1: Después de Tokio

8.1K 314 109
                                    

Los titanes miraban con una sonrisa a la gente que les aplaudía por haber salvado la ciudad de Tokio, en Japón. Mientras Cyborg se atascaba de comida, Chico Bestia disfrutaba la atención de cientos de chicas, y Raven hablaba con algunas personas de "Goma de mascar El Burrito", Robin y Starfire, tomados de la mano, se miraban entre ellos con una sonrisa.

-¿Robin?-Preguntó ella.

-¿Star?

-¿Entonces ahora tú y yo estamos en una relación?-Preguntó ella mientras sus mejillas se ruborizaban. Robin soltó una pequeña risa.

-Sí, Starfire. Tú eres mi novia ahora-Dijo él, y le apretó la mano.

El evento finalizó cuando los Titanes subieron a la Nave T en dirección a su hogar.

-Gracias, de nuevo, por parte de Tokio. Siempre estaremos en deuda con ustedes-Agradeció el alcalde, y los Titanes despegaron en medio de aplausos y vitores.

-¿Chicos? ¿Qué se supone que voy a hacer con tantos números? Nunca había llegado tan lejos con una chica-Suspiró Chico Bestia mientras intentaba contar los números telefónicos que las chicas de Tokio le habían dado.

-Nunca habías conseguido que te hiciera caso una chica-Respondió Raven desde su cabina.

-Muy graciosa-Refunfuñó Chico Bestia.

-Ya quiero descansar un par de horas, y jugar algo de videojuegos-Dijo Cyborg mientras se acomodaba en su asiento.

-¿Maratón de Space Shutter?-Preguntó Chico Bestia.

-Perfecto Bestita-Contestó Cyborg.

-Supongo que eso significa que puedo encerrarme en mi cuarto-Suspiró Raven.

-Mi pobre Sedita ha estado tanto tiempo solo que puede que haya comido parte de nuestro hogar. Mi pobre bumgorf...

Ese comentario de Starfire provocó que la nave acelerara, llegando a su hogar ligeramente antes de lo previsto. Los Titanes bajaron a toda velocidad del vehículo y entraron a su hogar rezando por encontrarlo completo.

-¡Ya estoy en casa, pequeño bumgorf!-Exclamó Starfire mientras corría hacia su habitación.

-Espero definitivamente que esa cosa no haya tocado nada-Suspiró Cyborg.

Afortunadamente para ellos, los destrozos de Sedita se habían limitado a morder las cortinas de la habitación de Starfire. Aliviados, todos volvieron a sus actividades: Cyborg y Chico Bestia se sentaron a jugar videojuegos, Raven se sentó a leer en la cocina, y Robin y Starfire se quedaron en la cocina, mirándose entre ellos.

-¿Todo en orden, Star?-Preguntó Robin.

-Claro que sí, Robin. Simolemente, me hace feliz tener el título de tu novia, y que estemos en una relación-Dijo ella mientras se sonrojaba. Él también se sonrojó y le tomó ambas manos.

-Yo también soy feliz Star, y aunque no tengo experiencia en realidad con esto, voy a dar lo mejor de mí, porque te quiero-Dijo Robin.

Meses después...

-¡No lo entiendo Raven! Hace cuatro meses que nuestra relación inició, y pareciera no importarle. Nuestro contacto como una pareja se limita a cumplidos en general durante el entrenamiento y de vez en cuando abrazos cuando vemos películas en el sofá. Fuera de eso podría decir que ha aumentado su distancia conmigo y...

-STAR.FIRE. Cuatro cosas: uno, Robin nunca se ha caracterizado por ser del tipo sentimental. Dos, recuerda que somos héroes, a veces tenemos más cosas que hacer. Tres, habla eso con él. Cuatro, me gustaría terminar de meditar, por favor-Pidió Raven, ya desesperada. Starfire había estado en su cuarto quejándose de la negligencia de Robin por las últimas dos horas, y ya estaba algo cansada.

-Lo siento Raven. Debo hablar con él, tal vez tienes razón...

-Claro que la tengo. Azarath, Metrion, Zinthos...

Starfire salió rendida del cuarto de su amiga en dirección al cuarto de Robin. Se detuvo frente a la puerta, y justo antes de tocar, cambió de opinión, y se dirigió a la sala con Cybor y Chico Bestia, quienes se encontraban jugando videojuegos como de costumbre.

-Amigos, ¿me otorgan un minuto de su tiempo? Creo que necesito consejos-Dijo Starfire.

-¿Eh? Ah, seguro Star-Murmuró Chico Bestia mientras miraba la pantalla.

-Lo que pasa es que Robin...

-¡BOOYAH! ¡He aplastado tu trasero verde Bestita!-Exclamó Cyborg repentinamente, mientras bailaba sobre el sillón.

-Amigos por favor...

-Fue la primera ronda apenas. Te faltan dos-Exclamó Chico Bestia.

Mientras ellos dos luchaban, decidió acercarse nuevamente a la habitación de Robin, pero decidió que todavía no hablaría con él. Todavía le quedaban opciones para obtener un consejo.

Mientras tanto, dos hombres de encontraban mirando fotos de los Titanes, y videos de ellos, peleando o simplemente paseando.

-Así que el Chico Maravilla y la joven alien son una pareja ahora, adorable. Ciertamente adorable-Murmuró un hombre, viejo enemigo de ellos, mientras veía por televisión, el agradecimiento a los Titanes por salvar Tokio. Había enfocado sus manos agarradas.

-Deberías dejar de ver tanta televisión y pensar un poco en buestro objetivo. Dicen que la televisión enseña violencia-Comentó otra voz, para luego soltar una carcajada grotesca.

-Imagino que por lo menos tú tienes algo en mente, si tanta gracia te causa.

-Claro que lo tengo, Hermano, y puede que matemos a dos pájaros de un tiro-Murmuró el hombre de la carcajada, mientras disparaba un arma de juguete, cuyo disparo sacaba una banderita con un ¡BAM! pintado.

-Nuestros dos objetivos van a caer, y caerán hasta el fondo.

Los Jóvenes Titanes: The Biggest FightWhere stories live. Discover now