— Porque necesita ayuda y sabe que soy inteligente. Así que me pidió ayuda, ¿Qué? ¿No puedo ayudarlo?

— No es eso. Es sólo que me pareció extraño. —dice Jasón. Yo seguía confundida ante eso, ¿Extraño? ¿Por qué?. Jasón cada vez está más loco.

Al terminar las clases me apresure a llegar hacia la sala donde me juntaria con Ian. Al llegar él ya se encontraba ahí en su puesto esperando, al verme me sonrió y me saludó. Yo me acerqué y me senté a su lado.

— Muy bien, con que empezamos. —le digo.

— Desde el principio —yo le quedo mirando sorprendida—, te dije que era urgente —reí y este también—, la química no es lo mío.

— Ya lo veo, bien dame tus cuadernos y todo lo relacionado con la materia que te están pasando —le pedí, este asintió y me entró su cuaderno y un par de guías, me concentre en leer absolutamente todo. Al terminar ya sabía como debía explicarle, para mí las matemáticas no me eran muy fáciles siempre me sacaba entre siete y nueve, pocas veces diez. Pero el resto se me hacían fáciles, incluído química. Cuando ya comprendí todo lo que leí le comencé a hacer pequeños conceptos y detalles importantes en su cuaderno, Al igual que se los explicaba este asentía. Cuando finalice con eso, le expliqué la materia de cero, a lo que después le hacia un par de preguntas y acertaba en el 90% de las veces. Este era un chico inteligente, podía notarlo. E incluso entendió lo que le expliqué muy rápido, ¿Por qué no le entendería al profesor?, probablemente le explicó de una manera más lenta y más entendible. Las horas transcurrieron y ya habíamos terminado al menos la mitad de la unidad, así que cuando revise que era demasiado tarde decidí acabar con la clase por hoy. Este aceptó y después nos salimos juntos de la escuela, me percaté de que ya era de noche.

— ¿Quieres que te lleve a casa?, ya es muy tarde para que estés sola por las calles —mi casa quedaba algo lejos de la escuela, y tiene razón. Es demasiado tarde.

— No te preocupes —escuchamos, me gire a ver quien era y le miré extrañada—, yo la llevaré.

— ¿Lo conoces, cierto? —me pregunta en un susurro Ian, yo asiento y solo le digo que se vaya tranquilo. Él asiente, se despide de los dos y después se marcha. Yo me gire a Justin, y me crucé de brazos antes de hablar.

— ¿Qué haces aquí a esta hora?.

— De hecho estaba aquí hace ya un par de minutos, Jasón está en tu casa esperando a que llegues. Y en mi caso... necesitaba hablar contigo, y además aprovecho de ir a dejarte a casa sana y salva.

— No necesito de tu protección, puedo protegerme sola.

— Como digas, pero eso no cambia el hecho de que necesitaba hablar contigo. —me dice, luego se gira y comienza a caminar—, ¿Vienes?.

Yo camino más rápido hasta llegar a su lado y después camino a su mismo pasó. Este puso sus manos en su bolsillo y después saco unas llaves. Llegamos a un auto azul, grande. Era un auto hermoso. Nos subimos al auto y en cuanto comenzó a manejar él se dispuso a hablar.

— Taylor me llamo, y... —me miró un segundo y después volvió la vista a la carretera—, me contó que terminaron. Sólo quería saber... el... porque.

Pase mi lengua por mis labios hidratando los y después dirigí mi mirada hacia la ventana. Algo apenada.

— Ya se lo dije a él, ya no... —le miré unos segundos y después volví la vista a la carretera—, sentía lo mismo. El tiempo que estuvimos separados en vez de fortalecer lo que había comenzado a sentir por él se esfumó. Esa es la respuesta.

— Es... —comenzó a decir él, pero se calló después—, nada, déjalo. Sólo, lamentó que hayan pasado así las cosas.

— Yo lo lamento por él, le he lastimado. Y me siento muy culpable.

Connected heartsWhere stories live. Discover now