Día del amigo con nuevas amigas

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El 20 de julio de 2009 me despertó temprano la alarma del despertador de mi celular. Cuando lo tomé para apagarla, vi que tenía un mensaje de Ferni: "Feliz día del amigo! Vas esta noche?" Supuse que se refería al encuentro en un bar, que Carla y el resto de mis amigas habían planeado para festejar ese día. Yo no quería ir, pues me parecía de hipócrita conmemorar el día del amigo al lado de Verónica.

Seguramente mi ausencia en la reunión enojaría a Carla, pero confiaba en que ella entendería, no tal vez lo de Verónica, pero sí la otra razón de peso que tenía para dejar de asistir al evento, pues le había contado lo sucedido con Antonio Lombardo a mi amiga "Casada" y me imaginaba que la noticia ya se había propagado al resto del grupo. No tenía ganas de que me preguntaran sobre el asunto, ni de que se compadecieran de mí en mi presencia. Tampoco que Ferni estuviera en el encuentro me resultaba un plan estimulante. Por eso fui terminante y le respondí: "Feliz día para vos también. No voy esta noche. Que la pasen bien"

Pero Carla no sería la única disgustada conmigo ese día del amigo. A Samuel Klein no le gustó para nada que yo hubiera decidido seguir el consejo de mi psiquiatra, la Doctora Delia Rincón, y que así buscara ampliar mi círculo social aceptando la invitación que me hizo Analía Bagayo para ir a tomar algo al pub "K" ,a la seis de la tarde de ese día, con el resto de las chicas de la oficina.

-Está bien, andate con ellas- me dijo Samuel.

– No, vení vos también. ¡Dale!

– No, ni loco voy. Son todas mujeres. ¿Qué voy a hacer yo ahí? Aparte va a ser un embole eso. Las dos potus, Analía Bagayo y Matambrito juntas. Ni en pedo me las banco una hora seguida.

-Ay, bueno, no es para tanto. Tengo que ir con ellas, Samuel. Siempre les digo que no. Paso por antipática al final. No es que no quiera estar con vos, pero entendeme.

– Está bien, andá con ellas. Te entiendo – me dijo Samuel con ironía – No me tenés que dar explicaciones. No te hagas problema por mí. Pasala lindo el día del amigo con tus nuevas amigas. Y divertite con "las potus." Yo voy a salir con los chicos. Y si me entero de algún chisme no te lo voy a contar.

– Yo tampoco – le dije en broma.

El pub "k" estaba repleto de gente, pero igual conseguimos una mesa. No había comido nada en todo el día y estaba muerta de hambre. Quería devorar un gran sándwich de lomito con papas fritas. Pero cuando el mozo trajo la carta, "las potus" y Analía Bagayo dijeron que no tenían hambre. Entonces la miré a Matambrito buscando compañía en la comida, pero ella dijo: "No, yo tampoco tengo hambre". Y como no me gustaba comer sola, desistí de la idea de hacerlo.

Observé que la mayoría de la gente que estaba en el pub tomaba cerveza y me dieron ganas de tomar una. El problema fue que "las potus" eligieron beber agua mineral y Matambrito y Analía Bagayo, agua saborizada sabor citrus. Adiós a mi cerveza entonces. Me daba vergüenza ser la única de la mesa que tomara alcohol.

-Yo me estoy cuidando, chicas – dijo Analía Bagayo, nuestra jefa – Hace dos años que me va siempre el mismo talle de Wanama y ayer me probé un pantalón y me quise morir. ¡Aumenté un talle entero!

– No, a lo mejor no aumentaste. Puede ser que Wanama haya cambiado los talles – dijo Ernestina T, "el potus" (original) Porque a mí los pantalones de esa marca siempre me quedaban grandes .Y ahora me entran. Y yo no engordé nada.

No me quieren ni para dejarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora