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La merienda transciende en la historia que Helen nos cuenta a los de la mesa. Ella había llegado aquí hace un poco más de un año, y había llegado por Harry. Dijo que cuando él era pequeño, había sido su vecina, y que ella y su madre eran bastante cercana, así que cuando se le dio la oportunidad de salvarla, lo hizo sin pensar. Los observo mientras ella me cuenta la historia. Harry tiene los ojos brillantes y se que de alguna forma, le emociona que ella cuente tantas maravillas de él. Que no dejó que pasara frío ni un solo momento, que durmió en la misma habitación que ella por lo menos un mes para cuidarla de sus pesadillas.

-Este chico se ganó un lugar en mi corazón de pequeño. -dice Helen volteándose para mirarlo a los ojos. -De verdad, no sé qué hacer para devolverte lo que hiciste por mi, Harry, por nosotros.

Y dicho esto, unas lagrima inmensas comienzan a caer por las mejillas redondas de la mujer. Harry murmura su nombre para consolarla y la envuelve en un abrazo grande mientras le acaricia el cabello. Mamá se levanta para ir a dejar las bandejas a un gran contenedor de basura que está en le fondo del gran lugar, y yo me giro hacia Cam y le susurro al oído.

-¿Quién es él? -le pregunto sin poder dejar de mirar al chico que tiene otra vez su mirada clavada en los restos de comida. Juega con el tenedor de plástico y un trozo de pollo de allá para acá. Lleva así al menos unos 20 minutos.

-No lo sé. -comenta mi hermano sin mirarme para no llamar la atención. Habíamos aprendido a hablar a espaldas de los demás para poder sobrevivir. -Mamá, Harry y yo, llegamos a la mesa solos, y minutos después se nos unió Helen y él. Solo ella se presentó y bueno, dijo algo.

Frunzo el ceño y me sigo carcomiendo el cerebro preguntándome quién será ese hombre misterioso, pero ahora, cerrándome. Harry interrumpe mis pensamientos molestando a Helen y nos dice que ya somos libres de hacer lo que queramos y que si lo deseábamos, podríamos estar en nuestro dormitorio. Enarco una ceja a Harry para preguntarle si es que aún sigue en pie lo de recorrer el lugar y él me guiña un ojo.

-Estaré afuera un momento si es que necesitan algo. -anuncia .

Todos asienten y mueven sus pies hacia la gran puerta. Cam me mira sobre su hombro, preguntándome con la mirada si iré con ellos. Niego con la cabeza e indico a Harry, señalando el lugar para que entienda que me lo enseñará. Sonríe y se vuelve con el resto del grupo. No me había fijado que ya no había casi nadie en el lugar y que ahora habían unas cuantas personas, incluyendo al chico que aún está revolviendo su comida en la mesa.

-Emma. -dice Harry sacándome de mis pensamientos.

Le sigo con la mirada y él me indica que le siga con la mano. Vamos por el camino contrario al que mi familia y conocidos van. Caminamos hacia una puerta pequeña de color azul oscuro que está a un lado del contenedor de basura al que mi madre fue hace un momento. Harry vuelve a hacer lo mismo que al principio con la puerta, la empuja y espera que pase yo primero. Cuando salgo, me ecunetro con lo mismo que estaba en la entrada del otro lado.

Nada.

El lugar en el que estamos está lleno de pura tierra, pues estamos en un desierto, por tanto, somos los unicos aquí. Achino mis ojos para poder ver más allá, y logro distinguir algunos cuantos cerros lejos de la planicie de tierra. Harry me capta mirándolos y me hace una breve descripción.

-A partir de esos cerros, comienza el peligro, Emma. -dice el mirándome mientras yo sigo mirando al frente. -Por eso desde ahora te voy a decir que sea cual sea el problema que surja aquí, jamás te alejes más allá de aquellos cerros.

Me volteo para verlo y lo contemplo sereno, con los brazos fuertes cruzados frente a su pecho. Tiene los ojos cerrados y por un momento casi me agarra viéndolo. ¿Qué habrá más allá de esos cerros? ¿Será que no estamos completamente a salvo en este lugar?

-¿Cómo llegaste aquí, Harry? ¿Qué hicieron para traer a esta gente, y por qué? -pregunto rápidamente, casi in respirar. El me mira de reojo y noto que tiene una sonrisa reprimida en su rostro. Me da un golpecito en el hombro mientras avanza unos cuantos pasos y desaparece al doblar la carpa.

-Haces muchas preguntas en muy poco tiempo, Emma. ¿Haz recordado respirar?

Rodeo los ojos y el suelta una pequeña risa. Es un sonido ronco pero lleno de alegría. Le sigo por una entrada oscura, que resulta ser un pasillo largo, hasta que Harry se detiene frente a la primera puerta que tiene una pequeña ventanilla.

-Ésta es la enfermería. –comenta tras de mí. Su aliento rebota en mi cabeza y un escalofrío recorre todo mi cuerpo. –Probablemente pensaste que lo era donde te quedaste dormida anteriormente, ¿no? –hago un pequeño movimiento de cabeza y él lo capta imitándolo. –Así es, todos piensan igual, pero ese es el dormitorio general. Es mejor mantener a todos juntos, ya sabes. –sus manos se mueven explicando todo, para generar alguna intensidad en su conversación se ha arremangado los puños y puedo notar algunos otros tatuajes por sus brazos. Esquivo la mirada antes de que lo note.–En la noche, algunos salimos a hacer guardia y comprobamos que estén todo allí.

-Como si alguien quisiera escapar. -digo sin pensar. Se me escaparon mis pensamientos mientras miraba la pequeña habitación con unas tres camillas con su respectivo equipo médico a su lado. Suspiro y me doy la vuelta para no pensar por qué está este corto en el campamentos y esperando que no haya oído lo que dije.

Harry hace una mueca con su boca y comienza a seguir caminando por el largo camino por el que íbamos antes. Sus pisadas son firmes y más grandes que las mías. Aún no me acostumbro a su altura.

–Aunque no lo creas, Emma, a no todos les gusta ser salvados. –dice suave y sutilmente retomando el tema anterior. Efectivamente me había escuchado.

Decido hacer como que no lo escuche y juego con mi cabello con mis dedos mientras sigo su paso. El hace caso omiso mientras sigue moviéndose. De repente, a nuestra izquierda, se abre una puerta y de ella sale un pequeño niño de al menos unos 3 años. Tenía el cabello un poco más oscuro que el de Luke y sus ojos eran de un café oscuro.

–¡Harry!–exclama el pequeño al verlo y corre a por él para abrazarlo al rededor de su cintura.

–Hola, Tom, ¿qué haces aquí? ¿Dónde está tu madre? –dijo Harry hablando demasiado rápido. El pequeño seguía amarrado a su cintura y tenía sus ojos cerrados. Estaba disfrutando del abrazo y de las caricias que Harry les está dando en su cabellera.

El pequeño de pronto se despega de Harry y me queda mirando fijamente. Harry se voltea y me sonríe para volver a mirar a Thomas, yo alzo mi mano y hago un pequeño saludo con ella. Él sonríe.

–Mamá está con la tía Helen, estaba esperando que llegaras así que fue a preguntarle a ella si habías llegado.

Harry hace una mueca y mira hacia el suelo y luego su reloj. Thomas se despide de nosotros imitando lo que yo hice hace un rato y sale corriendo hasta el fin del pasillo para perderse en una de las puertas. Nosotros seguimos caminando hasta que llegamos a una que era de color marrón.

–Tiene suerte de haber llegado aquí con vida junto a su madre. Apenas pude salvarlos, ¿sabes? –susurra. –La madre de Thomas tiene mi misma edad, éramos compañeros de colegio y cuando estaba en su último año, tuvo a Thomas. No podía dejarla sola así que la traje junto con Helen. Ella es su madre.

In war  (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora