El Padre de Jersey jamás les ha prestado mucha atención a sus dos hijos. Y Jersey solo acepta aquello, principalmente porque no tiene la valentía suficiente para subirle su tono de voz ni a su Padre o a su fastidioso hermano. Jersey se podría decir...
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Me muerdo el labio inferior mientras Leyla mantiene su boca abierta por la sorpresa, ella se lanza su cabello castaño hacía atrás y luego sonríe.
– ¿Te besó? – vuelve a preguntar ella.
– Más de una vez – susurro avergonzado, Leyla deja todos mis cuadernos a un lado y se acerca más a mí, ambos estamos sentados al final del salón de clases esperando a un profesor que viene atrasado.
– ¡Lo sabía! Sabía que sentía algo por ti.
– Tal vez – digo mientras recuerdo el beso de Ian.
– Aunque sigo sin entender por qué saliste corriendo de allí Jersey.
– Estaba nervioso – digo entre carcajadas – Pensé que era un sueño o algo así, luego me di cuenta que era real, estaba besando a mi mejor y único amigo...
– Admítelo Jersey, jamás viste a Ian con ojos de amigo – dice Leyla con una sonrisa, yo pienso en aquello mientras veo al profesor llegar al salón.
Espero nervioso a que las clases terminen, no vi a Ian en todo el fin de semana, o mejor dicho, no vi a Ian después del beso en su cuarto. ¡Ni siquiera me he puesto a pensar con claridad que fue lo que sucedió! Era a mí quien le gustaba Ian, pero fue él quien tomó la iniciativa de todo esto.
Ian perdió la concentración, él se acercó a mí y fueron sus labios los primeros en tocar los míos, yo no hice nada, pero aun así la felicidad que siento en mi interior no la puedo ocultar.
Cuando llega la hora de almuerzo, Leyla y Mark me hacen compañía, puedo ver que Franco está con los chicos que siempre lo rodean, obviamente él tiene más amigos que yo, y ni siquiera entiendo cómo si Franco es la persona más detestable del mundo. O Quizás solo conmigo es así de pesado.
Dejo de ver a Franco cuando mi móvil comienza a sonar, despreocupado respondo a la llamada sin ni siquiera ver quien me llama.
– El Miércoles debes estar en la ciudad para realizarte los exámenes que te faltan Jersey, tendrás que viajar mañana mismo, ¿Puedes hacerlo? – dice el doctor al rato.
– Tendría que hablar con mis abuelos, pero creo que sí.
– Bien Jersey, te daré todas las direcciones y contactos que necesitarás.
– Gracias – El doctor me corta la llamada una vez que se despide, aprovecho el momento en que Mark desaparece por agua para decirle a Leyla lo que sucede.
– ¡¿Dos semanas?! – Pregunta ella asombrada – Pero... ¿Y el Colegio? ¿El trabajo? ¿Qué hay de Ian?
– Son solo dos semanas, puedo ponerme al día con el Colegio cuando regrese, hablaré con Bruno por el trabajo y Ian... ni siquiera he hablado con él por lo que sucedió.
– Jersey – dice ella –Ve y habla con él, ¡Ian te besó! – Dice ella en voz baja – Nada malo puede pasar ahora si es que tú le gustas.
