Capitulo LXVII

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-Che ¿y Bian?- preguntó Azul a sus amigas.

-No quería venir, seguro se quedó sentada sola- exclamó Mica.

-Sola no, estaba con Gonza cuando la vi- dijo Luz.

-Entonces está bien acompañada- exclamó Azul.

Las tres amigas rieron creyendo que su amiga estaba "a salvo" con Gonzalo. Cuando en realidad los dos jóvenes se encontraban perdidos en el medio del bosque sin forma de comunicarse con algunos de sus amigos.

-Te dije que no vinieras por acá- reprochaba una y otra vez Gonzalo a la joven mientras seguían caminando en círculos.

-Si no me hubieras seguido...

-Estaría igual de perdida, pero sola- la interrumpió.

-Bue como que vos estas siendo de mucha ayuda. Ya pasamos por acá.

- ¿Cómo sabes?

-Reconozco los árboles Gonzalo, estamos dando vueltas hace veinte minutos- se quejó elevando la voz-. Para mi debemos quedarnos acá, se van a dar cuenta que faltamos y van a venir a buscarnos.

-Okey, quedemos acá a esperar entonces- dijo el joven sentándose en indiecito en el piso- ¿tenés frío?

-Uno poco- respondió la joven sentándose a su lado- ¿de qué querías hablar?

- Lindo lugar para charlar.

-Nadie nos va a interrumpir- bromeó Bianca.

- ¿Por qué le dijiste a Luli que nos acostamos anoche?

-Perdón ¿se enojó tu novia?

-Uno, Luli no es mi novia. Dos, respóndeme- dijo Gonzalo seriamente.

-A caso no pasó eso.

-Para nada, estuvo a punto de pasar, pero...

- Pero ¿qué?

-No me pareció justo, vos estaba borracha y no iba aprovechar la situación. Para mí no sos cualquier chica.

Bianca lo miró completamente enamorada, cualquier hombre hubiera aprovechado su estado de borrachera, pero él en cambio se resistió.

-Me moría de ganas, no te voy a negar que te extraño, pero me la banqué.

- ¿Cómo terminamos así?

-Supongo que por mi culpa.

-Más bien de los dos, yo hice lo mío también. Sino no hubieras besado a otra.

-Eso no tiene nada que ver, lo de Luli fue una confusión. Ella estaba mal y se me abalanzó, no podía hacer nada.

-Correrte era una opción- exclamó Bianca. Gonzalo la fulminó con la mirada- ¿qué? No me mires así te corrías y listo.

-Se me tiró encima Bian.

-No quiero detalles- dijo con cara de asco- ¿te gustó el beso?

-No, porque no eran los tuyos- dijo el joven acercándose lentamente hacia Bianca, pero ella se corrió rápidamente.

-No te aproveches, todavía sigo enojada.

- ¿Qué es lo que no me podés perdonar?

-La traición Gonzalo, me juraste que no me ibas hacer lo mismo que Paio y mira.

-Yo no soy Paio, él te engañó porque quería en cambio yo jamás te haría eso. Bianca te amo y nada de lo que digas, hagas o pase va a cambiar lo que siento.

-Lo nuestro era mágico, era ideal llegaría a decir, pero lamentablemente se rompió- dijo la joven con lágrimas en los ojos.

-No mi amor- exclamó Gonzalo tomándole el rostro- no está roto, pasamos por cosas peores no nos podemos rendir ahora. Yo te necesito, me muero sin vos, no existo.

-No seas exagerado- exclamó Bianca apartando su cara.

-No exagero, vos sabes lo que me pasa con vos porque  sentís lo mismo. Pudiste perdonar a las chicas ¿por qué a mí no?

-Porque te amo y duele que la personas que amas te lastimen, además no es fácil borrarme de la mente la imagen de ustedes dos besándose.

-O sea que nunca me vas a perdonar.

-Por ahora, no puedo.

-Okey, pero quiero que sepas que yo no me voy a rendir tan fácil vas a tener que rechazarme muchas veces.

-Basta Gon, no te hagas esto, es peor para los dos.

-No, a mí me duele más estar así a que me rechaces cada vez que te pida perdón.

Los dos se quedaron en silencio, pensando para sus adentro. Bianca se moría de ganas de besarlo, de abrazarlo, pero su maldito orgullo era más fuerte que el amor que le tenía.

- ¿Dónde vas? - exclamó la joven al ver que él empezaba a caminar.

-No me banco más esta tranquilidad, voy a buscar la salida.

-Para no me dejes sola.

Mientras tanto el resto del grupo ya estaba nuevamente reunido en la colina, pero nadie se había percatado de que faltaban los chicos.

- ¿Estamos todos? - preguntó el coordinador.

-No paren, falta Gonzalo- exclamó Sergio.

-Y Bian- agregó Mica.

- ¿No estaban en el árbol? - preguntó el coordinador.

-No, ellos se quedaron en la colina, salvo que hayan entrado después- explicó Luz.

-Los hubieran visto- dijo la guía.

-Chicos se quedan todos acá que vamos a registrar el bosque.

Daniel y el coordinador bajaron rápidamente, en Bariloche oscurecía temprano y el sol ya se estaba ocultando, pronto el bosque estaría completamente oscuro.

-Creo que ese es el camino- dijo señalando unas luces que veía desde lejos-, si dale vamos- agregó tomándole la mano para que fueran más rápido.

Al fin habían encontrado el sendero por el cual debieron de entrar, después de caminar un largo tramo se chocaron con el árbol de la leyenda.

-Gua es enorme de verdad- exclamó Bianca.

- ¿Crees en la leyenda? - preguntó Gonzalo.

-Sabes que siempre creí en esas cosas- dijo Bianca- ¿qué haces? - preguntó mientras observaba a Gonzalo tomar una piedra.

- Tallar nuestras iniciales.

-No Gonzalo.

- ¿Por qué? Dicen que el amor se vuelve puro y eterno, y yo quiero eso para nosotros.

-No es el mejor momento para hacerlo, te recuerdo que estamos pelados.

-No me importa, pelados o no el amor sigue intacto. Además, considero una señal que los de la leyenda tengas nuestras iniciales- exclamó mientras terminaba de tallar la letra "B".

-Estás loco- dijo sonriendo la joven.

-Siempre te dije que vos tenés la culpa de eso- exclamó y ambos se aproximaron para darse un beso, estaban frente a frente, respiraban el mismo aire, ambos se iban acercando de a poco.

-Bianca, Gonzalo por fin- interrumpió la voz de Daniel.

Los dos jóvenes se distanciaron rápidamente.

- ¿Interrumpí algo?

-No, estábamos esperando a que nos vengan a buscar- dijo rápidamente Bianca y comenzó a caminar.

Dos horas después los chicos se encontraban en el hotel preparándose para la noche que se les venía, Bianca no podía dejar de pensar cada palabra hermosa que Gonzalo le había dicho, era increíble como a pesar de todo él no se rendía, por eso lo amaba tanto. Por su parte Gonzalo lamentaba no poder haber besado a Bian, pero había tallado las iniciales en el árbol de los enamorados, si la leyenda era real su amor seria eterno, aunque ellos no sabían que sin la leyenda su amor ya era eterno y puro.

Bianzalo. Destinos Cruzados♥ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora