Capítulo 19

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Kari y Davis caminaban el uno junto al otro mientras todos buscaban algún lugar donde se encontrara una puerta abierta hacia el mundo real.

-Veo que la mayoría de mis amigos tienen novia.- Comento este.

-Ya llegará tu momento.- Lo animó la castaña menor.

-¿De qué hablas? Nadie quiere estar conmigo es decir... Soy Davis. El que siempre se mete en problemas, el que no tiene tacto con las chicas. A nadie le he interesado nunca ¡Hasta Cody tiene novia!

-Relajate. Eres especial, en el buen sentido. Creo que eres una persona muy interesante y mereces una gran chica a tu lado.

-Especial eso es lo que sucede. Pues no quiero tener una novia para salir a caminar a la luz de la luna. Yo quiero que aprendamos todo juntos, crecer juntos, apoyarnos el uno al otro. En fin compartir todo con ella.

Kari se quedó tildada en aquello que su amigo acababa de decir. Sonaba muy lógico... eso era lo que ella siempre había buscado y Tk no le daba ese tipo de cosas.

Kari se quedó tildada en aquello que su amigo acababa de decir. Sonaba muy lógico... eso era lo que ella siempre había buscado y Tk no le daba ese tipo de cosas.

-¡Llamado a tierra!- La regresó de sus pensamientos Davis.

-Lo lamento tanto. No quería lastimarte, incluso ignoraba tus expectativas en base a una relación. Esto que acabas de decirme me parece muy lindo.

-Si... pero lo hecho hecho está. Ya me rechazaste y lo estoy superando.

De repente Tk los interrumpió.

-Hola chicos ¿De que hablaban?- Dijo rodeando a su novia en un abrazo.

-Del examen de algebra que nos estamos perdiendo. ¿Sabes lo que nos costará convencer a la profesora Matsudaira de que estábamos enfermos?- La salvó Davis.

-Pues sí. Pero no creo que sea tan difícil ¿O sí? De todos modos no sabemos por cuánto tiempo estaremos aquí.

-Eso me preocupa ¿Sabes? Mira si nos quedamos libres.- Dijo Kari.

-No pienses en esas cosas Kari. Todo saldá bien.- Dijo Davis tratando de calmarla. Tk se sentía de más. ¿Qué estaba pasando? ¿Desde cuándo Davis era el que consolaba a su novia? Siempre estaba tratando de llamar su atención, pero nunca se comportaba así de atento.

Mimi estaba sentada en una sombra junto a Tai, Palmon y Agumon.

-Me gustaría quedarme por largo tiempo junto a ustedes. –Dijo la castaña.

-Me imagino cuando ustedes se casen ¡Vamos a vivir todos juntos! ¡Y nosotros jugaremos con sus hijos!- Dijo palmon con un brillo en los ojos.

-Creo que es muy pronto para hablar de eso.- Dijo la ojimiel.

-¿Por qué? Si sabemos que nacimos para estar juntos. Está más que claro que vamos a casarnos ¿No crees?

La castaña se sonrojó de la cabeza a los pies.

-¿De veras ese es tu deseo?- Cuestionó.

-¿Tienes alguna duda?-Entonces se acercó a ella y la besó.

-Bueno muchachos tengan en cuenta que seguimos aquí.- Dijo agumon.

-Agumon si tanto desean vivir junto a nosotros en el futuro, deberán acostumbrarse a esta escena porque se repetirá una y otra vez.- Dijo Tai guiñándole un ojo a su novia.

Agumon y palmon hicieron una cara de asco.

-Besar a Mimi es mi actividad favorita.

Y volvió a besarla.

-No quisiera ver la cara del padre de Mimi cuando se entere del noviazgo.- comentó palmon.

En ese momento Tai quedó duro y con los ojos más abiertos que nunca.

Ambos digimon se echaron a reír. La imagen desde afuera era muy graciosa.

-Mira su rostro. Ya me imagino lo que hará con él.

-Mi padre no es esa clase de persona.- Se defendió Mimi.

Al moreno le volvió el aire.

-Tu padre es muy sobreprotector contigo Mimi.- Afirmó Palmon.

-Bueno si... pero a Tai lo conoce desde niño....

-¿Alguna vez has llevado un novio a tu casa?- Cuestionó Tai de la nada.

Mimi se quedó callada por un rato. La respuesta la avergonzaba.

-¿Qué sucede?- Quiso saber él.

-Es solo que Mimi nunca ha tenido novio.- Aclaró palmon viendo que la ojimiel no podía emitir sonido.

Tai se quedó perplejo. Siempre imaginó que la castaña, así de bella como la conocía, por tener ese aspecto tan atractivo, había tenido centenares de chicos antes que él... pero en su mente solo se le venía el nombre de una persona.

-¿Y ese tal Michael que fue tuyo?

A la ojimiel le sorprendió la pregunta. Nunca imaginó que Tai preguntaría por él.

-Michael siempre ha sido mi amigo desde el primer día en que llegué a los Estados Unidos. Siempre me ha apoyado, incluso en los peores momentos ha sido una persona con la cual tuve mucha cercanía...

-¿Qué tan cercanos fueron?- La interrumpió.

La castaña miró para abajo avergonzada.,

-Éramos muy cercanos hasta que empezó a invitarme a salir. Al principio acepté, pero cuando intentó besarme me alejé de él.

El moreno estaba estupefacto y se le vino un recuerdo a la mente.

-A Aoyama tampoco quisiste besarlo luego de tu cita con él... ¿Será que? ¿Mimi tu nunca...? ¿Pero si yo...?

-Nunca había besado a nadie hasta que tú me besaste. Si.

En ese momento Tai no pudo más que sentir ternura por su novia. Era increíble que había sido el primero en todo sentido para ella. Se sintió la persona más importante del mundo. Esos labios le pertenecían a él y a nadie más.

-Así que soy el dueño de esos labios.

Mimi esbozó una sonrisa tímida.

Entonces el moreno volvió a besar a su novia.

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El hilo rojo (En corrección)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant