Buscando un amigo para el fin del mundo

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Caminaba por el bosque desesperada, intentando hallar el refugio que una vez visitaron cuando el autor aún era un misterio.
Una escalofriante carcajada se hizo presente tras ella despertando el odio en su interior.

- Hermanita ¿Por qué huyes de mí?
¿Hice algo malo?- cuestionó de forma burlona un castaño vestido elegantemente.
- Aléjate de mí, monstruo.- contestó fría.
- ¡Oh, vamos! Los hermanos deben estar juntos ¿No?-apareció frente a ella impidiéndole el paso- ¡Ya sé! Juguemos al "tú las traes"-su mirada se oscureció mientras ese conocido fuego azul surgía de una de sus manos- Será mejor que empieces a correr, estrella fugaz.

La chica obedeció su advertencia, corrió tan rápido como sus piernas se lo permitían intentando olvidar el recuerdo de su hermano, tratando de convencerse a sí misma que ese no era aquel muchacho con el que creció.

El joven, por su parte, solo le lanzaba fuego mientras reía; le encantaba observar el sufrimiento ajeno. Casi le dio un par de veces provocando que parte de su suéter se incendie.

- Ya casi te alcanzó, estrella fugaz.- canturreo para volver a dar paso a su malévola risa.
- ¡Deja a mi familia en paz, Cipher!
- Únete a mí y lo haré.
- ¡Eso ni loca!
- Pues atente a las consecuencias, Mabel Pines.- dicho esto la acorralo en un árbol con sus poderes, se acercó lentamente hacia ella, la chica intentaba escapar sin resultado alguno, simplemente no podía ni quería terminar así. El chico rió ante sus inútiles esfuerzos.- Vaya, vaya, vaya. Parece que he capturado a una estrella fugaz ¿Qué vas a hacer ahora, estrellita?
- Hazlo, si tanto lo deseas, hazlo.
- Cómo ordene, milady.

El muchacho hizo aparecer su típico fuego azul y con una sonrisa cínica lo lanzó directo a su hermana... pero el fuego jamás la tocó.

▲ ☆ ♣ ◇

Aquella foto fue humedecida por un par de lágrimas que se le habían escapado sin su consentimiento.

El recuerdo de su mejor amigo, de su hermano, aun lo atormentaba demasiado; le era difícil aceptar la dura realidad en que se encontraba.

Subió la mirada, esperando encontrar en el paisaje algo que le tranquilice pero la nieve no lo lograría.

Se encontraba en el linde del bosque tratando de decidir cual sería su siguiente jugada: adentrarse en el bosque, dejar su pasado atrás y buscar la manera de liberar a su amigo, o volver al "calor" de su hogar; huir de su destino y resignarse a la idea de perder parte de su familia.

Miro a ambos lados y luego otra vez la fotografía, no había opción alguna, la respuesta estaba clara; con dolor en su corazón, dio un último vistazo a su hogar y se adentro en el bosque con la esperanza de hallar la forma en que todo vuelva a ser como antes.

- Ay, hermano, perdóname por haberme burlado de ti, por tratarte como chiste, por ofenderte, por no valorarte. Se que no te lo digo a menudo pero quiero que sepas que te quiero y que voy a encontrar la forma de salvarte.- hablo en voz alta dirigiéndose al muchacho vestido de azul que se apreciaba en la fotografía junto a él y una pequeña consola de video juegos.

Camino por lo que le parecieron horas, adentrándose cada vez más en el bosque, sintiéndose cada vez más perdido, se recordaba una y otra vez la razón por la que se encontraba allí pero eso solo lograría preocuparle más

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Camino por lo que le parecieron horas, adentrándose cada vez más en el bosque, sintiéndose cada vez más perdido, se recordaba una y otra vez la razón por la que se encontraba allí pero eso solo lograría preocuparle más.

En ocasiones, estiraba la cabeza por sobre los árboles, tratando de encontrar el camino pero la bruma junto a la inmensidad del bosque lo desalentaban y terminaba por rendirse ante todo.

- Vamos, Jason Funderburker, hay que encontrar a Wirt.- oyó nuestro amigo no muy lejos de donde se encontraba, espió por entre las ramas de los árboles esperando no ser descubierto encontrándose con lo que jamás creyó posible.

