Prólogo

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Su Única Esperanza

(By: Adriana Rangel)

Prólogo

     << Hoy desperté con un sueño... ¡Qué podía volar! Y tal vez me mentía a mí misma. No puedo retroceder el tiempo. No puedo cambiar lo que hice... Sé que soy culpable... Más que culpable. Le oculté una verdad, mintiéndole y mintiéndome a mí misma. No le juzgare si no quiere perdonarme después... Aun así, intentare ser sincera, antes de que sea tarde. >>



     Las lágrimas bañaron su rostro, después de haber escrito esas palabras en su diario. En su diario íntimo. Aquel que guardaba oculto todos sus secretos.



    Respiró profundo, tan profundamente, que su corazón se estremeció de miedo, al saber lo que ella se disponía a hacer. Aquella mañana rompería con su silencio. Saldría a enfrentarse con el futuro... tal vez sabiendo que sería posiblemente su única esperanza, ante de la llegada de ese día inevitable.


Nueva York, primavera 2007. Cinco años antes.

    Se encontraba sentada en el sillón que estaba cerca de su ventana, mientras tenía en sus piernas su laptop y escribía en ella. No podía negar la sonrisa que tenía en su rostro. ¿Acaso podía pedir algo más de la vida?... No, creía que no. Ya le había dado más de lo que esperaba ella misma.



    Daphne Ramírez, había crecido desde pequeña en los Estados Unidos, debido a que su padre había encontrado un trabajo en Nueva York, cuando ella apenas tenía cinco años de edad. Y desde entonces, había crecido con su herencia latina, sin dejar de amar a su nuevo hogar.


    Y con el tiempo, le había llevado a cruzarse con su primer amor, cuando tan solo tenía quince años de edad, en aquel otoño de 2005.



    En aquel final del mes de Septiembre.



    Él era un chico rubio de ojos verdes, con una mirada glaciar. Popular y rebelde, de quien no había tenido intenciones de enamorarse. Pero, no había podido evitar sentirse atraída por él, por más que lo intentara. Y se negara a sentir aquello que sabía que le era imposible.



¿Está desocupado? le había preguntado con cierta prepotencia, aquel primer día, haciéndole ver lo desagradable que podía ser.

Mmm... Es un lugar libre. Estás en tu derecho... le respondió sin prestarle atención, pensando que intentaba burlarse de ella, como otros estudiantes tenían la costumbre de hacer siempre al verla sola en aquel rincón, en el inicio de un nuevo año escolar.

Ok... sonrió con ironía al ver su actitud distante.



    Y hasta entonces había sido su compañero de clase en los años que habían trascurrido.


Su única esperanza (Editada)Where stories live. Discover now