No soy ná pelao.

Ocho.

Habíamos terminado el trabajo culiao en grupo y acababa de llegar a mi jous. Me tiré al sillón y de mi mochila saqué unas galletas morochas que no me había comido en colación.

Me empezaron a llamar y como me dió la paja ir a contestar llamé a mi mamá.

-¡Mamá! -grité.

Chucha verdá que está trabajando.

Me paré y fuí a buscar mi celular a la pieza.

-¿Aló? -dije con la boca llena.

-Soy la Cote -estaba llorando así como nunca, qué weá.

-¿Qué weá te pasó conchetumare? -me preocupé.

-Pelié con mi amá y me echó hueón, me dijo que me fuera con mi apá -lloraba brijido.

-¿Y qué vaí hacer? -pregunta hueona que hago.

-Agarré mis cosas y voy a buscar algo por ahí no sé, te quiero pedir un favor -se sonó los mocos.

-¿Qué pasó? Dime nomás -me senté.

-¿Te podí venir conmigo esta semana? -khé.

-¿Qué? -se puso weona.

-Por favor, necesito que estí conmigo, ven, dile a tu mamá que no sé, te vaí a ir unos días donde tu papá o algo -suspiró.

Igual no era mala idea, aunque mi apá estuviese a la puta.

-Esperame, te llamo -le corté y llamé a mi amá.

-Vieja, te tengo que decir algo -respiré profundo pa' contarle la weá.

-Yo también, me voy a ir esta semana, vuelvo el próximo lunes, voy a ir a Caldera.

-Ah, ¿por trabajo o por pinche? -dije en tono pícaro.

-Ya Fabián, no me weí, por mi pinche po', prométeme que te vaí a cuidar.

-Con una condi -me reí y gruñó.

-¿Qué weá querí? -respondió enojá.

-Uy si se me enoja la princesa -me cagué de la risa -, Si me puedo quedar en la casa como si estuviera enfermo...

-Ya, pero que nadie te vea po', si estaí "enfermo" -nadie me va a ver -, ya, me voy ahora, mi vuelo sale en 2 horas, vuelvo el lunes, o el martes, ahí te aviso, te amo, chau -colgó y fuí a ordenar mi mochila altoque.

Llamé a la Cote y quedamos de juntarnos a las 4 en el mall. Salí cagando y tomé la primera micro que me llevara pa' allá.

Cuando llegué estaba sentá donde siempre con sus ojos rojos.

-¿Qué te pasó? -le tomé la cara.

-Mi mamá po' nunca me quiso, ven conmigo por fa, unos días -me abrazó -, ya nadie está conmigo, nadie me quiere, te necesito hueón.

La abracé y suspiré.

-Tú en serio me gustas, Cote. Y siento que vo' estaí jugando conmigo, ¿cachaí? -me alejé de ella. 

-No hueón, no -me tomó la mano -, o sea, yo igual siento cosas por tí.

Me llamaron. La Domi.

-Espera -dije y contesté.

-¿Qué pasó? -miré a la Cote que jugaba con las weás de la mochila.

-Culiao, tenís que venir ahora, pasó algo grave -estaba asustada.

-¿Qué te pasó? ¿estaí bien? -me alteré y la Cote me miró raro.

-No...nada -cortó.

-¿Qué? -me movió.

-Nada, nada...-qué chucha le había pasado a la Domi, tenía que ir con la Cote pero no podía dejar a la Domi sin saber qué le había pasado -, necesito que me acompañís a la casa de la Dominic -le tomé la mano y empecé a correr al paradero.

-Culiao-no-ando-con-los-sostenes-de-deporte -apenas hablaba.

-Vo' corre weona -nos subimos a la micro y llegamos altoque.

-Ya, ¿qué te pasó? ¿pa' qué vinimos? -aún no se recuperaba de la carrera, ajsjdjf.

-Necesito que digaí que vamos a ir a la casa de la Jose a hacer un trabajo, por eso llevamos mochilas, ¿ya? -me reí pero por adentro estaba que me cagaba.

Suspiró y yo toqué la puerta.

-Mi amor -me abrazó y nos hizo pasar sin preguntarnos nada.

-¿Qué pasó? -la revisé entera aer si tenía algo, sí, mucha teta, ah.

-No, yo estoy bien, la guagua -nos llevó a la pieza y la guagua estaba en la cama -, mira, no puede hablar, y le cuesta respirar -se puso a llorar.

La Cote se acercó y la tomó en brazos.

La guagua soltó un ruido raro. Y no, no era un peo.

-Tiene hipo, aweoná -jugó con ella.

-¿Y como se pasa eso? -se la quitó de las manos.

-Con agua, solo dale agua, de a poco y listo -suspiró y salió al living, yo la seguí.

-Ya, nosotros vamos a hacer un trabajo -mentí.

-Ya...te amo bebé -me dió un beso con lengua al frente de la Cote y me sentí incómodo.

Me despedí de ella y nos fuimos al mall, de nuevo.

-¿Vamos a la playa? -me tomó la mano.

-Ya po'-se la apreté y nos fuimos a comprar las weás pa irnos en bus.

**

-Ya, llegamos hueón por fin, está entera sola la weá -dejó su mochila en la arena.

No había nadie conchetumare, nadie.

-Ven -me agarró la mano y se fue corriendo al agua.

-No hueona, espera -me saqué las zapatillas y la polera.

-Uy si te hacís el rico -se sacó sus zapatillas y me volvió agarrar la mano para meternos.

Nos metimos a la weá y la Cote estaba cagá de la risa.

-Weona, ¿qué te pasó? -me reí con ella.

-Perdón, perdón si te di un beso, perdón -me fue abrazar.

-Ya oh  -la abracé -, no importa...-OBVIO que importaba po' hueón.

-Tú igual me gustaí, Fabián culiao -me agarró la cara y me dió un beso.