Otro ser humano.

Un niño, para ser específicos, llevaba una rana en brazos y en la cabeza tenía una tetera, algo extraño pero su apariencia delataba a su especie. Estaba sentado a la orilla de una laguna.

- ¿Ah? ¿Quién eres tú?- Se dirigió al ojo de Jake que lo observaba desde los árboles, al notarlo volvió a su forma original y se acercó rápidamente al niño.
- Mi nombre es Jake el perro y estoy buscando ayuda para mi hermano Finn.
- Mucho gusto, señor Jake. Yo también quiero ayudar a mi hermano Wirt ¿Le gustaría ser mi amigo? - hablo el pequeño poniéndose de pie.
- ¿Amigo?
- Sí, ya sabe. Podríamos viajar juntos y encontrar la forma de ayudar a nuestros hermanos. Vamos ¿Qué dice?- aclaró entusiasmado.
- Me parece bien... eh ¿Cuál es tu nombre?
- Pero que modales. Me llamo Greg.- se presentó extendiendole la mano.
- Será un gusto viajar contigo, Greg. Mi nuevo amigo.- dio una leve apretujada a la mano del niño, recordando aquellos tiempos en los que el rubio solía ser así de inocente.

▲ ☆ ♣ ◇

- No en mis dominios, Cipher.

Un apuesto joven de cabello castaño oscuro impidió que la muchacha salga lastimada.

- ¡Oh, vamos! ¿No crees que es hora de que te diviertas un poco, Beast? - reclamo molesto el maniático.
- Mientras dañes a mi bosque, no eres bienvenido aquí.- respondió frío el contrario.
- Sólo déjame acabar con su inútil vida. Prometo no dañar ni uno solo de tus arbolitos.- hablo para encender una de sus manos.

La castaña no dejaba de verlos completamente aterrada. El joven se volteo, evaluandola con la mirada, acercó su cuerpo al de ella acorralándola por completo.

- ¿Tú que dices, preciosa?

Podría sacarle provecho a la situación, después de todo estaba en sus dominios ¿No? Era una bella mujer, eso sin duda y él la quería sólo para si. Comenzó a brindarle besos en el cuello mientras la acercaba más a él, la chica no podía evitar gemir y soltar algunas lágrimas ante tales acciones.

- Déjala en paz...- se escuchó casi en un susurro. El mayor se separo al instante.
- ¿Qué?
- ¡Déjala en paz! ¡No te le acerques!- grito pero esta vez con su voz.
- Dipper...- después de todo, su hermano seguía allí, enterrado y oculto en alguna parte.

Con notable esfuerzo, el castaño formó una bola de fuego entre sus manos y la lanzó a la bestia, luego otras dos y las lanzó hacia el bosque.

-¡Mabel, corre!

No lo dudó ni un segundo y se encaminó hacia el refugio, por suerte estaba bastante lejos de la batalla. Al llegar, uso su garfio volador para jalar la palanca dando paso a la entrada, bajo de forma veloz pero al llegar al bunker alguien la detuvo.

- ¿Quién eres y que haces aquí?- hablo una valiente joven poniendo una espada rosa en el cuello de Mabel.
- Yo... solo busco un refugio. Soy Mabel Pines.
- ¿Pines, eh?- retiro la espada y la castaña suspiro pesadamente- Entonces debes conocer este lugar.
- Pues... sí, pero ¿Por qué debería?
- Este lugar estaba dirigido por un tal Stanford Pines, lo dice en el archivo ¿Lo conoces?
- Es mi tío aunque ahora está desaparecido. - bajo la mirada por la tristeza.
- No me sorprende, estos últimos acontecimientos nos han quitado muchas cosas. Por cierto, soy Connie.- le extendió una mano vendada.
- Un gusto Connie.- la tomó y la agitó.
- Es bueno tener alguien con quien hablar, ya sabes, sin tener que matarlo después.

La castaña guardo silencio mientras la seguía a través de los túneles.

- Es bueno encontrar un aliado para combatir el fin del mundo.

En Busca Del Héroe PerdidoWhere stories live. Discover now