Capítulo 14🌟

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Moira se levantó de golpe, algo sobresaltada. Se incorporó sobre la cama que le habían improvisado los piratas de alta mar aún con lágrimas en los ojos debido a las terribles pesadillas que la habían perseguido durante ese corto lapso de tiempo en su nuevo refugio y abrazó sus piernas con sutileza. Algo no se sentía del todo bien.

Esa sonrisa.

La sonrisa amable y comprensiva de Wendy Darling no parecía querer abandonar los pensamientos de la menor. Y eso le asustaba, porque de alguna manera Moira sentía que al quedarse donde habitaban los piratas, había traicionado a su amada bisabuela. Y para colmo; lo peor de todo era que en sus pesadillas una joven Wendy Darling siempre aparecía para extenderle la mano y dedicarle esa sonrisa, la misma que siempre le indicaba cuando debía despertar de las pesadillas y la que en cierto modo (o al menos eso quería pensar) le avisaba que no se preocupara, que Wendy no estaba enojada con ella y que estaba "perdonada".

¿Qué estaría haciendo Wendy Darling ahora?

Aquella pregunta se había vuelto su máxima preocupación.

El sonido de unos tic tac tic tac a lo lejos no dejaron de atormentarla durante toda la noche, tanto así que la joven llegó a pensar que había perdido la cordura y que ahora escuchaba cosas inexistentes en la habitación.... pero era imposible. El sonido era tan fuerte e irritante que hasta un sordo podía escucharle.

¿De dónde venía?

Tic tac, tic tac.

La castaña gruñó para sus adentros mientras apartaba las sábanas que la cobijaban. Tenía que ir a investigar un poco más sobre aquel fastidioso sonido.

Moira abrió la puerta de su habitación con mucha precaución intentando no causar ningún ruido que pudiera llamar la atención de los marineros para después dirigirse en puntillas a la proa del barco pirata.

Todo el país de Nunca Jamás parecía repetir dicho sonido irritante y Moira no pudo evitar maldecir a las flores del lugar por ello. Seguramente ellas habían sido las encargadas de corear el sonido por todo Nunca Jamás pero... ¿Por qué rayos lo estaban haciendo? ¿Y por qué a tales horas?

Moira sabía que las flores del país solo reproducían aquellos sonidos cuando los hallaban bellos o sumamente interesantes para divulgarlos por el mágico territorio. Ese dato se lo había narrado Wendy durante una de esas noches frías de invierno en donde Moira no podía conciliar el sueño. Al escuchar sobre ello, la castaña siempre se imaginaba que aquel sonido que las flores reproducían en Nunca Jamás con tanta energía , era el característico quiquiriquí de Peter Pan.
No estaba muy equivocada en ese aspecto, pero ese no fue el caso en aquella fría y nublada noche.

La castaña exhaló con fastidio dispuesta a volver a su habitación cuando unos cuantos sonidos más llamaron su atención.

Cerca de su refugio, se encontraba otra habitación. Y era ahí, de donde provenían unos sonidos similares (más no iguales) al que las flores se encontraban reproduciendo y compartiendo con todos los habitantes de Nunca Jamás.

¿Y qué ocurrió con Peter Pan? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora