Cap 38 "Parte 2"

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Mini maratón 2/3.

Luego de otro rato largo, lo invité a pasar a mi habitación. La contempló a su manera y luego nos recostamos en la cama, con la vista hacia el techo. 
Su mano se entrelazó tímidamente con la mía. Su contacto me hacia vibrar.
Luego se recostó de costado, contemplándome. Me sentía algo nerviosa bajo su mirada intimidante y hermosa.
Me dirigí hacia él, quedando cara a cara. Contemplé sus ojos, los cuales brillaban de manera única.
-Eres hermosa-dijo y mis mejillas se tornaron rosadas al instante-amo cuando te sonrojas-añadió luego.
Yo me reí y él solo se acerco más a mí, pegando su frente con la mía.
-¿Eres Julián Serrano o te lavaron el cerebro?-pregunté con el ceño fruncido.
-Tú me lavaste el cerebro-dijo y comenzamos a reír.
Luego de algunos besos y susurros, nos quedamos profundamente dormidos, juntos.
(...)
Desperté debido a el rayo de luz que se filtraba por mi ventana que daba directamente a mi rostro. Intenté levantarme para dirigirme al baño, pero fue en vano ya que unas manos me aferraban fuertemente por la cintura, impidiéndome moverme.
Recordé la noche con Julian y sonreí. Me di la vuelta para encontrarme con su rostro aplacado, y su respiración pausada.
Parecía un ángel, hasta dormido era perfecto.
Se removió un poco y sus ojos se entreabrieron.
Al notarme, me regaló una sonrisa y depositó un empalagante beso en mis labios.
-¿Cómo has dormido?-preguntó.
-Mejor que nunca-dije sonriendo torpemente.
-¡Diganme que no es lo que parece!-dijo una tercera voz desde la puerta.
Me di la vuelta lentamente, con miedo. Jamie se encontraba allí con los ojos abiertos de par en par y su boca desencajada.
Y lo comprendía. De la noche a la mañana ya no odiaba a Julián Serrano, y estábamos juntos, en la cama. 
-Jamie, por favor, cálmate. No ha pasado nada-aseguré pero él pareció desconfiar.
-En cinco minutos quiero que esté fuera de esta casa-dijo y se marchó.
Volví mi vista hacía Julian quien me miraba sin alguna expresión.
-Creo que debo irme-dijo levantándose, alisándose la ropa arrugada.
-Hum... ¿te veo luego?-pregunté insegura.
Él asintió y me regaló otra de sus sonrisas torcidas.
Antes de irse, tomó mi celular, agendó su número e hizo lo mismo con el suyo.
Salió al balcón y lo acompañé. Se acercó hacia mi y me plantó un beso que me dejó desconcertada por varios segundos.
Me adentré en la habitación y encontré a Jamie sentado en mi cama de brazos cruzados y la ceja levantada.
-¿Qué explicación tienes para esto?-preguntó con tono enfadado.
-Hicimos las pases-.
-Claro que lo hicieron, lo acabo de comprobar-dijo irónico, haciendo que mis mejillas se sonrojaran.
-Te aseguro que no ha ocurrido nada, solo dormíamos-.
-Ajam-asintió el. No me creía en absoluto.
-Jamie, por favor...-dije rogando que no empezara una discusión sin sentido.
-Está bien. Ven aquí-me dijo envolviéndome en sus brazos tonificados, formando un abrazo.
-¿Le has dicho que no estamos saliendo en realidad?-preguntó.
-Uhm... No, pero tampoco pareció importarle-dije riendo.
-¿Quieres ir al parque?-preguntó y yo asentí. Necesitaba un poco de aire.
Fuimos caminando hacia el parque, hoy el día estaba soleado.
Llegamos y nos sentamos en unas bancas, frente a los juegos en donde los niños jugaban despreocupados.
Entre la multitud divisé a Julieta, la niña que había visto en varias ocasiones, con la que me había sentido identificada.
Estaba de la mano con el niño que antes la fastidiaba, ahora eran muy buenos amigos y se veían adorables.

No Todo Es Lo Que Parece.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora