre estaba asustado por la reacción que su hijo podría tener al verlo.

-¡Hijo!- exclamó cuando lo vio- ¿Cómo te sentís?

-Bueno, me duele un poco el cuerpo, pero seguro es de estar tanto tiempo acostado.

-Ah hijo si te pasaba algo yo me moría con vos.

-Eh no exageres viejo. Soy duro de romper.

-Perdón por todo, por como te traté no era mi intención...

-No, perdóname vos a mi, me fui al carajo con lo de mamá.

-Estábamos los dos nerviosos y creo que en muchas de las cosas que dijiste tenías razón.

-No, lo dije en caliente y vos no tenés la culpa de nada.

-Bueno ya está. Te propongo que empecemos de nuevo nuestra relación padre e hijo- exclamó Roberto extendiéndole una mano.

-Me parece perfecto- dijo Gonzalo con una amplia sonrisa.

-Sabes que estos días comprendí tu amor por Bianca, no se quería despegar un segundo de tu lado. Creo que lo de ustedes es más que algo adolescente. Se aman de verdad.

-Te lo dije, ella es todo para mí, no me imagino la vida sin ella.

-Y vos sos todo para ella. Me pone feliz que hayas encontrado alguien así. Me recuerdan a tu madre y a mi...- exclamó y luego abrazó a su hijo.

A la mañana siguiente le darían el alta a Gonzalo, a pesar de no haber estado despierto todos sus signos vitales funcionaban a la perfección por eso se podría ir a su casa y seguir con el reposo.

-¡Feliz cumpleaños!- exclamó Bianca entrando con un cup cake que tenía una vela.

-Gracias- dijo el joven dándole un tierno beso.

-A la tarde van a ir los chicos a tu casa, quieren verte y vamos a festejar mínimamente.

-Y si, como dice Mica "no se cumplen dieciocho años todos los días"- bromeó.

-Por eso, ya sos mayor de edad.

-Increíble- murmuró Gonzalo-. Ayer hablé con viejo y parece que después de toda esta locura empezó a quererte.

-Me pareció, porque me trataba demasiado bien- exclamó Bianca y miró su reloj.

-Uh me tengo que ir amor.

-¿A dónde?

-Médico, los análisis que me hice los tiene que ver para que confirmen que no tengo nada y que es todo producto del estrés.

-Bueno avísame a penas sepas.

-No te preocupes que salgo y vuelvo para acá- dijo dándole un besó- Te amo- y luego se fue.

Llegó al sanatorio donde tenía el turno, estaba tranquila porque sabía que todo lo que le pasaba era producto de las cosas que había vivido. Enterarse que sus padres eran otros sumado al accidente de Gonzalo se le hacía normal que estuviera baja de defensas.

-Di Pasquale- llamó el doctor. Bianca se levantó de la silla y entró al consultorio- ¿Cómo estuvimos estos días?

-Un poco mejor, no me mareo y estuve comiendo bien.

-Eso es una buena noticia entonces- exclamó el doctor y luego tomó el sobre con los análisis de Bianca-. Vamos a ver qué dicen​ los resultados- dijo y luego lo abrió, comenzó a leerlos, Bianca lo observaba atentamente cada expresión que hacía-. Muy bien.

-¿Esta todo bien?

-Si, la realidad es lo que sospechaba. No estás anémica y los valores de la sangre están bien. Las defensas están un poco bajas, pero lo que te produjo esos síntomas fue otra cosa...

-¿Qué?- preguntó asustada

Bianca salió del consultorio sin saber para dónde ir, comenzó a caminar y luego de un rato se encontró parada en la puerta de su casa, en la que había vivido durante tantos años. Sin pensar tocó el timbre y Daniela le abrió.

-¡Bian!- exclamó feliz la mujer- ¿qué haces acá?- agregó. Bianca la miró y sin pensarlo la abrazó. Daniela la hizo pasar, se sentaron en el comedor y le ofreció un té.

-Gracias- exclamó la joven tomando la taza- perdón que vine sin avisar es que...

-Esta sigue siendo tu casa hija- dijo tiernamente- ¿Pasó algo con Gonzalo?

-No, él está bien. Se despertó y le van a dar el alta.

-Si eso sabía, Daniel nos daba el parte médico todos los días- contó-. Entonces ¿qué te pasó?

-Vengo del médico...

-¿Y? ¿Cómo salieron los resultados?

-Bien- dijo con un hilo de voz- no estoy enferma...- agregó con lágrimas en los ojos.

-Hija, entonces ¿por qué te pones así?

-Estoy embarazada- exclamó rompiendo en llanto.

-Ay Bian, pero eso es una noticia hermosa- dijo Daniela mientras la abrazaba.

-Es que no se cómo lo va a tomar Gonza, además somos chicos...

-Yo tenía tu edad cuando supe que Emi estaba en camino, además Gonza se va a poner feliz. Si él te ama.

-No lo puedo creer- exclamó Bianca, estaba rara con la noticia.

-¡Te felicito hija!- dijo Daniela y la abrazó fuertemente. Bianca se quedó abrazada un buen rato, extrañaba los abrazó de esa mujer que la había criado.