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Capitulo 14


Espero que este capítulo largo recompense todo el tiempo que estuve sin actualizar.


6 meses después.

9:00 am.

Era viernes por la mañana, el día estaba nublado y las noticias pronosticaban fuertes lluvias para la tarde. Las clases se cancelaron en la universidad de Niall así que se encontraba en el departamento con Louis esa mañana. Mientras el tomaba una ducha, Louis se dedicó a vestirse rápidamente para no morir de frio.

En cuanto terminó de colocarse sus zapatos cafés, se dejó caer a la cama jadeando por aire y se recostó en ella para descansar. Louis comenzaba a sentirse débil, cansado, sofocado; cualquier cosa le causaba mareos y sentía que en cualquier momento iba a desmayarse. Cada vez tenía menos fuerzas, dolía si quiera levantar un brazo. Todo se le estaba saliendo de control.

Pasaban horas y horas y él se olvidaba de tener hambre. El tomar agua le mareaba y le hacía vomitar. Se le caía cabello constantemente. Le resultaba imposible recuperar el calor. Pero, estaba perdiendo peso.

Era lo único que le alegraba de todos sus malestares. Las camisas más pequeñas que tenía ya le quedaban grandes. Incluso los pantalones se le caían, tenía que usar cinto para sostenerlos. Sus piernas se miraban más largas, pero muy escuálidas. Su columna ya se empezaba a notar, las clavículas le saltaban de su pecho, sus costillas cada vez se notaban más y más; su abdomen estaba completamente plano, la delgadez de sus brazos parecía irreal, los pómulos le sobresaltaban del rostro, sus mejillas parecían haber desaparecido, sus manos se hicieron más pequeñas y escuálidas. Por fin todo el sacrificio que había estado haciendo, daba resultados. Estaba feliz, feliz de mirarse al espejo y sentirse bien consigo mismo, estaba logrando lo que él quería, verse delgado.

Sentirse mal y hacerse daño valía la pena. Sentir que iba a desmayarse valía la pena, levantarse en medio de la noche jadeando por aire valía la pena, sufrir dolores de cabeza y mareos horribles todo el día valía la pena, echarse kilos y kilos de crema para ocultar lo seca que tenía su piel valía la pena; el estaba logrando lo que tanto tiempo había anhelado. Por fin estaba empezando a sentirse bien consigo mismo y tenía que mantenerse. El quería estar delgado cueste lo cueste.

Cuando el comenzó todo aquello, estaba a siete kilos arriba de su peso ideal. Cuando decidió dar inicio a su dieta su meta fue pesar setenta y cinco kilos porque ese es su peso ideal, pero al llegar ahí no se sintió satisfecho con lo que vio. Así que siguió y no se dio por vencido hasta llegar hasta donde está ahora.

Se colocó su cazadora beige y escuchó la puerta de su habitación abrirse. Niall se recargo en el marco de la puerta ya vestido y arreglado. ― ¿Estás listo? Daniel y David llegaron por nosotros.

En los últimos meses, David había pasado la mayor parte del tiempo con Louis gracias a su novio. Daniel quería pasar tiempo con los dos y para no dejar a uno de ellos solo, trato de que los tres pasaran la mayoría del tiempo juntos. Eso pareció funcionar porque Louis había dejado de sentirse incómodo con David y se hicieron buenos amigos.

Esa mañana, Daniel, David, Louis y Niall se habían puesto de acuerdo en ir a tomar un café todos juntos antes de tener un día agotador. Cuando llegaron al lugar, pidieron cafés y panecillos y después eligieron sentarse en una mesa cerca de la ventana. No pasó mucho cuando la mesera les trajo sus órdenes y con una sonrisa se retiró de la mesa.

David le dio un sorbo a su café y segundos después frunció el ceño. ―Dios, mi lengua.

―Idiota ―dijo Daniel y le dio un sorbo a su café con mucho cuidado. ― ¿Qué haremos hoy? Es viernes y el cuerpo lo sabe.

Keep DancingOn viuen les histories. Descobreix ara