A la mañana siguiente Bianca se levantó antes que los demás, se puso el uniforme y bajó a la sala de informática, ahí imprimió el mail que había recibido la directora; guardo el papel en un sobre y volvió a subir a su habitación, al entrar vio que sus amigas seguían durmiendo. Sin hacer mucho ruido se acerco hacia la cama de Luz.
-Luz- le dijo suavemente-, Luz- insistió.
-¿Quéeee?- dijo dormida su amiga.
-Levántate, por fa, necesito un favor.
-¿Qué hora es?
-Las seis y media, dale Luz; te espero afuera- le insistió. Veinte minutos después las dos amigas se encontraban en el pasillo de las habitaciones.
-¿Qué pasó Bian?
-Necesito que escribas el nombre de Gonza en este sobre- le dijo sonriendo.
-¿Para qué?
-No te puedo contar.
-Otra vez los secretos- respondió Luz, medio enojada.
-Luz, no es algo que tengo que contarte yo, es un secreto de Gonza no te lo puedo decir.
-¿Y porque no lo escribís vos?
-Porque van a reconocer mi letra y no quiero que sepa que lo estoy ayudando.
-¿Por qué no?, a lo mejor te perdona- le dijo mientras tomaba la lapicera y escribía en la parte delantera del sobre "Gonzalo Gravano".
-No creo, es muy orgulloso, seguro ni lo lee si sabe que es de mi parte.
-Listo- dijo entregándole el sobre.
-No tan rápido, necesito un favor más- agregó muy sonriente Bianca.
Las dos amigas se dirigieron al sector donde estaban los cuartos de los varones, sin hacer mucho ruido se acercaron a la puerta de la habitación de Gonzalo, pegaron la oreja para tratar de escuchar algún ruido pero todo estaba en silencio.
-Bien, tira el sobre, golpea y corremos- le explico Bianca a Luz.
-Bian, si vamos a salir corriendo, ¿Por qué no lo haces vos?- se quejó Luz.
-Porque vos sos más rápida- mintió.
-Voy hacer de cuenta que te creo- Luz se agachó para tirar el sobre por la hendija, pero en el segundo que estaba apoyando el sobre la puerta se abrió.
-¿Qué hacen acá?- preguntó Sergio confundido, quien al parecer recién se levantaba ya que solo tenía puestos sus bóxers.
-Eh, nosotras...- comenzó a tartamudear Luz.
-Veníamos a ver si querían que le trajéramos el desayuno- mintió Bianca.
-¿Por qué esa bondad?
-Pasa que nos levantamos temprano y dijimos vamos a ver a los chicos, ustedes siempre tan pendientes de nosotras y queríamos devolverles el favor- volvió a mentir Bianca. Luz estaba muda.
-¿Quién es?- preguntó Gonzalo desde adentro.
-Las chicas, dicen que si queremos algo de desayunar- gritó Sergio.
-Buenooo- contestó Gonzalo.
-Traigan unos jugos y medialunas, mientras me cambio- les dijo Sergio.
-Si querido, no podes andar así por la vida- le dijo Bianca. Luego Sergio cerró la puerta-. Genial, ahora vamos a tener que ir a buscarles el desayuno- agregó para sí misma.
-¿Y la carta?- preguntó Luz.
-¿Ahora reaccionas?, si la dejamos ahora van a sospechar, vamos a buscar el desayuno, después entramos antes al salón y se la dejamos en su banco.
-¿Y esa bondad de las chicas?- pregunto Gonzalo a Sergio cuando volvió a la habitación.
-No sé, pero mejor así tengo tiempo de bañarme- contestó y fue directo al baño.
Veinte minutos después, los mellis, Gonzalo y Sergio estaban cambiados esperando el desayuno que las chicas le iban a traer.
-Eu, ¿qué onda vos anoche?- preguntó Rama a Sergio.
-¿Por qué?
