Capítulo 10

43 4 0
                                    

"Mas que fotografías"

Pronto saldrá el sol. No falta mucho para que el crepúsculo de la mañana asome por las montañas. Mientras tanto yo sigo aquí, en mi habitación, mirando desde la ventana el exterior que yace semidormido. Los pájaros están más callados de lo normal, incluso Ave lo está, y la fría brisa de la mañana comienza a soplar como es costumbre. El mes de octubre se ha instalado en todo su esplendor y las hojas de los árboles ya están cediendo su paso al invierno. Ahora todo es naranjas y amarillos que caen hacia el suelo, meciéndose en el viento.

Cori está aquí, recostado en mis piernas, durmiendo. Ya hacen 4 días que está durmiendo en mi casa, pero esta vez es con el consentimiento de sus padres. Duerme tan tranquilamente que pareciera que no existe ningún problema.

En cambio yo... me estoy cayendo a pedazos.

Hemos estado de esta manera estos últimos días, durmiendo bajo el mismo techo, hablando hasta el amanecer y sin detenernos a pensar en otra cosa que no sea nosotros hasta que alguno de los dos se queda dormido. Para lo único que nos separamos es para alistarnos e irnos para el instituto. Cori dice que no planea separarse de mí porque quiere que me dé realmente cuenta de cuanto me ama, más yo le digo que ya hace mucho que me lo ha demostrado, pero él siempre me contradice en ese aspecto diciéndome que nunca será suficiente.

Una de nuestras tantas pláticas en estas últimas noches fue un tanto graciosa. Cori decía que siendo apenas unos adolescentes era extraño poder dormir en la misma habitación sin hacer absolutamente nada más que hablar.

—Te amo y tú me amas—me dijo esa vez. Estábamos en una posición similar, yo recostado en la cama y él recostado en mi estómago, mientras ambos mirábamos por la ventana—, y curiosamente ni uno ni otro ha tenido ni la más leve necesidad de tener... ya sabes... sexo.

—Lo he pensado ¿sabes? Y a veces... a veces siento que algo dentro de mí se descontrola. Que algo de mí quiere algo de ti, pero me confundo porque no sé qué es lo que deseo exactamente y entonces vuelvo al mismo sitio: no estoy seguro de si será realmente bueno estar con otro chico.

—Yo tampoco estoy seguro—dijo, con una sonrisa que intentaba contener.

—¿Nunca te ha pasado?

Él se echó a reír.

—¿No?—volví a preguntar—. Bueno, no tienes que burlarte—mascullé—. Tal vez solo sea yo quien te desea de alguna forma que desconozco.

—Esto solo me da a entender que lo más perfecto entre nosotros va más allá de lo físico, Sasha—tomó mi mano y depositó en ella un beso.

—Eso supongo que está bien.

—¿Lo está?—inquirió con curiosidad, volteando a mirarme a los ojos.

En realidad... ¿lo estaba?

—Bueno, supongo que sí. Amor no es sexo, ni sexo es necesariamente amor. Si voy a amar a alguien no voy a pensar que tengo que acostarme con ese alguien para demostrarle cuanto le quiero. Al menos eso pienso yo. Hay miles de maneras para decirle a alguien cuanto le amas y supongo que hacer el amor con alguien solo es una de las tantas maneras, que hasta cierto punto la han retorcido y ha pasado a ser en muchos casos simplemente sexo.

—Ya veo—dijo, resoplando.

—Pero solo son conclusiones un poco tontas Cori.

—De ser tontas Sasha, hace tiempos que hubiese sucedido algo entre nosotros.

—Bueno, supongo que sí. Aunque ya me confundí un poco. Entonces, si no ha pasado nada entre nosotros entonces ¿quiere decir que no te amo ni me amas?

Sasha: Diario de un chico adolescente (Vol. II)Where stories live. Discover now