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-¿Así que entraste en la cocina de mis padres sin ninguna pizca de dramatismo en tu acción, Styles? -exclama Luke con los brazos abiertos sobre su cabellera rubia y con una gran sonrisa en los labios. Harry se encoge de hombros y oculta su rostro entre sus rizos. -Dios santo, no sé cómo eres mi amigo.

-Harry fue muy atento con nosotros Luke, de verdad sabes elegir tus amigos aquí, tienes mucha suerte de tener a alguien como Harry. –dice mamá mirando al chico a mi derecha fijamente. -No sé qué habría pasado si nos hubiésemos quedado ahí tan solo unos minutos más... -suspira sonoramente y mi hermano mayor la toma de la mano para mostrarle su apoyo.

Cam mira las manos entrelazadas de mi familia fijamente, como si pudiese romper el lazo con tan solo mirarlos. Pienso que ya es tiempo suficiente para que él perdone a mi madre, cualquiera tiene un ataque de pánico al no saber qué pasará con el futuro de tu familia en una situación así.

"Pero es nuestra madre, Emma. Tiene la obligación de apaciguar esos sentimientos para proteger a su familia." -había dicho él.

-Creo que lo que deberían agradecer no es cómo los rescaté, si no en cómo se armó todo lo que pasó después para poder salir con ustedes sin levantar sospechas algunas. -musita Harry poniendo su ceño serio cruzando los brazos frente a su pecho. -El destino quiso que les salvara.

-Harry y su él místico. -me susurra Luke al oído y apoya su cabeza en mi hombro.

Pero yo lo ignoro.

-¿Crees que el destino ya está armado? -pregunto mirándolo fijamente a esos ojos esmeralda. Harry los fija en los míos e inclina la cabeza para luego desviar la mirada y entablarle una conversación a mi madre. Parece que nadie y solo él me han escuchado preguntar.

Siento cómo la respiración de Luke en mi hombro se va volviendo más lenta  y de pronto se queda dormido. Levanto una mano y la poso en su nuca mientras comienzo a  acariciare el cabello. Siempre le había gistado que alguien le hiciese eso al dormir. Debe estar muy cansado últimamente, y quizás qué habrá hecho en estos últimos días, sabiendo que Harry iría a por nosotros. Él me contó mientras veníamos hacia aquí, que mi hermano y él lo habían planeado hace 1 semana, cuando el que lidera esto, el General Hopkins, les había mencionado que Harry tendría que hacer una intervención en nuestro pueblo.

...

Minutos después, siento cómo mi hombro se mueve levemente, haciendo que me despierte con brusquedad. Al abrir mis ojos, me encuentro con los de Harry mirándome fijamente. Veo que todo a mi alrededor está oscuro y vacío. Al comprobar que Luke ya no está a mi lado, si no que caído en la cama en la que estoy sentada, y apoyada en el cabezal, me doy cuenta de que no fue el único que perdió la noción del tiempo.

-Levántate, pequeña Emma. -dice sonriendo. Me llevo una mano a la cara y me restriego los ojos con los nudillos. Harry extiende una mano y me la ofrece para poder levantarme. -Te haz quedado dormida, los además ya están cenando. ¿Por qué no vienes conmigo?

Asiento con la cabeza levemente y avanzo a paso lento, aunque el piso sea una tela cubriendo la arena lisa debajo, para no despertar a Luke. Sé por lo que ha pasado y por tanto no quiero despertarle. Harry me toma del brazo suavemente para guiarme por un pasillo alargado y angosto, sin perderme, su tacto aún debería de parecerme extraño, alarmante, quizás, porque no lo he logrado conocer perfectamente las ultimas horas. Fácilmente podría ser un traidor.sin embargo, la mano que transmite él calor de su cuerpo sobre mi brazo, me indica que mi mente no lo cree.

Muevo mi vista por todos los lugares que pasamos mientras caminamos. La gente para haberse esfumado, o como ha dicho Harry, estarán todos en el comedor. Harry parece notar mi curiosidad por saber dónde están todos y la ubicación del lugar, porque me mira de reojo desde las alturas.

-Todos están en el comedor, Emma. No eres la única aquí, eso es seguro. -me dice con un leve apretón en el brazo de dónde me tiene agarrada. Sonríe nuevamente y me pregunto cómo es que puede sonreír tanto y tan constantemente durante el día. ¿Qué no tiene nada por lo que estar triste? -Y si quieres, mas tarde si no estás cansada, puedes dar un paseo conmigo para así poder mostrarte el lugar.

Lo miro a los ojos levantando la cabeza para hacerlo. Los entrecierro un poco para presionarlo, para saber qué trama, pero luego recuerdo que si no fuese por él quizás estaríamos muertos. Bueno, no quizá. Lo estaríamos. Así que estoy a punto de contestarle que si, que de hecho me serviría mucho, pero él se me adelanta.

-Bueno, también podemos llevar a Cam y a Susan, si quieres. No quiero que pienses que te llevaré a las lejanías de la muchedumbre para poder asesinarte o algo. -comenta excusándose de inmediato. Paso de alto la manera en que toma la muerte conmigo, como si fuese algo a lo que no le he temido nada en los últimos meses, y le presto atención a la forma en que llamó a mi madre. Susan.Hacía años que no escuchaba su nombre de pila dicho por alguien. Teníamos muy poca comunicación con el mundo exterior por tanto sólo escuchaba cómo la gente se dirigía a ella como madre o cariño.

-Me encantaría, Harry. Muchas gracias. -le corto.

Él vuelve a sonreír e inclina la barbilla para señalarme algo a mis espaldas. Me volteo rápidamente y veo una gran puerta de metal con una pequeña ventanilla a la derecha. Arriba de esta hay un gran letrero que dice "Comedor". Harry me mueve despacio y empuja la puerta gigante sin soltarme del brazo. Un aire cálido me golpea en el rostro y veo a la gran cantidad de personas sentadas en varias mesitas de campamento montadas como en filas e hileras. Todos se voltean a mirar cuando la puerta se abre haciendo un poco de ruido e imagino que lo habrán hecho por la costumbre de temerle a la entrada de las personas.

Al darse cuenta de que no somos militares, bueno, que Harry no es alguien malo y que yo no tengo importancia, se dan vuelta y prosiguen con la conversación que tenían antes de que los interrumpiéramos. Harry me suelta y levanta las manos haciendo como una reverencia para que pueda pasar. Le asiento temerosa, pero agradecida de no haber demostrado demasiado interés en las personas como para que se hubiesen volteado para inspeccionarme. Harry vuelve a mi lado y caminamos por las mesas hasta encontrar en la que mi familia está sentada. Mamá levanta los brazos como si estuviese ahogándose para que yo pueda verle, y Cam, a su lado, rodea los ojos y la ignora.

Sonrío y me dirijo con paso seguro a la mesa en donde está la gente con la que confío realmente. Me siento a un lado de Cam y al otro de mamá. Había un espacio entre ellos, cómo no. Frente a ellos, hay una señora de pelo rojizo, lleno de rulos hasta el inicio de la mandíbula, y un chico de unos 28 años, con la barbilla cubierta con una capa de barba oscura. Mantiene su vista clavada en la bandeja que contiene una manzana y los restos de lo que creo que eran unos fideos con un trozo de pollo.

-Helen, ella es Emma. -dice Harry apareciendo detrás de mi, depositando una bandeja de color verde musgo frente a mi en la mesa. No había notado que había ido tras ella en cuando localicé a mi familia. Le miro y le sonrío en modo de agradecimiento  y él solo sonríe de medio lado como respuesta. Se sienta a un lado de la supuesta Helen.

-Pero claro que lo he notado, Harold. -sonríe abiertamente, mirándome con atención. Yo sonrío por educación y también al escuchar el nombre real de mi acompañante y no su apodo. El pone los ojos en blanco y le pasa un brazo por detrás del hombros para darle un abrazo rápido. -¡Es idéntica a Luke, mírale los ojos! Son tan similares, aunque los de ellos no son azules como el mar en el que nadé alguna vez. -ríe. -Mucho gusto en conocerte, cariño. Soy Helen.

-Emma. -respondo cariñosamente. Si la gente que está aquí, tiene la misma personalidad de ella, creo que me agradarán de inmediato. -Y el gusto es mío.

Mamá suelta una risa nerviosa y me giro hacia ella como instinto. Sé que está feliz, y tranquila, puedo verlo en el brillo de sus ojos pardos achinados por su sonrisa. Una de las cosas que extrañaba, era su sonrisa. Me vuelvo y centro la mirada en mi comida. Creo que si ella está feliz y tranquila, yo también tengo que estarlo. Estamos rodeados de gente buena y amable, por lo que nada podría salir mal. Ahora solo nos queda esperar el bien y ahuyentar todo tipo de mala vibra para que no interfiera en nuestro camino.

Levanto los ojos y encuentro unos verdes que me miran devuelta. Son de un color oscuro, no como el típico verde de la gente. Su nariz es puntiaguda y termina en una punta redonda. Tiene la boca perfectamente seria y en una linea recta, y de algún modo, es igual a Harry.

Pero Harry no tiene oscuridad en él, ¿verdad?

¿Quién es él?

In war  (h.s)Where stories live. Discover now