Capítulo 21

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[André]

Me tambaleo un poco después de haber hecho un mega bliț desde el norte de la Comuna hasta Los Cárpatos. Me dejo caer de rodillas y cierro mis ojos para que pase el mareo que siento, lástima que las imágenes de hace un momento aparecen en mi mente y abro los ojos.

Me encuentro donde había planeado aparecer, en el cementerio donde están los cuerpos incinerados de toda la familia Strigon, específicamente frente a dos enormes mausoleos de piedra negra reluciente y letras doradas que brillan a la luz de la luna, que ha dejado de ocultarse de entre la densa capa de nubes.

Hay un nombre en cada mausoleo, el de mi hermano y el de mi padre. Miro hacia arriba sintiéndome pequeño gracias a las grandes construcciones dignas de un rey y un príncipe. Suspiro con cansancio y dejo que las malditas lágrimas salgan para que recorran mi rostro hasta caer en la tierra.

Lo que hice no tiene perdón, aun siento adolorida mi mano por golpear tan fuerte a Esmerald, pero sé que ella está peor cuando vi su labio destrozado del cual emanaba una gran cantidad de sangre. Quiero golpearme a mí mismo tal como lo hizo Iván, pero lo único que puedo hacer es insultarme por lo débil en que me he llegado a convertir.

— No eres débil —dice alguien a mis espaldas, no necesito voltear para saber que es mi madre—. Si Victoria escuchara tus insultos se sentiría muy mal, porque pensaría que ella es la culpable de tu supuesta debilidad.

— Déjame solo —le digo conteniéndome a gritar—. No quiero hablar con nadie.

— No hables —mi madre aparece frente a mí, veo que acaricia el mausoleo de mi padre y después se sienta en una esquina—, solo escúchame.

Nada de lo que diga la hará retirarse y si me voy ella me seguirá a donde quiera que sea o mandara a sus fieles lacayos para que me vigilen desde lejos, tal como lo hizo por veinticinco años, después de que una mañana desperté, hice una maleta con ropa para mí y para Mila y me fui lejos. Intente esconderme por un tiempo en lo que pensaba que hacer o por donde comenzar a buscar para cumplir mi promesa de despertar a Victoria, sin embargo mis propios soldados me encontraron, siempre supe que estaban ahí por ordenes de mi madre.

Me levanto y me siento a un lado de ella, en el mausoleo de Dreagan, ella sonríe y acaricia mi mejilla adolorida, evito hacer una mueca de dolor para no preocuparla, pero es mi madre y me conoce a la perfección. Permanecemos un momento en silencio admirando la luna que comienza pelearse con las nubes para abrirse paso. Divago en mi mente y pienso en el Reino de La Luna y no me imagino cómo han sobrevivido tantos años con la luna oculta.

Aunque pensándolo bien, las veces que estuve en ese reino fueron pocas las ocasiones que la luna se oculto, quizás hacen siembre rituales para que no se esconda para ellos. Asiento pensando que eso es lo más sensato que se me ocurre, yo haría eso si fuera un lobo...

— ¿Hijo? —la voz de mi madre me hace caer fuertemente a la realidad.

— Lo siento, madre, ¿qué decías?

— Pregunto qué, ¿qué fue lo que paso en Shadow para que te descontrolaras de esa manera?

— ¿Te enteraste? —evado su mirada por lo avergonzado que estoy.

— Acababa de llegar a Shadow, Lauren me dijo que todos estaban en el hospital y me acompaño mientras me contaba las novedades —vuelve a tomarme del rostro para que la mire—. ¿Qué pasa André? ¿Por qué intentabas golpear al chico que tiene el alma de Victoria?

— No sé —digo en susurro, pero Amelia Strigon no se cree mi simple y patética respuesta.

— ¿Le hizo algo a Victoria? —niego—. ¿A Mila?

World Of Ravens (Fény 2#)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora