Cap 29 "Parte 1"

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Me encontraba en mi pijama de verano, unos shorts y una musculosa los cuales no me gustaba vestir, ya que eran muy "reveladores", pero estaba bastante caluroso.
Me hallaba sentada en la reposera dentro del altillo, concentrada en el libro y relajada debido a la hermosa brisa del verano y el aroma de las flores. Estaba tan atrapada con la trama del libro que no me di cuenta que Agus se encontraba aquí hasta que carraspeó y me sobresalté.
-Hola Oriana- me dijo sonriendo, mientras yo le devolvía una mirada nerviosa- ¿qué sucede?- me preguntó ahora cambiando sus facciones a un rostro más serio.
Vacilé un momento, no sabía como empezar.
-¿Se trata de Serrano?-.
-No, no, es una pesadilla pero no se trata de él- dije.
-¿De Pablo?-.
-No, tampoco-.
-¿Entonces?- dijo, luego de darme todas las opciones, realmente no recordaba lo sucedido la noche de la fiesta.
-Es sobre ti- le dijo y me miro confuso- el día de la fiesta-continué yo.
-Oh, la fiesta, realmente no recuerdo nada, estaba muy embriagado- me dijo y asentí.
-Nunca te había visto así- le dije ahora mirándolo.
-Lo sé, me arrepiento, pero de una u otra forma iba a suceder algún día- dijo.
-Bueno la cuestión es que, bueno, no se como explicarlo... Esto, ehm, es muy incómodo- dije frotándome el brazo como signo de nerviosismo.
-Tranquila, confía en mí, como siempre lo has hecho-me dijo abrazándome y me tensé- en serio ¿qué ocurre?-preguntó nuevamente preocupado.
-Es que, bueno tú en la fiesta, en un momento en el cual tu no estabas consciente, me sacaste al jardín y luego de decirme algunas incoherencias me besaste- dije casi atragantándome bajando la mirada, avergonzada y sonrojada.
-¿En serio hice eso?, oh, por eso estás tan preocupada- me dijo apenado- tú sabes que te quiero como a mi hermana pequeña, lo siento de verdad, perdón por ser tan estúpido- me abrazó de vuelta y le correspondí esta vez.
-¿Prometes que no volverá a ocurrir?- le pregunté mirando sus ojos color café.
-Lo prometo- me dijo sonriendo, me sentía más aliviada y la incomodidad se esfumaba de a poco.
-¿Ya están todos en sus respectivas habitaciones?-le pregunté refiriéndome intencionalmente a Julian.
-Sí, ya todos están en ellas, incluido Julian- me dijo asegurándome- y Pablo también-
-Gracias por todo- le dije y me abrazó nuevamente en un tipo de "abrazo de oso" como él lo solía llamar.
-Me voy a dormir, estoy agotado- me dijo saludándome, bajó las escaleras y desapareció por la puerta.
Me volví a recostar en la reposera y me sumí en el capítulo del libro que estaba leyendo, me había desvelado. Miré la hora en mi móvil y eran las 3 a.m. apróximadamente pero no tenía nada de sueño.
Escuché unos pasos acercarse.
-¿Qué pasó Agus?-pregunté sin levantar la vista, concentrada en la lectura.
-Al parecer seguirás siendo una nerd, sin gafas o con ellas, ¿o me equivoco?-preguntó y reconocí al instante esa voz, y no era Agus- Te encierras aquí a leer, pudiendo salir a fiestas, a socializar con gente-
-¿Te puedes ir? Interrumpes mi preciado momento de lectura- dije tratando de sonar firme, como sí sus palabras no me afectaran.
-Ese es mi trabajo, te dije que te iba a fastidiar de por vida-.
-Y sí que haces muy bien el trabajo, pero por favor, hoy no estoy de humor para aguantar a imbéciles como tú, así que, allí tienes la puerta y está abierta- le dije a Julian dejando el libro de lado y parándome.
-Oh, la indefensa Oriana ¿se defendió por primera vez? Al parecer dejo el chupete-dijo sonriendo cínicamente, incitándome a golpearlo.
-Tienes un horrible sentido del humor- le contesté sonriendo de la misma manera, de a poco me sentía con más valor.
-Y tú eres muy inocente-.dijo acercándose lentamente, mientras yo me alejaba.
-Tú eres un inmaduro-.
-Tú demasiado madura y aburrida- dijo, cosa que no era cierto.
-Tú un mujeriego que juega con las mujeres, no te mereces a nadie-.
-Y tú eres muy fea para atraer a un hombre de verdad-.
-¿Te puedes ir?, en serio, tu presencia me fastidia-.
-Por supuesto que no, yo decido cuando aparecer y cuando marcharme-.
-Estás en mi terreno, solo eres un invitado, te puedo echar cuando quiera-
-Te conviene no hacerlo- me dijo sonriendo de costado, realmente sabía usar sus sensuales labios.
-¿Qué piensas hacer?, ¿Llamar a la policía?, sí, claro- le dije irónica.
-No, pero puedo hacer esto-
Segundos más tarde, sus labios estaban sobre los míos y sus manos en mi cintura.
Con una poderosa y desconocida voluntad no le seguí el juego, lo separé y le di una bofetada.
-¿Creías que me ibas a detener con esto?, pues no-dije orgullosa- ¿creías que te iba a seguir el juego?, tampoco-.
-En una semana, te haré caer y luego vendrás corriendo hacía mí-.
-Creo que ya me has dicho esa frase, y nunca lo has conseguido, no pienses que en una semana lo conseguirás así de fácil-.
-A Julian nadie se le escapa, cariño-me dijo guiñando.
-Tú no me conoces, no soy como esas fáciles con las que sueles tratar, que caen rendidas a tus pies con solo una mirada-le contesté guiñando de vuelta- Ahora vete.
-Por cierto, linda ropa-me dijo mirándome de arriba a abajo.
-¡VETE!-le dije sin paciencia gritando y al fin se marchó.

En una semana no me harás caer, eso tenlo por seguro Serrano.  

No Todo Es Lo Que Parece.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora