16.

2.8K 268 70
                                    

El comedor está repleto. No sé cómo es que hay tanta gente desayunando, ni que fuese un día especial. No tengo idea de cómo llegamos aquí. Hace tan solo pocas horas, anoche, Harry y yo estábamos comiendo a besos en el armario del pasillo sin que nadie nos viera y ahora estamos alrededor de nuestras familia y amigos.

Y no deja de mirarme.

Bajo la mirada avergonzada, segurísima al 100% de que tengo los cachetes mas rojos de la vida de los cachetes, tratando de evitarlo. A mi lado está Luke y al otro Cam. Entablan una conversación junto a Harry y a Ben (si, Ben también estaba aquí, maldita sea) sobre cómo es que trabajan sus músculos.

–Yo no sé qué hago pero con solo levantar un saco de harina, –decía Ben mientras se levantaba el borde de su remera verde petróleo hasta casi el hombro , dejando ver unos músculos enormes en su piel tostada y aprieta. –me nacen estas preciosuras.

Y mientras el besaba sus grandes músculos, todos se echan a reír, incluyéndome en ellos. Harry casi se atraganta con un cereal de arroz inflado que había echado segundos antes y tuvo que ponerse de pie y mirar hacia otro lado para poder reír tranquilo calmado y sin ahogarse.

–Ah, claro, y mi cabello amanece así todos los días, en su perfecto estado. –comenta Luke rodando los ojos. Mira hacia mi lado, hasta mis ojos, y con un aire emocional me aprieta el hombro suavemente. –Emma, en cambio, tiene los mejores músculos de la mesa, ¿verdad, chicos?

Todos sonríen y yo vuelvo a bajar la mirada. Luke y Cam alzan mis brazos para que todos puedan ver la inexistencia de cualquier musculatura en estos brazos flacuchos extra blancos. Esto me hace pensar que debería empezar a trabajar, estos bracitos no me salvarán ni de una paliza simple un día. Harry casi se atraganta de nuevo pero le lanzó una mirada matadora y se limita con reír con la boca cerrada al igual que Ben, pero mis hermanos se burlan a todo volumen.

–Te quiero, hermana. –comenta Luke a mi oído, haciendo que mi cuerpo se estremezca y todos los momentos vividos con otro hombre hasta hace más de 3 semanas se cruzan por mi mente. Me limito a asentir.

..........................................................................
Cuando todos ya habíamos armado nuestras camas, aseado a nuestras personas y terminado todo lo que teníamos que hacer, el reloj recién marcaba las 10:14 a.m. Me siento en mi cama al ritmo de un suspiro prolongado hasta el infinito y cruzó mis pies estirados, y miro hacia fuera por las 'ventanas' de plástico transparente en las paredes. Hay un clima horrible fuera, todo parece como si fuese a llover, esta gris completamente y si en chino un poco los ojos, puede ver unas nubes negras acercarse. En mi pueblo llovía casi todo el tiempo, al igual que la nieve. Casi nunca veíamos el sol como lo hacemos Aquí. Unas gotitas que amenazan con caer ahora no me causan nada. Al contrario para unas chicas de unos 6 y 7 años que cuchichean felices mirando por la ventana acerca de que se viene un mar de lagrimas del cíelo. Sonrío recordando esos minutos de inocencia pasada. Cierro mis ojos unos instantes pero no puedes ser más que esos, porque una alarma como la de la otra vez, comienza a rugir sobre todos nosotros. 

-¡ATENCIÓN! -grita alguien a travez de algún megáfono o algo así.

De manera instantanea, las niñas pequeñas entusiasmadas por la lluvia salen corriendo donde su madre, asustadas igual que yo. Mis ojos se abren completamente buscando alguien conocido, alguien con quien pueda ir a refugiarme, pero estoy completamente sola. Mi familia debe estar aún en el baño o algo así, me levanto rápidamente con el corazón casi en la mano, devastado mi cabeza hacia todos lados hasta que pueda reconocer algún rostro. La gente está descontrolada aquí en el dormitorio, y todos se dirigen hasta el fondo del gran pasillo de donde proviene la voz. Estoy apretujada entre tanta gente que a penas puedo ver por donde camino, si no que avanzo gracias a la presión de la gente a mi lado.

In war  (h.s)Where stories live. Discover now