-Dale, no te hagas vimos que te fuiste con Cintia después de la cena y volviste como a las cuatro de la madrugada por ahí.
-Perdón mamá- bromeó Sergio.
-Dale contá- insistió Nacho.
-Nada fuimos a caminar por ahí.
-¿Por ahí? Hasta las cuatro de la mañana- dijo Gonzalo.
-Bueno está bien, anoche Cintia y yo, estuvimos juntos.
-Si ya sabemos, se fueron juntos- dijo Nacho.
-No tarado, anoche con Cin tuvimos relaciones.
-¿QUÉ?- dijeron los tres amigos a la vez. De fondo se escuchó como algo caía al piso y se rompía, acompañado de un grito ahogado.
-¿Y eso?- preguntó Gonzalo, abriendo la puerta. Del otro lado estaba, Bianca junto con Luz, quién estaba arrodillada juntando los pedazos de vidrios rotos.
-Ay- dijo de repente Luz, las lágrimas brotaban de sus ojos.
-LUZ- dijeron a la vez, agachándose Gonzalo y Bianca. Su amiga se había clavado un pedazo de vidrio en la mano.
-Estoy bien, ay- mintió. Sergio se asomó a la puerta, al igual que los mellis.
-Luz, ¿qué pasó?- preguntó Sergio.
-Nada, ay, estoy bien- dijo la joven entre lágrimas.
-Ustedes junten esto, yo la llevó a la enfermería- dijo Bianca.
-Las acompaño- agregó Gonzalo saliendo atrás de las chicas.
Llegaron a la enfermería y la enfermera les pidió que esperaran afuera, Bianca estaba asuntada por su amiga, no había sido un gran corte pero sabía que estaba mal por lo que había escuchado.
-Va a estar bien- le dijo Gonzalo sentándose a su lado.
-Si ya sé, pero no me preocupa el corte- dijo angustiada.
-¿Lo escuchó a Sergio no?- preguntó el joven.
-Sí, creo que esto le va hacer muy mal.
-No podes hacer nada Bian, digo no podes obligar a Sergio que sienta algo por ella.
-Ya lo sé, pero me gustaría que ella piense en otros chicos.
-¿Cómo esta Luz?- dijo Sergio alterado llegando a la enfermería.
-Bien, no nos dejan entrar- le explicó Bianca.
-Vayan a clases, yo me quedó- insistió Sergio.
-No creo, Ser ella...
-Vamos- la interrumpió Gonzalo tomándola de la mano, el cosquilleo que siempre habían sentido volvió a recorrer sus cuerpos.
-¿Por qué lo dejaste? Si Luz lo ve...
-Le va hacer bien, confía en mí- dijo Gonzalo.
Bianca y él se dirigieron al salón, pero antes de entrar la joven notó que todavía tenía el sobre con el mail en la mano, tomó coraje y lo volvió a agarrarlo de la mano, pero esta vez lo llevó hasta el patio trasero.
-¿Por qué tanto misterio?- preguntó Gonzalo cuando llegaron.
-Por esto- contestó la joven dándole el sobre.
Gonzalo agarró el sobre, se sentó en el pasto, lo abrió y comenzó a leer. Bianca se sentó a su lado y espero la reacción del joven.
-No entiendo- dijo confundido.
-Ese mail le llegó a la directora, esa tal Marcela Méndez esta depositando plata para vos.
-¿Cómo lo conseguiste?
-No tiene importancia, pero es una pista, va es un nombre.
-Gracias- le dijo mirándola a los ojos, y luego la abrazó fuertemente.
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Bianzalo. Destinos Cruzados♥ [TERMINADA]
FanfictionBianca Di Pasquale tiene 16 años y esta pasando el mejor verano de su vida con sus amigas, hasta que una traición le rompe su frágil corazón dejándola sin ganas de nada. Hasta que alguien muy especial se cruza en su camino. Gonzalo Gravano, un jove...