Capítulo 25

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Tai se encontraba recostado sobre la cama de Mimi, releyendo la página señalada en el libro que había visto anteriormente, mientras esperaba que ella terminara de cambiarse en el baño

Entonces ella irrumpió en el cuarto. Con su vestido violeta y botas altas.

-La muchacha más bonita de todo Odaiba frente a mis ojos.- Dijo este al observarla.

Ella se sonrojó. Tai la tomó de las manos para que se sentara sobre la cama donde se encontraba él.

Entonces se incorporó y le colocó un dulce beso sobre sus labios. De esos besos que son tímidos pero demasiado tiernos para ignorarlos.

-Si mi madre entra y nos encuentra en esta situación yo creo que moriría de un infarto.

El moreno se rio.

-¿Sabes me gusta esta frase? ¿En quién estabas pensando cuando la subrayaste?- Dijo este señalándole el diálogo que había leído anteriormente en el ejemplar de "Un grito de amor desde el centro del mundo".

Mimi lo miró y luego comenzó a reír.

-Este libro lo tengo desde que tengo doce años.- Contestó ella.

Tai frunció el ceño.

-Claramente era por otra persona.- Comentó en voz alta.

Mimi se acercó más y posó suavemente sus labios sobre los de él. El moreno no pudo más que dejarse llevar.

-¿Por qué piensas que fue por otra persona?- Preguntó ella.

-Es decir... doce años. Aún no se había producido el acercamiento entre nosotros...

-Tai... estoy enamorada de ti desde el kínder. –Se confesó ella.

Tai se quedó inmóvil. ¿Estaba escuchando bien? ¡Eso sí que no lo esperaba!

-Te quedaste mudo. Yo sabía que no debía decir tal cosa.- Se lamentó la ojimiel.

Pero Tai la tomó de las manos y la besó. Sintió deslizarse sus labios sobre los de ella, saboreándolos. No pudo luchar con tan exigente beso.

Podía sentirlo. Podía sentir como ella se derretía ante aquel acto. Sus labios se dejaban llevar por los de Tai en aquella danza.

Cuando finalmente se separaron Mimi bajó la cabeza avergonzada. En las últimas horas habían estado besándose más que en toda su relación. No era que no le gustaba, simplemente era extraño, pero en el buen sentido. ¡Amaba a ese sujeto!

-No te avergüences.- Dijo el tomándola del mentón para que suba su rostro y lo mire a los ojos.- No estamos haciendo nada más que amarnos. ¿Está mal eso?

Mimi negó con la cabeza.

-No puedo creerlo ¿De verdad siempre te he gustado?- Preguntó muy serio.

-Siempre. Desde aquel día en el jardín de niños cuando todos se burlaban de mi porque no quería tirarme del tobogán más alto, por mi miedo a las alturas. Y tú viniste y me dijiste que nos tiremos juntos, y lo hice. Solo te miré a los ojos y supe que si estaba junto a ti no me pasaría nada.

Tai derramó una lágrima. Realmente le emocionaba saber que la persona que más amaba en el mundo sentía eso por él durante tanto tiempo, pero le enojaba no haberse dado cuenta antes.

Mimi se acercó a él y le secó sus lágrimas.

-Pasaron los años y llegó el campamento de verano. Estaba emocionada porque estaríamos en el mismo lugar durante el verano. Pero recuerdo que tu solo tenías ojos para Sora. Fue la primera vez que sentí que me rompieron el corazón. Era una niña, pero estaba segura de lo que sentía.- Hizo una pausa para observar la expresión de Tai. Este ya no lloraba la escuchaba con atención.- Luego me fui a los Estados Unidos. Pensé que era lo mejor que podía pasarle a mi vida. Alejarme de ti.

Tai negaba con la cabeza y acariciaba sus mejillas dulcemente. Ella tomó aire y continuó.

-Pero tuve que volver ese verano aquí ¡Y tú tuviste que ser tan lindo conmigo! Todo renació y pasó lo que ya sabemos.

-¿Entonces estabas guardando tu primer beso solo para mí?- Preguntó Tai.

Mimi miró para abajo ruborizada.

-Eres y siempre vas a ser al único que he amado.- Respondió ella.

-Nunca te alejes de mí.- Ordenó él.

-Nunca.- Afirmó.

Entonces la castaña para cambiar de tema y desacalorarse hizo otra pregunta.

-¿Me ayudas con los deberes?

Tai sonrió y asintió con la cabeza.


El hilo rojo (En corrección)Where stories live. Discover now