♧You do it for her that is to say I'll do it for him ♧

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Supongamos que este es un nuevo capítulo, dije supongamos porque esto es como un especial XD

《Connie》

- ¡A-aléjate de mí! ¡Aléjense ambos! ¡No quiero volver a verlos nunca!- me alejé corriendo hacia el denso bosque, no quería poner en peligro a nadie; me había prometido que no lo volvería a hacer, sin embargo me era complejo escapar de la gente- ¡Dejen de seguirme!
- Connie, solo queremos ayudarte...- dijo Jake, es un buen compañero: sabio, alegre, amable... no merece morir por mi causa.
- ¡Déjenme sola! Y si los vuelvo a ver, no esperen compasión.- hablé fría, mi corazón se destruía para su protección.

Corrí y corrí hasta perderlos de vista, mi único deseo: mantenerlos a salvo, no iba a fallar esta misión.

Llegué a la parte más oscura y tenebrosa de Edelwood que había visto jamás, las ramas asemejaban garras de criaturas esqueléticas y los largos riachuelos de aceite mezclado con sangre que recorrían el suelo hacían al lugar escalofriante, aterrador, inhóspito... perfecto para armar un fuerte en el cual reposar por el resto de mis días.

- Veo que está perdida, joven dama- me habló una oculta voz masculina. Estupendo ¡¿Es que ya no hay paz ni en un sombrío bosque?!
- ¡Muéstrate intruso!- advierto desenvainando la espada de Cuarzo; si es la bestia que se raptó a Mabel va a pasarla muy mal.
- ¡Wow! Tranquila, guerrera.- me contestó en tono burlón otra voz, esta vez perteneciente a una mujer.

Estaba a punto de protestar cuando oí el crujir de ramas secas tras de mí. Volteé dispuesta a encarar a los dueños de aquellas molestas voces pero la oscuridad sólo me permitía distinguir sus siluetas.

- No te molestes en reconocernos que, al igual que tú, niña, nos hallamos bastante lejos de casa.- manifestó quién se oía como un chico no mucho mayor que Steven.
- ¿Q-quiénes son?- algo en esos sujetos me atemorizaba; una extraña sensación de no bajar la guardia se hizo presente pero la ignoré.
- Permítame presentarnos, señorita. Es un placer presentarle a la futura gobernante de Mewni: la princesa Star Butterfly. -señaló hacia su derecha, completa oscuridad en mi campo visual hasta que un par de corazones de una tonalidad lila brillante aparecieron enfrentándome.

En poco tiempo el entorno adquirió una luminosidad rosácea; proveniente de lo que confundí con un hada.

Alas azuladas, corto vestido lila, cabello morado recogido en dos moños altos: un hada; piel morada y cuatro brazos por demás: corre.

- Llámame Star -me sonrió mientras agitaba mi mano con dos de sus brazos- Tú debes ser Connie Maheswaran ¿Cierto?
- ¿C-cómo sabes mi nombre? -cuestioné entre sorprendida y nerviosa.
- Y no es lo único que sé, te lo puedo asegurar -me contestó juguetona.
- No olvides gracias a quien. -manifestó el... ¿chico?: traje negro con bordados en oro de esos músicos mexicanos... ¡mariachis!, parte de su rostro era una calavera, ojos de un verde brillante y cabello castaño oscuro; un humano nada común... si es que lo era.
- ¡Oh, Díaz! Claro que jamás te olvidaría, amor mío. -se acercó volando a... el muchacho para abrazarlo con todas sus extremidades.
- Demon Marco, milady, pero usted puede llamarme Marco. -se presentó mientras me besaba la mano mirándome fijamente a los ojos. La apariencia de la dupla logró intimidarme.
- ¿U-ustedes s-son...?
- ¿Demonios? ¿En serio piensas que esta preciosa niña sirve a la oscuridad? -objetó mientras sostenía el mentón de la chica con suavidad- ¡Por favor! Una lindura como esta es de todo menos malvada.
- ¡Basta, Marco! Activarás mi mewbertad al máximo. -manifestó sonrojada.
- Tal vez eso es lo que quiero, reina mía. -susurró Marco para que luego se fusiona... ¡Quiero decir se fundieran en un beso!... y uno bastante salvaje... ¿Estarán tramando algo para tomarme desprevenida?
- Por otro lado, yo si lo soy. -alegó el demonio tras separarse de Star, todavía observándola con deseo- Y ya deja de espantarte que no te haremos daño... siempre y cuando cooperes con nosotros.
- ¿Cooperar?
- Veras, amiga, necesitamos un pequeño, simple e insignificante objeto que tú posees. -me explicó la princesa como si fuera una niña.
- Exactamente, señorita Maheswaran, sé que su cabeza es un remolino de inseguridades así que para demostrarle que somos de fiar le enseñaré nuestros más profundos secretos.

En Busca Del Héroe PerdidoWhere stories live. Discover now