Capítulo XI

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La fiesta comenzaba a las ocho de las noche del día sábado; unas horas antes los chicos estaban en el gimnasio terminando de acomodar algunas cosas.

-No sabés lo que conseguí para después de las doce- dijo Nacho por lo bajo a Matt.

-Eu, ustedes dos- exclamó Bianca señalando a sus amigos-, nada de alcohol, nos llegan a descubrir y nos quedamos sin viaje y sin fiesta.

-No hay alcohol Bianquita, quédate tranquila- mintió Matt.

Al cabo de dos horas el gimnasio explotaba de gente, casi todos los alumnos de colegio habían asistido, eso les demostraba a los chicos que iban a tener una buena recaudación de dinero.

-¿Bailamos?- dijo Gonzalo tomando por la cintura a Bian.

- Obvio- respondió la joven tomándolo de la mano y ambos fueron a la pista de baile. Después de un rato Gonzalo se alejó para ir a buscar algo para tomar, durante el camino era tanta la gente que había que se chocó con alguien sin querer.

-Pero porque no te fijas por donde caminas- dijo la otra persona.

-Perdona, mucha gente- exclamó Gonzalo amablemente.

-Gonzalo- dijo Agustina con una amplia sonrisa-, disculpa pensé que eras otra persona.

-No hay porque- exclamó el joven y trato de seguir caminando pero la chica lo detuvo del brazo.

-Quería hablar con vos ¿puede ser?- preguntó Agustina.

-¿Ahora?

-Si, pero en un lugar más silencioso.

Gonzalo lo pensó unos segundos, si Bian lo volvía a ver con ella se pondría como loca; la buscó con la mirada y la vio bailando con Mica y Luz, estaba distraída así que no notaría su ausencia. Hablaría rápidamente con Agustina y luego volvería con su novia.

-Vamos para la cafetería - dijo Gonzalo seriamente-. Bueno ¿qué me querés decir?- agregó cuando llegaron.

-Más que nada quiero pedirte perdón, se que te causé varios problemas con tu novia, y nunca fue mi intención- explicó la joven.

-No te preocupes, con Bian ya está todo aclarado, además entre vos y yo no pasa nada- dijo Gonzalo para mantener la distancia.

-No obvio, sólo ocurrieron hechos que se mal entendieron- dijo con una sonrisa-. Además quería pedirte perdón por haberla agarrado de los pelos, yo no soy así pero ella me amenazó y...

-Asunto olvidado no te preocupes.

Bianca estaba en la pista de baile con sus amigas, con la miraba buscaba a Gonzalo por todo el lugar, hacia rato que no lo veía.

-¿Qué pasa Bian?- preguntó Luz.

-Gonza, me dijo que iba a buscar algo para tomar y no volvió más- respondió Bianca.

-Si buscas a tu novio, esta en la cafetería- dijo Florencia que estaba cerca de ella y es escuchó todo.

Bianca la miró de arriba abajo y salió disparado para la cafetería, algo en su interior le dijo que vaya.

-Bueno volvamos al gimnasio- dijo finalmente Gonzalo.

-Si, vamos- exclamó Agustina. La joven tenía un vaso de gaseosa en la mano, cada vez que hablaba lo movía para todos lados, tanto que llegó a mancharse la remera-. Soy una boluda-, dijo después de tirarse la gaseosa a propósito.

-Para- exclamó Gonzalo y fue a buscar unas servilletas. Como buen caballero la ayudó a limpiarse, eso hizo que la distancia entre ambos se acortara
Agustina no perdió la oportunidad, tomó al joven del rostro y lo besó.

Bianca observó toda la situación desde la puerta de la cafetería, no entró a separarlos ni nada, sólo giró sobre sus talones y volvió a la fiesta.

-¡Bian! Nacho y Matt tienen alcohol escondido- dijo Mica apenas vio a su amiga-. Bianca ¿qué te pasa?- insistió al verla distraída.

-Nada, cosa mía ¿dónde están?- dijo Bianca sin importancia.

-En la cocina.

Bianca fue para la cocina y encontró a sus dos amigos guardando unas cuantas latas de cerveza en la heladera.

-Les dije que no quería alcohol- dijo Bianca de mala manera-, nos van a descubrir y por su culpa nos vamos a quedar sin viaje. Vayan a la fiesta.

-Pero...- trató de explicar Nacho.

-Pero nada,vayan a la fiesta- gritó Bianca. Una vez que los dos jóvenes se fueron, se sentó en el piso, su mente empezó a recordar el beso que acababa de ver, seguramente tenía una explicación pero no quería saberla. Miró las latas de cerveza e inconscientemente tomó una, luego otra y así sucesivamente.

-¿Qué estas haciendo Bian?- dijo una voz por la puerta.

-Ahogando mis penas- respondió con voz patinosa.

-Bianca, te llega a ver un preceptor...

-No me importa Rama, que me vean total ya no me importa nada.

Su amigo la miró como con lástima y ternura, luego se puso a prepararle un café bien cargado para que se le pasara esa borrachera.

-Vos y el alcohol nunca se llevaron bien- dijo mientras le daba el café- tómatelo todo.

-Esto es una asco- exclamó la joven escupiéndolo- , esta amargo.

-Y si Bianquita, dale tómalo todo- insistió Rama.

Bianca lo miró a él y luego al café con asco, era tan grande su dolor de cabeza que empezó a tomarlo sin pensar.

-¿Yo soy fea?- preguntó a su amigo.

-¿Qué? ¿por qué preguntas eso?- dijo sorprendido Rama.

-¿Por qué todos me engañan o me cambian por otra?

-No entiendo Bian.

-Paio por Florencia y ahora Gonzalo con la de cuarto ¿qué tengo que todos me engañan?

-¿Gonzalo y Agustina? ¿qué decís?

-Los vi recién en la cafetería a los besos- dijo y una lágrima brotó de sus ojos.

-Eso es imposible, seguro tiene una explicación- dijo Rama sorprendido.

-Si, que le gusta la de cuarto.

Rama alzó a su amiga y trató de hacerla caminar lo más derecho que pudo, lentamente fueron hacia el cuarto de la joven, por suerte no cruzaron a ningún profesor y llegaron sin ser descubiertos.

-Dale Bian,ahora acostate y dormí. Mañana vas a aclarar todo- dijo sentándola en la cama.

-No todos me engañaron- dijo pensativa-, vos fuiste bueno, te preocupabas por mi y yo te cagué. Fui una basura.

-No digas esos Bianca, ya es tema del pasado.

-Pero fui muy mala con vos, me querías y te lastimé por eso ahora me pasa esto- dijo llorando.

-No llores- exclamó sentándose frente a ella y secándole las lágrimas-. Ya pasó todo ¿si?, yo no estoy ni dolido ni enojado, porque se que vos sos feliz.

-Súper feliz- dijo irónicamente-, perdón Rama- exclamó y lo abrazó, al separarse de ese abrazo ambos quedaron a muy corta distancia, sin pensarlo Bianca tomó el rostro de su amigo y lo besó. Rama sorprendido trato de resistirse pero fue un inútil, él la seguía queriendo y no pudo contenerse. Bianca se separó del beso, le sonrió y luego se acostó. Producto del alcohol quedó profundamente dormida.

-Vos sos hermosa mi amor- susurró Rama al oído de la joven, le dio un tierno beso en el cachete y salió de la habitación sabiendo que lo que había ocurrido allí a dentro sólo sería un recuerdo.

Bianzalo. Destinos Cruzados♥ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora