Capítulo 5: La travesía continua.

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Star temblaba por dentro al imaginarse el destino que les esperaba a ella y a Val si la directora se molestaba con ellas otra vez, no podría esperarse un futuro en otra Casa Hogar sin Val a su lado.

—Señora, no nos separe a Star y a mí se lo suplico –rogó Val leyendo los tristes pensamientos de Star.

En esta ocasión fue Marta la que no pudo tolerar la penosa situación en la que se encontraban las niñas, llegar hasta el punto de suplicar para no ser separadas fue demasiado para su corazón y dejando a su jefa detrás irrumpió en la oficina.

—Nadie las separará.

Les asegura una mujer extraña entrando de pronto a la oficina, Star y Val se toman de la mano por miedo a que sea una mentira y las separen.

—Usted está mintiendo –dice Star.

—No está mintiendo. Y soy la que las adoptaré a ambas.

Las niñas esperaban que la señora que las adoptará fuese una señora mayor, con sobrepeso que las tendría de esclava como tristemente en varias ocasiones ya les sucedió, sin embargo, ante ellas estaba la mujer más bella que habían visto. Era muy joven y cuando les sonrió a las niñas por primera vez la sonrisa si le llegó a los ojos aunque en el fondo se denotaba la tristeza que le embargaba, la misma que tanto Star como Val acogían en su interior. Está demás decir que el vínculo fue instantáneo para las tres.

En medio del emocional momento la directora apenada intervino.

—Niñas vayan por sus maletas, irán a su nuevo hogar.

Después de que Josep tomara las escasas pertenencias de las niñas fueron juntos a almorzar en una extraña incomodidad luego tomaron rumbo al último orfanato antes de que caiga la noche, para recoger al resto de las niñas deberían viajar a otro estado.

El orfanato "Santa Teresa" era uno de los más pobres que existían, una parte en Margaret tenía miedo de descubrir en qué situación se encontraría a las niñas. Estaba al tanto de que Steven dejó una donación para la mejoría de la Casa Hogar, pero desde afuera el lugar era tan deprimente que solo podía empeorar lo que se encontraba en su interior.

La casa era antigua, el patio era más deprimente aún, lo deteriorado de los juguetes le rompió el corazón. Cómo pueden ser felices estos niños en un ambiente así.

—Bob encárgate de hacer unas averiguaciones más exhaustivas sobre lo que ocurre en este orfanato y que ocurrió con los fondos que Steven les dio, no puede ser posible que un millón de dolores no cause un efecto más relevante en la apariencia de este centro, me preocupa lo que ocurrió con los fondos, a menos que al entrar me encuentre con un palacio y si no está en la estructura de la casa más les vale que esos niños allí dentro estén en excelentes condiciones, con una buena alimentación, salud y bien vestidos. Maldición.

Susurro está última parte por la presencia de las niñas y el mal ejemplo que podría estar dándoles. Miro detrás de la limusina y vio la camioneta que los seguía, nunca se alegró tanto de tener a los de seguridad con ellos.

Marta y Josep miraban preocupados el orfanato que parecía más una casa abandonada que otra cosa.

—Si señora. –respondió el abogado mirando la casa y entendiendo la preocupación de su jefa.

Por otra parte, las cuatro niñas miraban embobada a su madre adoptiva, se estaba volviendo como su heroína personal, nunca nadie demostró importarles cómo se encontraban ellas a excepción del señor Steven. Y lo que les causo mayor impacto fue la palabrota que salió de su boca, nunca esperaron que ella pudiera decirlas, cada niña era poseedora de un lenguaje soez, pero nunca lo admitirían y menos delante de su nueva madre.

Fabrica de esposas perfectas #1. [Serie Esposas Perfectas]Where stories live. Discover now