Capítulo 4: Del verano...

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Bianca vio como el joven se alejaba y un impulso la obligó a gritar que la esperaba, no sabía porque pero cuando tomó su mano un cosquilleo recorrió su cuerpo, cuando sus miradas se chocaron se sintió completa.

Llegaron de la mano a la parte de de la playa donde estaba la fiesta, Bianca buscó con la mirada a sus amigas pero no había rastro de ellas. En cambio Gonzalo enseguida encontró a Mateo en la barra y Facundo que seguía pasando música. Llegaron al centro de la pista y comenzaron a bailar, se entrelazaban las manos y se miraban como si se hubiesen conocido de toda la vida.

-¿No te duele?- preguntó Bianca señalando la cabeza.

- La estoy pasando muy bien como para pensar en si me duelo o no- respondió Gonzalo con una amplia sonrisa. Bianca no supo porque pero quedó "enamorada" de esa sonrisa. Siguieron bailando hasta que Facundo decidió poner una canción lenta, todos a su alrededor se abrazaron y comenzaron a bailar. Los dos se miraron sin saber que hacer-. Mejor voy a buscar algo para tomar- dijo rápidamente Gonzalo.

Bianca asintió con la cabeza y quedó bailando sola hasta que unas manos la tomaron por la cintura, sobresaltada se dio vuelta y se encontró con Mica.

-¿Dónde te había metido?- preguntó su amiga exaltada.

-Fui a caminar por ahí- respondió Bianca nerviosa, tenía la mirada en Gonzalo, no quería que Mica la viera con él.

-Me dijo Azul que te llamo Pablo- preguntó Mica.

-Sí, nada me dio miles de excusa y no tenía ganas de escucharlo así que le corte- le contó.

-Me parece perfecto- dijo sonriente-. Me voy que me están esperando- agregó y se fue saltando.

-¿Quién?- gritó Bianca, pero su amiga ya estaba lejos, pudo divisar a lo lejos a un joven o mejor dicho un muchacho alto, morocho pero no sabía quién era.

- No sé qué te gusta y como recién nos conocemos para que no desconfíes te traje agua- dijo Gonzalo cuando llegó.

-Gracias- respondió y bebió de un sorbo el vaso de agua, pero cuando llegó a su garganta sintió un gusto amargo e impulsivamente lo escupió-. Esto no es agua- dijo y fulminó al joven con su mirada.

-Perdón me confundí, ese era mi vaso- respondió nervioso Gonzalo, tomo el vaso que ella tenía y le dio el suyo. Bianca se bajo el vaso de agua en menos de un segundo.

- Ahora si- dijo relajadamente-. ¿Vamos a caminar?- agregó mirándolo. No quería bailar, la música lenta seguía y algo dentro suyo le gritaba que fuera con él a caminar.

-Vamos- respondió sonriente.

- Así que... ¿estás de vacaciones con tu familia?- preguntó Bianca mientras caminaban a la orilla del mar.

-No, vivo acá- respondió sin dar más detalles, le inspiraba confianza pero no para contarle su vida-¿Y vos?- agregó.

-De vacaciones con amigas, mañana nos volvemos.

-Me acabas de romper el corazón- dijo haciendo puchero.

-¿Por qué?- pregunto Bianca nerviosa y sonriente.

-Es que no creo volver a ver una chica tan hermosa como vos- dijo, se detuvo y se paró frente a ella.

- Que bobo- respondió nerviosa y soltó una carcajada.

-Por estas cosas odio el verano, chicas lindas que jamás volvés a ver- agregó Gonzalo.

-O sea que todos los veranos te pasa lo mismo- la voz de Bianca sonó cortante.

-Sí, la playa se llena de chicas, pero ninguna como vos- dijo Gonzalo acercándose a la joven; cada vez era menos la distancia entre los dos.

-Ahí va el chamuyo- dijo Bianca tratando de alejarse, pero Gonzalo ya la tenía tomada de la cintura, sus respiraciones chocaban, prácticamente respiraban el mimo aire, se acercó cada vez más, Bianca estaba inmóvil; su cabeza le gritaba que se fuera pero por otra parte quería quedarse, quería besarlo. Se escuchaba la música de la fiesta de lejos y el sonido de las olas. Gonzalo estaba decidido la iba a besar, se acercó pero un ruido interrumpió el momento. El celular de Bianca estaba sonando.

-Perdón- dijo nerviosa y enseguida atendió.

*llamada*

-Biaaaaan, ¿dónde estás?- dijo la voz de Mica.

-En la playa, ahora voy, espérenme- dijo rápidamente y cortó.

*fin de la llamada*

Por más que sacó su teléfono la distancia entre ambos no se había ampliado, seguían igual de cerca.

-Me tengo que ir- dijo Bianca guardando su celular.

-¿Tan rápido?- reprochó Gonzalo.

-Sí, mis amigas me están buscando- respondió.

- Bueno un placer conocerla señora golpeadora de verano- dijo riendo el joven.

-Igualmente y de nuevo perdón por el golpe.

-No fue nada, valió la penal al final- dijo sonriendo, volvió a acercarse para tratar de besarla, Bianca estaba nuevamente inmóvil lo iba a besar estaba decidida, hasta que la imagen de Paio cruzó por su mente.

-Chau- dijo rápidamente y le dio un beso en el cachete. Sin mirar atrás se fue hacía donde estaba la fiesta a encontrarse con sus amigas, sabía que jamás volvería a ver al chico de la playa, que fue cosa de esa noche y nada más.

-Bianquita, al fin nena- dijo Mica en tono patinoso, Bian enseguida se dio cuenta que su amiga estaba un poco borracha.

-¿Vamos?- dijo. Las cuatro amigas se fueron de la fiesta, mientras se iban Bian miró para la playa donde había estado con aquel chico pensado que lo vería por última vez a... La mente se le puso en blanco, después de haberlo golpeada, bailado y caminado con él nunca se le ocurrió preguntarle el nombre. Al final de cuenta solo sería el chico del verano.

Gonzalo se quedó en la playa mirando cómo se iba rápidamente la única chica que había despertado en él raros sentimientos que jamás había sentido; y lo peor de todo sabía que nunca la volvería a ver. Había sido una de sus mejores noches, tranquila, a comparación de otras, pero algo en los ojos de esa chica le había trasmitido paz, o mejor dicho seguridad. Recordó su rostro en su mente y prometió tratar de no olvidarlo; al fin y al cabo era lo único que recordaría, ya que no sabía su nombre, sería solamente la chica del verano.

Bianzalo. Destinos Cruzados♥ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora