Sobre La Motocicleta

Cap24 - 'Boomerang'

Rápidamente Ian se aleja de mí, se sienta en el sofá pequeño que hay frente a mi camilla y se sonroja, Nona se queda de pie un momento y luego avanza lentamente.

- Creo... - dice ella.

- Ya debo irme - dice Ian rápidamente, él se pone de pie, mira a Nona y le sonríe de una forma muy veloz y luego sale del cuarto.

- Ni... ni siquiera alcancé a decirle algo - suelta Nona con una carcajada pequeña - Sabía que no era solamente tu amigo.

- ¿De verdad? - susurro mientras Nona toma asiento en mi camilla y me sonríe.

- ¿Qué amigo se queda dos semanas en otra ciudad solo para acompañarte a tus controles médicos y todo eso? Soy vieja pero no boba.

- Entonces... ¿No estás enfadada?

- No - dice en voz baja - ¿Tu Padre lo sabe? ¿Franco lo sabe?

- Ninguno de ellos lo saben - agrego mientras bajo la mirada - Debes mantener el secreto, por favor.

- Claro, no te preocupes - dice Nona, luego la enfermera entra al cuarto y me dice que mañana por la tarde es lo más probable que sea libre del hospital, presiono mis labios incómodo y luego ella abandona mi cuarto, me deja unas medicinas que debo tomarme y Nona no se va del cuarto hasta que se asegura de que me he tomado la medicina.

Me quedo a solas, vuelvo a presionar los labios en la oscuridad del cuarto y me voy quedando dormido poco a poco. No logro soñar con Ian en toda la noche, lo cual es muy raro, puesto que él no salía de mis sueños antes, supongo que una vez que los sueños se hacen realidad, desaparecen en la noche para dejar libre a la mente, o tal vez solo estoy pensando estupideces por culpa de la medicina.

Temprano por la mañana, me doy una ducha en un baño que me indica la enfermera, recupero algo de mi ropa y espero sentando en la camilla mientras mi Padre viene por mí.

Mientras espero, mi teléfono suena y le respondo la llamada a Ian.

- Buenos días - susurro.

- Buenos días - responde él - ¿Ya estás por salir?

- Casi, solo espero a mi Padre para irme a casa.

- ¿Él va a pasar por ti? - Pregunta sorprendido - Creí que te irías con tu Nona o algo así.

- Lamentablemente no... - susurro - Ian...

- ¿Qué sucede Jersey? - Pregunta él - Te conozco, te escucho triste.

- No estoy triste, es solo que... ¿Es normal que me sienta solo cuando estoy con ellos dos? Siento que todo sigue igual.

- Recuerda, te dije que yo estoy a tú lado, cada vez que te sientas solo, yo estaré allí.

- Bien - sonrío avergonzado en el momento que escucho como se mueve la perilla de la puerta del cuarto, le digo adiós a Ian de una forma sutil mientras Papá y Franco entran al cuarto. Mi hermano baja la mirada y la levanta una y otra vez, aquello me provoca un poco de incomodidad, Papá solo toma mi bolso mientras me regala una sonrisa, yo se la regreso y cuando él no me ve rodeo la mirada y hago un gesto de disgusto, aquello jamás lo hago y me hace reír de mí mismo cuando me percato de eso.

Salgo del hospital y de inmediato tomo asiento en la parte de atrás del auto, Franco se sienta al lado de Papá y luego el auto se comienza a mover por la carretera, dejo caer mi cabeza en la ventana de la puerta y unos pequeños recuerdos se me vienen a la mente mientras viajo.

Papá detiene el auto al frente de casa, yo me bajo y Franco toma mi bolso, me acerco a él para pedírselo pero él no me lo entrega, y me sonríe con una sutileza que me hace sentir pésimo, que antes me tratara mal era horrible, pero que ahora esté intentando tratarme bien por sentirse culpable es aún peor.