Cap14 - 'Dime tus secretos'

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Viernes por la tarde, ya todo el mundo en el Colegio comienza a lanzar sus bolsos, mochilas y demás a sus hombros para luego irse a sus casas, llevo un buen momento ordenando mis cosas en mi casillero ya que es todo un desastre, todo se me cae al suelo cuando abro la puerta. Ian se ha ido a trabajar al restaurant y me cubrirá si Bruno se da cuenta de que estoy llegando tarde, sé que es algo complicado, pero necesito limpiar mi casillero o si no este explotará.

Mientras finalizo y sonrío satisfecho, Leyla aparece a un costado de mí y su mirada expresa algo de desesperación, pero al mismo tiempo, ansiedad de la buena.

– ¿Por qué no te has ido a trabajar? – Pregunto sorprendido – Vas a llegar tarde.

– Me he quedado embobada, amigo ¡Embobada!

– ¿Por qué? – pregunto soltando una carcajada mientras caminamos hacia la salida del Colegio,

– Hay un chico lindo de cabello rubio oscuro afuera, está obviamente esperando a alguien pero nadie aparece, ¡Es tan lindo Jersey! Me sangran los ojos de felicidad.

– Leyla, ¿Qué tan lindo puede ser un chico común y corriente? – pregunto con despreocupación.

– ¡Muchísimo! – Grita ella – Además anda en una motocicleta hermosa, ¡Juro que estoy muerta!

– ¿Motocicleta has dicho? – pregunto mientras mi mente comienza a unir las pistas. Leyla asiente al mismo tiempo que salemos del Colegio, y el chico de la motocicleta, es Mirko.

– ¡Jersey! – él de inmediato grita mi nombre.

– ¿Lo conoces? – pregunta Leyla.

– Algo – respondo incómodo. Rodeo un poco la mirada y camino hacia él, Leyla debe salir escapando para el trabajo ya que al igual que yo está muy atrasada, así que me quedo a solas con Mirko. Si él cree que saldré a esta hora con él, pues está loco, tengo trabajo en el restaurant, mi medicina no se va a comprar sola – ¿Qué sucede? – le pregunto cuando llego a su lado.

– ¿Vamos a salir o no? – dice Mirko, remojando su labio inferior con su lengua y sonriendo mientras unas pequeñas margaritas se le forman en sus mejillas.

– Tengo que trabajar en el restaurant del centro, y los viernes siempre salgo como a las 3 de la mañana, así que lo siento pero no creo que sea una buena idea la salida después de todo.

– ¿3 de la mañana? – pregunta él de forma pensativa – De acuerdo, acepto.

– ¿Aceptar qué? – Agrego riendo – Te dije que no salía hasta las 3 de la mañana.

– Acepto salir contigo a esa hora – dice Mirko rodeando la mirada – supongo que te veré lo que salgas del restaurant, ¿De acuerdo?

– Pero...

– Nos vemos a las tres de la mañana – dice Mirko riendo, él se pone su casco y sale disparado en su motocicleta, yo suspiro agotado y camino apresurado hasta el restaurant, tardo cerca de 15 minutos en llegar ya que casi corrí todo el camino, Bruno no me ve llegar y sonrío cuando finalmente estoy en la cocina.

Veo a Ian al final del lugar, tiene una mirada aburrida mientras le lanza cosas a unas pizzas de un mesón, me acerco a él y le susurro:

– Gracias por cubrirme – le digo con una sonrisa pequeña.

– Claro, como quieras – dice él con un tono de voz frío y distante, me gustaría saber qué es lo que le ocurre, pero tengo trabajo que hacer, así que solo asiento de forma rara y llego a mi lugar de trabajo, normalmente estoy todo el día friendo patatas, pero ahora tengo que sacar unas hamburguesas congeladas de la nevera y lanzarlas a la freidora, y mientras me congelo las manos, siento una presencia a mi lado. Miro hacia mi izquierda y Ian aparece de la nada.

Sobre La MotocicletaWhere stories live. Discover now