—Acaso...

—Sí, estoy hablando de Hoseok. Aunque sus padres fueran los más comprensibles del planeta, nos prohibían tener una relación, y es que tenían razón, un chico de quince años con uno de veinte, es realmente malo. Pero pues pasaron los años y logramos "formalizar" lo nuestro, a pesar de que sigue siendo un niño mentalmente. —murmuró Yoongi con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro—Tú tienes suerte, SeokJin y tú solo tienen dos años de diferencia.

—... —NamJoon cortó la conversación y dirigió la mirada de nuevo a SeokJin el cual cargaba una charola con diferentes tazas de chocolate caliente y un tazón lleno de galletas, y se dirigía hacia YoongSun y Moonbyul las cuales platicaban con entusiasmo.

—¿Te gusta SeokJin? —se atrevió Yoongi a preguntar.

—No, creo.

—Te gusta, lo dudas. Además, lo presentaste como tu pareja en la primera cena, ¿Acaso estás jugando con él?

—¿Por qué lo piensas?

—Solo supongo. —dijo encogiéndose de hombros y apartando la mirada—Si es así, solo te advierto que las cosas nunca salen como quieres, al final terminaras perdiendo en tu propio juego. Anótalo, luego lo recordaras y te dirás a ti mismo, "Vaya, ¿Por qué no le he hecho caso a Min Yoongi genius?"

—Anotado. —respondió burlón observando como jin se acercaba a ellos.

—Sabes, de repente me ha dado sueño. Me iré por ahí a buscar a Hoseok para dormir un poco, nos vemos luego. —se despidió alzando la mano y alejándose de NamJoon antes de que Jin llegara hacia ellos.

SeokJin sonrió tímido y dejo una taza de chocolate a su lado al igual que un pequeño tazón de galletas las cuales parecían ser las ultimas.

—Hola, hyung. —saludo Jin bajando la mirada y jugando con sus dedos con nervios.

—Hola, Jin. —igualó con una pequeña sonrisa—¿Cómo estuvo tu mañana?

—Bien... —el castaño abrazo la charola y se sentó con cuidado al lado de NamJoon mientras trataba de no hacer contacto visual.

Las mejillas de Jin se encontraban sonrosadas, jugaba con sus dedos y movía sus piernas con nerviosismo y vergüenza. NamJoon miraba a SeokJin y movía su mano hacía las del menor para tomar una y entre lazar sus dedos.

Cualquiera que los viera en esa situación, aun así sin conocerlos, pensaría que ellos realmente eran una pareja, que se amaban con toda su alma. Aunque en verdad no fuera así por un lado.

SeokJin seguía y seguía, su corazón no dejaba de latir por NamJoon. Cada vez que lo toca, que le habla, que le dice palabras haciéndole fallecer de felicidad y emoción, como si el típico chico popular y apuesto del colegio le estuviera hablando. Pero NamJoon, siempre correspondiendo, haciéndole mimos y diciéndole palabras bonitas para endulzar sus oídos y hacerle caer cada vez más en ese sentimiento llamado enamoramiento.

—Hyung, ¿Compraste las pastillas que dijiste? Me duele mucho mi cuerpo... —se quejó inflando sus mejillas y mirando a NamJoon.

—Debiste haberte quedado en cama a descansar, justo regrese temprano para poder llevarte tu desayuno, pero estabas con Moonbyul cuando llegue.

—Tenía hambre, y ella me llamo para desayunar. Además, me desperté temprano por el frío. —le respondió—¡Que por cierto! ¡Hyung, quiero ir a jugar con la nieve! —se levantó de golpe y tomo la mano del moreno para empezar a jalarlo hacia la salida de la casa—¡Te estaba esperando para ir a jugar juntos!

NamJoon rió bajo mientras era arrastrado por los pasillos de la casa hacia el patio trasero—¿No te dolía el cuerpo?

—Puedo soportarlo.

—De todos modos, quiero que tomes algo, es importante. —comentó con algo de preocupación y en voz alta para que pudiera escuchar—Apenas llegues a la cabaña tendrás que tomarlas, no puedes olvidarte.

—Sí, sí, lo hago luego. —respondió con indiferencia mientras deslizaba la puerta de cristal—Toma, puedes resfriarte. —Jin le extendió un abrigo a NamJoon del perchero, a lo que el mayor enarco una ceja y sonrió con burla—¿Qué? —pregunto curioso.

—¿Acaso ahora eres mi madre? Yo soy el que debe preocuparse de los dos. —Jin se encogió de hombros y coloco sus guantes para luego salir corriendo hacia un pequeño montón de nieve arrinconada debajo de un árbol.

NamJoon sonrió y se sentó en un tronco de madera mientras observaba a SeokJin jugar con la nieve y hacer diferentes figuras con ella. SeokJin tomo un puño de nieve y se acercó a su mayor para sentarse frente suyo y empezar a hacer una figura con sus manos, colocando cada una a los lados de la bola y empezando a hundir la parte superior entre la nieve, hasta que NamJoon pudo notar que lo en verdad Jin quería hacer con aquello.

—Un corazón. —Murmuro SeokJin mientras con una de sus manos tomaba las de NamJoon y las extendía para colocar la figura sobre las suyas—Es mío, ahora tienes que hacer uno tú y tienes que dármelo. Tiene que ser un intercambio justo. —susurro lo último con el ceño fruncido y con sus brazos ahora cruzados y sus manos hechas un puño.

—¿De dónde aprendiste a ser tan cursi? —rió NamJoon sin apartar la mirada de la figura helada que se encontraba entre sus manos.

—¿Cursi? ¿Qué es eso?

—Tiene muchos significados, aunque lo digo en forma de que eres muy infantil y meloso. —SeokJin frunció el ceño y miro el corazón de nieve como si lo estuviera analizando e igualando con la palabra.

—No quiero ser cursi. —abultó sus labios y tomo el corazón de nieve para luego con rapidez devolverlo al resto. NamJoon bufó y tomo una bola de nieve para empezar a darle de nuevo la forma de corazón.

—Ser cursi no es malo, es tierno. —le respondió entregándole el corazón de nieve ahora a Jin, para luego revolver su cabello con ternura—Ese es el mío. —el castaño miro el corazón y bufo con molestia para levantarse e irse con la figura entre sus manos, sin dirigirle ninguna palabra a NamJoon—¿Pequeño?

—¡No me hables! Estoy enojado. —NamJoon sonrió con burla.

—Entonces devuélveme mi corazón.

—¡No! El corazón de Monie hyung es mío, pero mi corazón no es suyo. —murmuro caminando con rapidez hacia otro de los árboles y sentándose en el suelo cubierto de nieve. NamJoon sonrió y tomo un puño de nieve para correr hacia el menor y aventárselo. SeokJin abrió la boca en forma de "o" con impotencia, a punto de levantarse e irse aún más enojado, aunque NamJoon le interrumpió al momento que le abrazo por la espalda y lo tiro al suelo mientras lo abrazaba con fuerza.

Desde ese momento, toda la tarde se la habían pasado jugando y haciendo pequeñas figuras con la nieve o escribiendo sobre ella. Así NamJoon olvidándose de lo que en verdad tenía que hacer apenas regresara, olvidando las pastillas, olvidando sus problemas, olvidando sus sentimientos... olvidando la compra de su boleto de avión.

Olvidando que su avión salía dentro de siete horas, siente horas para estar con SeokJin y luego desaparecer; siete horas para terminar lo que había empezado hace más de tres meses con aquel castaño.

Matrimonio [NamJin]Where stories live. Discover now