Luz de Linterna (Maratón 2/4)

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- Entonces... tu nombre es Beatrice, eres una chica que sirve a la bestia...- Connie fue interrumpida y corregida por el pequeño.
- Wirtbeast.
- Beatrice sirve a Wirtbeast y que si no le haces caso te convierte en ave para siempre y a tu familia en árboles- concluyó la pelinegra.
- Exacto.- afirmó tristemente Beatrice, no le agradaba tener que hacer todos esos encargos que en  general consistían en atraer viajeros perdidos al bosque para unírsele.
- ¿Entonces por qué nos ayudas?

La que calla otorga.

- ¡No puede ser! ¡Nos tendiste una trampa!- acusó la espadachín. 
- En realidad no era mi intención, yo solo quería ayudar.- el fantasma del llanto volvía a invadir su rostro como cada día lo hacía- Yo... lo siento.- complementó llorando en silencio.
- ¿Por qué lo haces, Beatrice? O aun mejor ¿Por quien?- cuestionó Jake quien creía haber encontrado la respuesta al problema que lo había estado atormentando;  de que hubiese pasado si jamás abandonaba su hogar y se quedaba ayudar a su amigo, a su hermano.
- L-lo hago por él... no puedo soportar verlo así... pero tampoco podría soportar verlo morir... Dios, no.... preferiría estar muerta antes.- intentó hablar sin interrumpirse la avecilla fracasando a causa de su llanto.

Pararon su camino ¿Qué se supone que debían hacer ahora? Huir sería inútil, no podían esconderse para siempre; tenían que atacar el problema de frente y dejar de evitarlo... ponerle un fin a esta situación de una vez por todas. O al menos eso era lo que Connie pensaba.

- Llévanos.
- ¡¿Qué?!- gestos de desaprobación se hicieron presentes en su compañía.
- Llévanos con él, Beatrice.- repitió.
- ¡¿Qué acaso te has vuelto loca, Connie?!- se escandalizó Jake.
- No podemos seguir escapando de la bestia por siempre, tarde o temprano vamos a tener que enfrentarnos.
- Mejor que sea tarde ¿No crees?- intento bromear para hacerla cambiar de opinión.
- ¿Y vivir con miedo toda la vida? Lo siento pero esa no es una opción para mí. Vamos, Beatrice.- la chica estaba decidida, no se iría sin luchar. 
- Está bien- suspiró la mencionada retomando el camino.

Tuvieron que caminar por senderos rocosos, para aprovechar su tiempo en aquellos inhóspitos parajes se la pasaban elaborando un complejo plan de rescate y ataque.

- Vaya, eso fue fácil. Será mejor que cuando entremos dejen que yo hable ¿Si?- pidió la chica azulejo en cuanto divisó la entrada de la cueva.
- Cuentas con nosotros, Beatrice.- aseguró el menor.
- Gracias, chicos ¡Oh! Lo olvidaba ¿Podrían fingir sorpresa y decepción en cuanto los "traicione"?
- Por supuesto... solo cumple tu parte del plan.- hablo Connie esquivando los tristes y suplicantes ojos del ave; quizás es que ella también se veía reflejada en ellos ¿Quién podría culparlos después de la triste y amarga historia que los antecedía?

Se adentraron silenciosamente en una fría y oscura cueva la cual Greg conocía a la perfección, expectantes a los hechos que estaban ahí por suceder.

- ¡Vaya! No me esperaba visitas ¿Pero a quien tenemos aquí? Una inepta practicante de esgrima y una suerte de mascota mágica.- dijo el muchacho fingiendo sorpresa al ver al grupo.
- ¿B-Beatrice?- hablo Connie con lágrimas en los ojos y tristeza en la voz.
- Nos traicionaste- comentó Jale con decepción y un poco de ira.
- Lo lamento...- murmuró la acusada, si tan solo los presentes supieran la magnitud del significado de esas palabras para esa chica...
- Basta de estupideces. Beatrice, vete; tus servicios ya no son requeridos aquí.- ordenó el joven transformándola en una humana otra vez.
- Sí, amo.- y solo se fue en silencio.
- Los había estado esperando...
- ¡¿Dónde está Mabel, maldito?!- le gritó la pelinegra empuñando su espada.
- ¿Mabel? ¡Oh! Hablas de esa chica ¿No es así?

Wirt señaló una leve entrada de luz a su izquierda; en ella se podía ver con claridad como Mabel se transformaba lentamente en un árbol de Edelwood. 

En Busca Del Héroe PerdidoWhere stories live. Discover now