Bianzalo. Destinos Cruzados♥ [TERMINADA]

Capítulo LXXXIII

A la mañana siguiente sus amigos la despertaron con un desayuno, todos desayunaron en la habitación. Bianca y Gonzalo aprovecharon para contarla noticia de que habían vuelto y que además estaban comprometidos.

-Al fin- exclamó Nacho-, son insoportable separados.

-Ey dejen de decir eso- exclamó Bianca-. Bueno yo los quiero a todos, pero nosotras tenemos que prepararnos para ir a clases- agregó. Los varones la volvieron a saludar y luego dejaron sola a las chicas.

Las chicas se bañaron y cambiaron para ir a clases, antes de salir Helena entró en la habitación.

-Vayan chicas, después las alcanzo- exclamó Bianca.

- ¡Feliz cumple! - dijo Helena abrazándola con lágrimas en los ojos-. No puedo creer que estén tan grande, ayer eras una nena y hoy sos una mujer- agregó volviéndola a abrazar.

-Gracias tía- exclamó Bianca-. Pero me vas a dejar sin aire- bromeó.

-Perdón, es que la emoción...

-Ya sé, pero igual es un cumpleaños nada más.

-Yo te quería dar esto de regalo Bian- dijo dándole un pequeño paquete.

- ¿Qué es tía?

-Eso lo compré hace muchos años, es para mi hija, pero hasta que lo encuentre...

-No tía, no lo puedo aceptar. Es para tu hija y estoy segura que pronto van a estar juntas.

-Por eso necesito que lo tenas, vos sos como una hija para mí. Lo fuiste todos estos años- dijo Helena no pudiendo contener las lágrimas.

-Bueno gracias- exclamó Bianca y abrió el paquete. Dentro había una cajita que contenía un collar con la inicial "B"-. Justo mi inicial.

-Sí, hay algo que nunca te dije, pero yo si mi bebé era nena se iba a llamar Bianca, después de todo lo que pasó tus papás me dejaron ponerte ese nombre y por eso creí oportuno este regalo.

-Gracias tía, es muy especial para mí- dijo la joven y la abrazó-. Y por favor deja de llorar que me vas a ser sentir vieja- bromeó y ambas salieron de la habitación.

Cuando llegó al salón el resto de algunos de sus compañeros la saludaron, luego el timbre sonó y el profesor Daniel entró a clases. Como siempre las dos horas de Filosofía pasaron rapidísimo y el timbre del recreo sonó.

-Bianca- dijo Daniel cuando todos se fueron.

- ¿Qué pasó? - preguntó asustada.

-Nada, solamente quería desearte un muy feliz cumpleaños- exclamó y sin pensarlo la abrazó-. Perdón es que...

-Tranquilo, usted es como mi tío político- dijo Bian.

-Si es verdad- exclamó nervioso-. Me tomé el atrevimiento de comprarte una pavada.

-No hacía falta prof... Daniel, no soy muy fan de los regalos.

-Lo sé, pero me pareció una manera de recompensar todo lo que hiciste por Helena y además sos una gran chica- exclamó sacando una bolsa de su mochila.

- ¡No! - exclamó emocionada Bianca-. Muchísimas gracias, es el libro que tanto quería- agregó abrazándolo.

-Me alegro que te haya gustado- dijo contento- ¿Y esa cadenita?

-Ah, regalo de mi tía ¿no es hermosa?

-Sí, lo es- dijo con lágrimas en los ojos-. Bueno espero que disfrutes de tu día y ahora hay que portarse bien.