Cap7 - 'Querido'

13.6K 1.3K 184
                                    

Niego con mi cabeza todos los pensamientos que aparecen de forma sorpresiva en mi mente, Ian no puede gustarme, está bien que se sienta agradable estar con él, pero debo estarme confundiendo, además él lleva un buen rato hablando y yo lo he ignorado por completo.

– ¿Por qué has entrado por mi ventana después de media noche? – pregunto confundido, paso mis manos por mis ojos para quitar la humedad que ha quedado en ellos después de llorar, Ian presiona sus labios y me responde.

– Quiero tu ayuda – responde él – ¿Alguna vez te dije que mi Padre no trabaja aquí?

– No – respondo con un susurro – No me lo habías dicho, ¿Por qué?

– Pues él trabaja por turnos, cada 10 días viene aquí a descansar y luego se va otros 10 días, ¿Entiendes?

– Claro, no es algo tan complicado – respondo con una risa inesperada

– Bien, a veces tiene que hacer trabajos en computadora, pero no entiende mucho lo de las plantillas de datos y todo eso, y creí que el chico millonario de la ciudad si sabía, así que por eso vine a pedirte ayuda.

– Ya no queda nada de ese chico millonario – respondo avergonzado – Pero acepto, ayudaré a tu Padre.

– Bien – Sonríe Ian – Como tenemos que trabajar mañana, pensé que podía ser pasado mañana, ¿Estás de acuerdo? Luego del Colegio nos vamos a mi casa.

– Si, como quieras hacerlo tú – sonrío cuando junto mi mirada con la de Ian, él se me queda viendo por un momento en silencio, luego escucho un golpe en la puerta de mi cuarto y la voz de Franco se escucha.

– ¡Jersey! ¿Quieres dejar de hablar solo por favor? Trato de ver la televisión y escucho tus susurros – Ian mira con odio la puerta y se pone de pie, me acerco a él rápidamente y lo detengo justo a tiempo.

– No hagas nada – le susurro – ¡De acuerdo Franco! Lo siento, estaba leyendo algo.

– Sabes muy bien que no me importa lo que hagas, solo cállate ¿Si?

– Si, si – respondo rápidamente, escucho como él sube la escaleras y puedo ver lo enfadado que ha quedado Ian.

– No sé cómo lo soportas – dice entre dientes – ¿Por qué no me dejas darle una lección? Ese chico tiene demasiada autoestima.

– Ya déjalo – agrego – No me importa lo que piense o sienta Franco, pero él sí puede meterme en problemas con Papá, así que mejor no hagas nada, ¿De acuerdo?

– Bien – responde enfadado – Será mejor que me vaya, pero supongo que nos vemos luego – Ian camina hasta la ventana de mi cuarto, antes de salir se detiene y se despide con un movimiento de mano, yo hago lo mismo y luego de que Ian desaparece por la oscuridad, cierro mi ventana pero no con seguro, desde ahora en adelante siempre quedará así, por si Ian quiere volver a entrar y todo eso.

Después del mal día que tuve, se me hace fácil dormir ya que aquello me ayuda a olvidar todo lo que me rodea, y me siento algo más calmado al otro día, pero lo de la enfermedad que tengo no se me olvida, debo gastar la mayoría de mis ahorros comprando la medicina diaria que debo tomar, al menos con el trabajo en el restaurant me alcanza el dinero para seguir comprando la medicina en silencio y así no debo pedirle dinero a nadie, mucho menos a mi Padre, a quien he decidido no decirle nada de lo que ocurre, no tiene sentido darme el tiempo de abrir mi corazón y decirle a Papá o Franco lo mal y triste que me siento, ya que a ellos no les importará, y si así fuera que les importara un poco, no quiero su atención solo por lastima, prefiero que todo siga como está.

Cuando llega el día en que debo ir a la casa de Ian, tomo por primera vez una chaqueta de cuero que compré hace mucho tiempo, jamás la usé, pero cada vez que me subo a la motocicleta de Ian me muero de frío, y sé claramente que hasta un resfrío puede ser brutal en mi caso, así que prefiero evitar problemas y decido usar mi chaqueta el día de hoy.

Sobre La MotocicletaWhere stories live. Discover now