Capítulo 32

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Mimi llegó más temprano ese día al sanatorio. No podía permanecer en su casa en esas condiciones. Prefería estar allá.

Al llegar se topó con Izzy. A quien le tocaba estar allí en ese horario.

-Has llegado temprano. Aún me queda una hora aquí.- Dijo este.

-Puedes irte a descansar a tu casa si lo deseas. Yo me quedaré aquí.

-Mimi, creo que tú eres la que necesita descansar. ¡Mira tú aspecto!

La castaña hizo caso omiso al comentario de su amigo.

-No puedo Izzy. Sabiendo que él está aquí... así... créeme, no puedo.

Izzy se sentó junto a ella y la abrazó. Comprendía como se sentía pero él solo quería cuidarla.

-Si quieres puedes dormir mientras yo termino mi turno.

-Antes me gustaría pasar a verlo.- Lo cortó ella.

.Mimi, sabes que a estas horas no tenemos permitido entrar a la habitación.

-No importa. Yo iré.

Y dicho esto entró a la habitación. El moreno se encontraba tendido sobre la cama conectado a un respirador y a miles de aparatos.

Era desesperante verlo así. Pero luego de una semana se había acostumbrado. Cada día ella llegaba temprano y se sentaba junto a él. No asistía a clases solo estaba allí hasta que alguien la obligaba a irse a descansar a su casa.

-Mi amor. Soy yo otra vez.- Dijo besando su mejilla.- Vamos despiértate. Ya estas tardando demasiado ¡Hazlo por mí!- La castaña rompió a llorar. Era muy injusto.- Lo lamento tanto. Fui una estúpida. No se estar feliz. Siempre tengo que hacer algo para arruinarlo todo. Contigo conocí la felicidad plena. ¡Vamos Tai! Despierta. No puedo imaginar un mundo en el que no existas. No podría vivir en ese mundo.- Dijo. Entonces corrió el respirador por un momento y lo besó suavemente. De repente sintió que los labios de Tai se movían junto a los de ella. Se separó de inmediato. Entonces observó como el moreno abría de a poco sus ojos.

La ojimiel comenzó a gritar pero al moreno los gritos no le sentaron bien porque se llevó las manos a sus oídos.

-¡Oh lo lamento tanto! No debí gritar.

-¿Qué está pasando? ¿Qué hago aquí?- Dijo extrañado.

-Tuviste un accidente pero ahora que desperataste todo estará bien.- Dijo ella tomándole la mano derecha y acariciándola.

-¿Por cuánto tiempo he estado dormido?- Preguntó.

-Una semana mi bello durmiente. Pero al parecer mi beso te ha despertado.- Dijo ella riéndose de sus ocurrencias.

El moreno se rio pero cuando lo hizo se quejó del dolor. Ahí cayó en la cuenta de las secuelas de su accidente. Le dolían las costillas y la cabeza.

En ese momento irrumpió la enfermera con el médico.

-Señorita vamos a tener que pedirle que se retire así podemos revisar al paciente.- Dijo el médico dirigiéndose a Mimi. Ella fastidiada salió del cuarto.

Luego les contó a izzy, Kari y los señores Kamiya lo sucedido.

-¡Necesito ver ya a mi hijo!- Decía la señora-

-Ya podrás. El medico lo está revisando. Tienes que ser paciente.- La tranquilizaba su marido.

Al cabo de un rato apareció el médico.

El hilo rojo (En corrección)Where stories live. Discover now