También he tenido que correr a YoongSun de la cabaña, al parecer se quería colar para hacernos el desayuno mientras dormíamos, y creo que no hubiera sido una buena idea encontrarnos así.

Por cierto, puede que te duela la cadera o el cuerpo en general, pero tranquilo, compraré pastillas para el dolor. No tardare en llegar, volveré lo antes posible, lo prometo pequeño."

Jin sonrió y arrugo la notita para luego tirarla al bote de basura. Luego, se dirigió al baño y retiro la sabana para poder tomar el paquete de jabón en polvo e introducirlo en la bañera para poder hacer la espuma al entrar en ella. Agradeció al sentir la calidez del baño de burbujas, se sentía limpio y relajado.

No podía evitar pensar en todos esas hermosas palabras que NamJoon le había dicho, aquellas frases que le habían brindado tanta confianza y ganas de continuar aquel momento tan especial.

La confianza de entregarse a NamJoon por completo, de cualquier forma que pudiera existir en el planeta. Haría lo que NamJoon quisiese a pesar de todo. Porque el amor destruye todas las barreras, pero también te hacer ciego y tonto, te aleja del mundo y te encierra en una pequeña burbuja donde todo tu mundo se vuelque aquella persona que tanto amas, volviéndote alguien diferente y accesible hasta el punto de poder llegar a matar por él o ella; porque el amor es peligroso.

[...]

NamJoon caminaba junto con su madre. El moreno cargaba las bolsas de compra mientras mirada a los alrededores del mercado en busca de alguna farmacia. Claramente su madre notó lo desesperado que se encontraba en busca de algo lo cual ella no tenía ni idea, prefiriendo preguntarle y buscar alguna manera de ayudarlo.

—Cariño, ¿Necesitas algo? Veo que buscas algo con impaciencia. —rió la mujer.

—Sí, busco alguna farmacia. Pero no hay en ningún lado. —respondió preocupado.

—Oh, lo hubieras dicho antes. La farmacia está en el centro, no está muy lejos de aquí así que podemos ir caminando, está a una cuadra de aquí. —NamJoon asintió y empezó a seguir a su madre, agradeciendo la existencia de aquella -ahora- milagrosa tienda.

NamJoon aún se regañaba a si mismo por no llevar protección sexual antes de salir de su departamento, al igual que el hecho de no tomar lubricante o alguna crema la cual pudiera llevar desapercibida sin que alguien notase el doble uso.

Y es que aunque nadie lo creyese, NamJoon no tenía planeado tener relaciones sexuales con SeokJin, no al menos esa noche.

—NamJoon. —su madre llamo su atención a los cual NamJoon volteo y la miro a los ojos—¿Por qué Jin y tú no regresaron a la cena? Iba a ir por ustedes pero YoongSun me dijo que no fuera metiche y mejor termináramos de cenar. —la mujer bufo con una pequeña sonrisa y NamJoon solo rió bajo.

—Quería darle algo a SeokJin, pero luego de hablar por un tiempo se empezó a sentir mal y pues le dije que lo mejor seria que descasara. Solo le deje dormir y pues mientras lo cuidaba me quede dormido por igual. —la Sr.Kim asintió no muy convencida y tomando una de las bolsas que NamJoon tenía entre sus puños.

—¿Acaso compraras pastillas para SeokJin? —el moreno asintió y dejo las bolsas sobre el suelo para luego mirar la farmacia—Entrare igual, necesito comprar algún emparedado, de verdad muero de hambre.

—Puedo llevarte a una cafetería si quieres, no sabemos si los emparedados saben bien. —soltó con rapidez, evitando que su madre le acompañara y viera lo que en verdad compraba. Lo que menos quería en ese momento era que todo se volviese un escándalo.

—Bien, te espero aquí.

NamJoon entro con rapidez y tomo de las estanterías todo lo que necesitaba para luego, sin pensarlo dos veces, ir corriendo a pagar todo. NamJoon no iba a mentir, él tenía miedo.

¿Miedo? ¿Por qué tendría miedo? Era algo lo cual nadie podría entender, o igual sí lograran hacerlo. NamJoon tenía miedo de dejar una marca en SeokJin, una marca la cual en otras palabras sería, claramente, el hecho de tener un bebé.

Eso a NamJoon no le hubiera importado en lo más mínimo con otra persona. Pero era como si SeokJin estuviera siendo la completa excepción.

SeokJin es especial.

SeokJin es maravilloso.

SeokJin es mi primera vez.

Primera vez; esa palabra la cual todos la escuchan y piensan al instante en el sexo, dejando a un lado los demás significados. Tantos significados, primera vez caminando, primera vez leyendo, primera vez escribiendo; primera vez en el amor.

SeokJin había sido su primera experiencia amorosa de una u otra manera. Dejando al lado que NamJoon se arrepentí por completo de haberla experimentado con la persona equivocada.

—NamJoon, ¿Por qué estás tan perdido en tus pensamientos? Ya llegamos a la cafetería. —el moreno fue sacado de su trance por segunda vez, paso sus manos por su rostro y revolvió su cabello con frustración—Puedes contar conmigo, después de todo soy tu madre.

—Lo siento, de verdad tengo tantas cosas en la cabeza que no puedo deshacerme de ellas por un instante. —la madre del moreno le tomo de la mano y le sonrió con calidez.

—Puedes confiar en mí. Podremos haber perdido el contacto por muchos años, puede que no me conozcas y me tomes como una completa desconocida, pero juro que si pudiera retroceder el tiempo lo haría. Regresaría en aquel momento en que me deje mangonear por tu padre y te mandamos a Inglaterra, evitaría tanto sufrimiento para ti, no sabes cuándo lo lamento. —NamJoon aparto la mirada—Yo te amo, hijo. No importa que sea, siempre te apoyaré y prometo entenderte, nunca juzgaría a un hijo mio hasta por la pero cosa del planeta. Todo tiene una causa y una consecuencia, una consecuencia la cual un padre no puede juzgar, NamJoon. Eres un adulto, y yo solo existo para aconsejarte y apoyarte ante todo, porque soy tu madre, aunque no quieras verme como una. Solo dime, ¿Qué pasa, NamJoon?

NamJoon se quedó en silencio por unos segundos, analizando y cuestionándose su podría decirle a su madre o no lo que pasaba en verdad.

El miedo de nuevo invadió su cuerpo.

—Es SeokJin, SeokJin pasa. No puedo quedarme aquí, tengo que irme. Madre, regresaré a Inglaterra. Lo siento, pero está decidido. No puedo quedarme, tengo que irme de aquí.

No puedo enamorarme de SeokJin. Pensó mientras sostenía las manos de su madre y apoyaba su frente con ellas tratando de no soltar alguna lágrima.


Matrimonio [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora