Había una vez una joven princesa dormida, escondida en un hermoso Fiordo, todos ustedes pensaran que algún príncipe o rey valiente iría a despertarla con el beso de verdadero amor, pero no es así. Por mucho tiempo lucho por mantener la paz en el mun...
Luke despertó con una bocanada de aire, sus pulmones agradecían el delicioso aire que estaban recibiendo; miro a todos lados y supo que nuevamente estaba en la tierra de sus sueños, pues él recordó haberse metido a su camarote en el barco, aun seguía en medio del Pacifico Norte y no en una casa lúgubre, con polvo y telarañas por doquier.
Se levanto de la cama y fue hacia la puerta para investigar donde se encontraba ahora. Inmediatamente reconoció el lugar, como la casa de su sueño anterior, donde vio a la misma chica de sus sueños con un candelabro y velas prendidas para mirar por donde iba, luciendo un vestido blanco y yendo a una de las habitaciones, para después encontrarse con la pequeña Mila, quien supuestamente es hija de la joven, luego venían las voces de la mujer en su cabeza, pero nunca la veía a ella.
Tomando un respiro profundo, Luke comenzó a vagar por la casa hasta dar con las escaleras, conforme bajaba su ropa de militar cambio a ropa antigua, que vio hace muchos años en películas de época. Ignoro su vestimenta y continuo merodeando hasta encontrar la puerta principal, al salir se encontró con un hermoso y extenso jardín, con el césped verde y recién cortado, en el habiente estaba el olor de la tierra mojada y el cielo estaba con un hermoso color azul y el sol brillando en lo alto.
— Definitivamente esto es un sueño —se dijo Luke a sí mismo.
Cerró la puerta tras de sí y bajo por unas escaleras de piedra, de repente y por arte de magia o algo más, apareció una mujer en medio del jardín, lucía un vestido negro de época y su cabellera larga y brillante, como el negro azabache.
Luke, sin pensarlo, sabía quien era ella, así que corrió hasta llegar a un lado de la joven, miro su rostro serio y concentrado en algún lugar o en algún pensamiento. Luke miro a lo lejos para descifrar que era tan hipnotizante para ella, pero solo veía un hermoso paisaje de primavera, así que supuso quien la consumía era un pensamiento.
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Así que no tuvo más remedio que esperar a un lado de ella a que reaccionara. Pues era la primera vez que la tenía tan cerca; pasado un tiempo, por primera vez, la joven volteo hacia Luke y al mirarlo le sonrió de forma amplia.
El muchacho no lo entendía, pero sentía que conocía a la joven desde hace años pues un profundo amor por ella surgía desde lo más hondo de su ser y no sabía por qué.
— ¿Quién eres? —pregunto ella curiosa.
— Lucas... quiero decir, Luke —el muchacho extiende una mano a forma de saludo—. ¿Y tú eres?
— Supongo que Norah, pensé que ella había muerto, pero la pobrecilla estaba aquí todo el tiempo y yo no lo sabía... —ella se encoje de hombros y le da la mano a Luke, al tocarse el muchacho siente un millón de cosas solo que, para no parecer raro finge— también me llamo Victoria.
— Entonces... ¿Norah Victoria?
— Solo Victoria —la hermosa sonrisa de ella vuelve a dejar tonto a Luke—. ¿Sabes dónde estamos, Luke?
