12

5.9K 437 129
                                    

Una vez ya devuelta en el campamento, todos nos dividimos para poder ir a desayunar. La cafetería se repletó en segundos y de pronto me vi inmersa en una gran fila que parecía no a acabar jamás. Había un olor maravilloso en el lugar, una mezcla de café recién hecho y a tocino. El reloj sobre las cocinas marca las 9 de la mañana y es curioso cómo pasa el tiempo, porque me parece que solo estuvimos unos pocos minutos allá "compitiendo". Frente a mi está un chico que por su espalda no reconozco pero noto que tiene un pequeño tatuaje justo debajo de donde empieza su cabello, y es algo así como un diamante, pero no es exactamente un diamante. Veo que su espalda comienza a acomodarse, y siento que se está dando vuelta pero antes de que pueda ver su rostro, siento una mano entrelazándose con mi brazo y me jala fuera de la fila.

-¿Por qué que siento que mamá ya como que asumió que la he perdonado? ¿Puedes hacer algo para que deje de hacerlo? Sabes que no lo he hecho y jamás lo haré, o bueno, quizás pero ahora no. -dice Cam deteniéndose justo en medio del pasillo. Veo que tiene en su otro brazo una bandeja con dos cajas de leche, y dos pequeños recipientes con un poco de cereal. -Ya no puedo soportar sus sonrisas de amor hacia mi, todavía no puedo manejarlo.

-Cam, no puedes estar así toda la vida con mamá. -le digo mientras le aparto un cabello rebelde de su frente. -Solo fue un descontrol y ya está. Si, sufrimos pero ese tiempo ya pasó, ahora mamá está aquí con nosotros y eso está bien. Solo acéptala y ya.

-Em, que no se te olvide que si estamos todos vivos es por papá, y aquí todos juntos es por Luke. Jamás ha sido por mamá, que no se te olvide. -me responde frunciendo el ceño. No me he tomado el tiempo últimamente para estar con él, siento que he pasado más tiempo con Harry o Helen que con mi verdadera familia. Su cara está más angulosa que siempre, pero ya no tiene ese aspecto que todos teníamos de demacrados.

Lo miro a sus ojos cafés y doy un suspiro grande. Se que le costará mucho perdonar a mamá, pero creo que no soy yo quién debe decidir cuando, si no él. Me paro de puntillas y le beso con delicadeza la mejilla. Él sonríe y me extiende su brazo con la bandeja.

-Uno de esos es tuyo, agradéceme por haberte ahorrado hacer la cola. Yo ya no tengo hambre, piqué una manzana mientras esperaba así que regala a alguien el resto si es que tu no quieres. -espera que yo reciba la bandeja y me da un abrazo suave y rápido. -Nos vemos luego, te quiero.

-Y yo a ti. -murmuro mientras lo veo irse por las puertas de la cafetería.

De pronto me acuerdo del hombre que no pude reconocer y me volteo hasta donde estaba yo hace unos momentos, pero cuando ubico a quién iba detrás de mi, solo veo que hay una chica frente a esa persona y no un hombre.

Ya se ha ido.

-Espero que uno de esos sea para mi, Emma Emma.

Harry.

-No lo... -comienzo a decir pero antes de que pueda terminarla, él saca de mi bandeja una de las cajas de leche y comienza a tomársela. -era.

-Un poco tarde... -dice riendo conmigo. -Bueno, Emma, creo que hoy disfrutaremos de una gran cena junto a nuestro pelotón. -dice avanzando conmigo hasta que llegamos a una mesa y nos sentamos en ella. Frente a él, saco la leche de mi bandeja, y en el pocillo con el cereal, vacío el liquido y comienzo a comer mi desayuno. Pero el, sigue siendo el y saca a puñados el cereal para echárselo directamente a la boca. Mis ojos casi de forma instantes, se empiezan a voltear en su estructura. El sonríe porque sabe que me molesta que sea tan así, tan él, tan imprudentemente agradable. Y por eso mismo lo hace, por lo que me provoca.

In war  (h.s)Where stories live. Discover now