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Al menos logré soportar el almuerzo.
Tuve que sentarme entre entre unas gemelas de apellido Lockwood quienes estaban coladísimas hasta la coronilla por mi hermano Luke. Él estaba en frente y estaba claro por sus sonrisas y no parloteo imparable de que se sentía a gusto con ellas aquí.

–¿No te dio miedo escalar aquel muro, Sarah? Dios, yo le comenté a los chicos que quizás era mucho para todos, que quizás deberíamos haberlo eliminado del circuito. –comienza a decir Luke, preguntandole a la mayor de las gemelas, Sarah, una rubia de un metro setenta. Yo ruedo los ojos porque es horrozo ver a tu hermano coquetear–Incluso Emma, aquí presente, tuvo problemas para escalar, ¿no es así?

Yo me limito a asentir con la cabeza, metiéndome la mayor cantidad de puré que puedo en la boca que evitar responder posibles preguntas. Las gemelas me miran raro pero no me importa. Un bicho extraño a sus lados se convierte en oro cuando estás frente al chico de tus sueños. Rodeo los ojos y pido permiso para levantarme, con la excusa de que me he en listado para lavar los platos durante este almuerzo (cosa que es cierta) y que debía ir a preparar la cocina.

La cafetería ya estaba casi vacia cuando me levanto, a excepción de nuestra mesa y la del pelotón de Ben, que estaban menos de la mitad muertos de la risa por algo que su instructor les estaba comentando. Sigo adelante hasta llegar a la cocina. Esta era un gran espacio cerrado, a excepción de dos "ventanas" una hacia fuera que era más o menos de 1 metro por 2 y una que era hacia la cafetería, esta era al menos del porte de unas 3 cajas de zapatos en línea recta. Suspiro, veo la lista que cuelga encima del lavaplatos y veo que solo mi nombre está en el.

–Parece que seremos solo ustedes y yo. –les digo a la enorme cantidad de platos socios montados a un lado del lavaplatos.

Hago una lavaza en un molde pequeño y comienzo a lavar los primeros trastes y a dejarlos en el mostrador cuando la tela de la puerta se abre pero no puedo ver quién es. Pero con solo su expresión me basta.

–Fantástico. –dice Harry llevándose las manos a la cabeza.

–Créeme que yo tampoco estoy feliz por esto. –digo sin despegar mis manos del agua fría. Oigo que reprocha algunos más palabras y toma uno de los paños que estaban abre la mesa, y se pone a mi lado para comenzar a secar. –¿Por qué estás aquí si no tu nombre no está en la lista?

–Ventajas de ser soldado. –dice el sonriéndome de mala gana.

Hay un maldito reloj análogo por sobre nuestras cabezas que al parecer, ha modificado sus mecanismos para hacer su "tic tac" más fuerte que nunca, y estoy a segundos de hacerlo explotar, ya que no hace nada más que intensificar el silencio que existe entre Harry y yo, a pesar de que han pasado más de 15 minutos.. Cierro mis ojos por segundo olvidando por completo el plato de loza blanca que tengo en mis manos, y bueno, este no hace nada más que recordarme que sigue ahí resbalándose de mis manos cayendo lentamente hasta que lavamanos.

-Mierda. -grito soltando todo de mis manos salpicando entera toda el agua que estaba antes. Harry me mira de reojo y deja el plato que estaba secando sobre el mesón y comienza con un orilla del paño, a secar el lavaplatos que estaba goteando, para luego, acercarse a mi, y facilitarme el paño con rapidez.

-¿Estás bien? -dice sin mirarme.

-Si, solo fue ese este estúpido plato. -digo poniendo mis ojos en blanco. él sigue manteniendo sus ojos sobre los míos y enarco una ceja preguntándole qué pasaba.

-Amm.. -comienza a tartamudear, mordiendose el labio inferior con delicadeza. -Tienes espuma en tu rostro. -mis ojos saltan de inmediato y con el paño me restriego toda la cara tratando de eliminar cualquier rastro de espuma que hubiese allí, pero Harry sigue riendo. -Déjame ver.

In war  (h.s)Место, где живут истории. Откройте их для себя