Capítulo 42

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[André]

Desde lejos, sentado en las sombras veo a marinos usar su magia de hada para remendar los barcos, han hecho lo posible para que las velas vuelvan a funcionar y los mástiles que las sostienen se queden fijos gracias a cuerdas hechizadas. Thomas, Charlie e Iván han estado ayudando también, incluso la sirena y Esmerald, pero a mí no me dejan hacer nada, me siento inútil.

Me levanto y voy hacia el capitán Rogers quien esta diciéndole algo a Iván, quien asiente con el ceño fruncido mientras Rogers señala hacia el oeste. ¿Estaremos cerca de alcanzar las quinientas leguas? Camino despacio para llegar a ellos, repentinamente siento una oleada de nauseas y mareos.

Cubro mi boca con una mano y me acerco a la orilla del barco, si voy a vomitar que sea en el mar. Esmerald inmediatamente se acerca a mí, me pregunta si estoy bien y cuando intento responderle expulso lo poco que hay en mi estomago. Cuando termino, Thomas viene con un pocillo lleno de agua limpia, me lo da para enjuagar mi boca y después me da otro poco más para tomar.

— Deberías dormir —dice alguien a mis espaldas, me volteo y es la sirena.

— No quiero dormir —he de ser honesto, dormir es mi cosa menos favorita últimamente, no solo porque me siento inútil al no poder ayudar, sino que el niño que aparece en mis sueños que dice ser mi hijo me confunde y es perturbador. Pues en estas últimas semanas me ha dicho que tiene algo importante que decirme, sin embargo cada vez que lo veo en sueños se calla y dice cosas sin sentido.

— Vamos, estas débil —insiste Esmerald, puedo ver su rostro preocupado, al igual que Charlie y Thomas, la sirena también me mira y en sus ojos noto todo, suspiro de cansancio y asiento—. Erendira, ayúdame.

— No es necesario —digo, intentando que suene cansada mi voz—. ¿Estás ocupada? —miro a Erendira.

— No, está bien, estaba preparando la comida, pero quizás me las ingenie para darte otra cosa —se acerca a mí y toma mi brazo—. ¿Vamos?

Asiento despacio y dejo que las chicas me ayuden a ir a la escotilla que lleva a una enorme habitación con catres para cada uno de nosotros. Me llevan hasta el fondo y me ayudan a recostarme, Esmerald le sonríe a Erendira y le da las gracias, yo también lo hago. O finge muy bien o nosotros lo hacemos mejor, ella no se da cuenta de nada, acepta nuestros agradecimientos y se va.

Miro a la chica demonio que mira con preocupación a la sirena, al regresar su mirada a mi me dice todo, ella también duda.

— Lo siento —le digo—. Los he arrastrado a todos hasta acá, sin saber antes que clase de personas están viajando con nosotros.

— Nunca te dejaremos solo, ya deberías de saberlo.

— ¿Le has dicho algo a Iván?

— Todo lo que deba saber —asiento y el sueño nuevamente comienza a atacarme—. Ella no es un guardián, ¿cierto? —susurra, yo niego—. ¿Te esta hechizando? —me quedo pensativo unos segundos, al final asiento.

— Es lo más probable —digo en tono bajo—. Tranquila, no voy a un lugar malo... o eso creo.

Antes de cerrar mis ojos, veo el rostro preocupado de Esmerald, pero me alegra saber que no soy el único que se ha dado cuenta que la sirena no es quien dice ser. Me da un miedo atroz que les haga algo a uno de nosotros, en especial a Charlie, pues él aun tiene un fragmento del alma de mi inimă. Suelto un profundo suspiro y cuando vuelvo a abrir los ojos aparezco en el mismo lugar de siempre.

El bosque sigue igual de tupido y verde, el cielo despejado y el sol resplandeciente, me levanto para quedar sentado y frente a mi veo al pequeño, quien me mira con aburrimiento mientras come una manzana.

World Of Ravens (Fény 2#)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora